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Feijóo critica a la “alegal” dirección de RTVE tras no asistir al debate electoral

El candidato del PP afirma erróneamente que en Suecia ganó la derecha y por eso gobierna, cuando ganaron los socialdemócratas y el partido conservador los desalojó del poder pactando con la extrema derecha

Feijoo
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, junto al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, este jueves, en Valencia.Biel Alino (EFE)
Elsa García de Blas

El día después de no asistir al debate electoral organizado por RTVE para los cuatro partidos mayoritarios, en el que participaron en la noche de este miércoles Pedro Sánchez, Yolanda Díaz y Santiago Abascal, Alberto Núñez Feijóo ha cargado contra la dirección de la radiotelevisión pública. El líder del PP ha explicado su negativa a acudir a ningún debate en la cadena pública con el argumento de que no se aceptó el formato que él quería ―un debate a siete, con las fuerzas minoritarias, pese a que se celebró también la semana pasada con los portavoces parlamentarios― al tiempo que ha criticado que la directiva de la casa se encuentre, a su juicio, en una situación de “alegalidad”.

En una entrevista en RNE, Feijóo ha cuestionado a la cúpula directiva de la radiotelevisión pública. “Me gustaría que la RTVE tuviera en el futuro una dirección más consensuada y no tan tortuosa como la que ha tenido en los últimos años. Primero se había consensuado la dirección, posteriormente se hace dimitir al presidente de RTVE que estaba consensuado y ahora hay una situación alegal que yo no comparto. Me parece que los canales públicos siempre tienen un marchamo de independencia que es bueno profundizar en ellos”. La actual dirección de RTVE es fruto de un acuerdo en febrero de 2021 entre los dos grandes partidos, PSOE y PP, uno de los pocos que se cerró en toda la legislatura. En septiembre de 2022, José Manuel Pérez Tornero dimitió como presidente de la Corporación al perder el apoyo de un sector muy importante del Consejo de Administración, el más cercano al PSOE y Unidas Podemos, que lo acusaba de haberse entregado al PP y rodearse de directivos cercanos a este partido. Elena Sánchez Caballero, actual presidenta interina de la corporación de la radio y televisión pública, fue elegida con los apoyos en el Consejo de Administración de los representantes del PSOE (dos votos de los tres que tiene), Unidas Podemos (dos votos) y PNV (un voto). El PP (tres votos) rechazó la candidatura.

Feijóo ha incidido en la necesaria “independencia” de los canales públicos, pero el PP ha descargado su ira contra RTVE después de que el pasado lunes una periodista de la casa, Silvia Intxaurrondo, rebatiera al líder popular en una entrevista sus afirmaciones falsas sobre las pensiones. Tras ese choque, que obligó a Feijóo a reconocer abiertamente, 48 horas después, que la periodista estaba en lo cierto, dirigentes de la cúpula popular atacaron a la televisión pública por su supuesto sesgo ideológico, pese a que la dirección está repartida entre PP y PSOE. El vicesecretario Institucional y consejero áulico de Feijóo, Esteban González Pons, sostuvo que RTVE “va a perder las elecciones”. Y afirmó en Twitter: “Espero que al día siguiente dimitan los dirigentes de ese partido, como se hace en todos los partidos cuando pierden las elecciones a las que se presentan. Mejor no ir. Yo ni la veo ni voy”.

En Galicia, desde la oposición, al igual que ahora, Feijóo acusó a la Compañía de Radio de Televisión de Galicia (CRTVG) de estar al servicio de la coalición de izquierdas que dirigía la Xunta. En 2011 aprobó una ley para despolitizar la empresa pública, pero nunca la cumplió. Esa norma establece que el presidente de la CRTVG debe ser elegido por mayoría cualificada, es decir, de forma consensuada con la oposición, aunque Feijóo encontró cómo burlar esta exigencia: sigue en el puesto la misma persona que puso cuando llegó a la presidencia. Tampoco se ha creado un comité profesional que proteja la libertad e independencia de los periodistas, pese a estar previsto en esta ley. Por estos incumplimientos, los trabajadores de la radio y televisión autonómicas mantienen desde 2018 la protesta más larga de España contra las injerencias de la Xunta en su labor informativa: los viernes negros. La compañía ha sido incluso condenada por represaliar a uno de los periodistas movilizados sancionándolo ilegalmente, y su presidente y otros siete directivos están imputados por acoso laboral a otra trabajadora.

Pese a que decidió no participar en el debate de anoche, Feijóo ha abogado este jueves porque se regulen por ley en el futuro los debates en las elecciones. Algo que probablemente le habría impedido dejar la silla vacía en el de ayer. La audiencia del encuentro entre Sánchez, Abascal y Díaz fue millonaria: alcanzó los 4,1 millones de espectadores y una cuota de pantalla del 34,6%.

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El líder del PP ha justificado no haber aceptado este debate con el argumento del formato. “Yo no he estado en la RTVE porque el candidato socialista dijo que no al debate a siete”, ha explicado Feijóo, que quería evitar que se le encuadrara en un bloque con Vox. “Pensamos que era bueno hacer un debate de todas las fuerzas que son necesarias para la investidura del candidato socialista. No me parecía razonable que solo se escogiese a algunos de ellos, que el presidente y la vicepresidenta debatiesen entre sí sin el resto de socios de la coalición parlamentaria: Bildu, ERC y el partido de Puigdemont”, ha remachado, aunque Junts per Catalunya no ha formado parte del bloque de socios estable del Gobierno progresista.

Para Feijóo, el debate de ayer no ofreció “ninguna novedad” y, además, él, se ha felicitado porque fue “la persona más citada”. “Ayer vimos a tres partidos cuyo objetivo no era ganar las elecciones, sino que no gobierne quien gane”, ha razonado, al tiempo que ha contestado a Sánchez, que ayer le acusó de no haber querido participar porque le “avergüenza” aparecer junto a Abascal. “No sé si el señor Sánchez se avergüenza de estar con Otegi, con ERC y con Puigdemont”, ha contraatacado. “Ayer vimos un debate entre candidatos a líderes de la oposición”, se ha mofado.

El líder del PP trata en los últimos días de campaña de marcar distancias con Vox. No solo con su ausencia en el debate, sino también en su discurso. En la recta final, subraya que no quiere gobernar con la extrema derecha, pese a que ha validado los pactos de sus barones con los ultras. “Mi objetivo no es ponerme de acuerdo con Vox”, ha enfatizado hoy en RNE sin descartar nada. En otro momento ha insistido en que, si tuviera que acordar con la extrema derecha, “la violencia machista es una línea roja infranqueable”.

No obstante, al mismo tiempo Feijóo normaliza las coaliciones con Vox, tanto en España, en sus pactos autonómicos, como en Europa. “En Suecia y en Finlandia están gobernando este tipo de partidos, es verdad que el primer ministro es del PP europeo. Los primeros ministros son del PP europeo, yo soy del PP europeo, yo no tengo nada que ver con un partido en el que no milito”, ha reflexionado. Incluso, Feijóo ha normalizado el Gobierno de la primera ministra de extrema derecha de Italia, Giorgia Meloni. “Yo no sé qué tal lo está haciendo la señora Meloni en Italia, pero ha ganado las elecciones, ¿no?”, ha defendido antes de afirmar, equivocadamente, que en Suecia ha ganado las elecciones la derecha, cuando lo hicieron los socialdemócratas, y gobiernan con los ultras, cuando en realidad estos apoyan externamente al Gobierno. “En Suecia también ha ganado las elecciones y en Finlandia están gobernando en coalición”, ha dicho erróneamente Feijóo, que viene insistiendo en que sería una “anomalía democrática” que Sánchez gobernara si queda como segunda fuerza, cuando su partido hermano en Suecia acaba de desalojar a los socialdemócratas del poder pactando con la ultraderecha pese a no haber ganado las elecciones.

Feijóo se ha defendido también de las críticas que ha recibido por sus afirmaciones falsas en el cara a cara y en entrevistas como la de RTVE, alegando que lleva “30 años en política” y, por tanto, tiene una “trazabilidad”. El PP trata de dar la vuelta a ese marco de campaña sobre los problemas de Feijóo con su palabra y hoy ha publicado en la prensa una agresiva publicidad electoral contra Sánchez y sus “mentiras”. “Oír al señor Sánchez hablar de mentiras es como oír hablar al señor Otegi del respeto a las víctimas”, ha criticado Feijóo.

El político gallego ha retomado la campaña con intensidad después del parón de este miércoles que atribuyó a un fuerte lumbago. En cambio, hoy vuelve a los mítines de mañana (Valencia) y tarde (Madrid) y se somete a tres entrevistas. El Valencia, Feijóo ha vuelto a atacar la fecha de las elecciones, el 23 de julio, y se ha comprometido a que, si gobierna, aprobará una ley para prohibir que puedan celebrarse en julio y agosto salvo casos excepcionales. Como presidente de Galicia, aunque la pandemia estaba todavía presente, Feijóo convocó a las urnas un 12 de julio.

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Sobre la firma

Elsa García de Blas
Periodista política. Cubre la información del PP después de haber seguido los pasos de tres partidos (el PSOE, Unidas Podemos y Cs). La mayor parte de su carrera la ha desarrollado en EL PAÍS y la SER. Es licenciada en Derecho y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid y máster en periodismo de EL PAÍS. Colabora como analista en TVE.

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