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La entrega del voto por correo en los municipios pequeños: “Me indigna que se haya cuestionado a los carteros”

Viaje a dos localidades de interior para conocer el final del proceso: el municipio rural gaditano de Benalup y la localidad de Medina del Campo, en Valladolid

Elena Olivar pasa con su carrito por delante de los carteles electorales ubicados en la Plaza Mayor de Medina del Campo. Foto: EMILIO FRAILE | Vídeo: EPV

El proceso de entrega de documentación del voto por correo en los municipios pequeños apura su fase final, que termina este miércoles, día 19. Correos aseguró el lunes por la tarde que ya ha enviado el 98,2% de los sobres con la documentación electoral, lo que supone más de 2,5 millones de entregas desde el inicio del proceso de reparto, el día 3. Según los datos que aporta la compañía, aún faltan 47.211 por mandar en toda España. Esta es la crónica de un viaje a dos localidades de interior donde los empleados de Correos se afanan por culminar el proceso.

La cartera llama dos veces en Benalup

Los 36 grados de la canícula caen a plomo y la ventolera de Levante revuelve la tierra del campo y la mete en los ojos. Pero la cartera Patricia Barrionuevo va “a piñón”. Detiene su moto amarilla en una zona de chalés y casas bajas a las afueras de Benalup-Casas Viejas (Cádiz), abre el transportín y saca un sobre marrón. Al otro lado del timbre de un adosado con jardín de la calle del Almendro, Susana Tirado responde aliviada: “Ya estaba diciendo que no me iba a llegar”. Esta benalupense de 49 años y “con el voto claro desde hace tiempo” es una de las 13 entregas de votos por correo que Barrionuevo tenía el lunes en el pueblo gaditano de 6.900 habitantes. Los últimos días para las entregas corren y la profesional de 41 años no se arruga “ni por el calor, ni por la lluvia”. “Esto es un servicio público muy importante”, tercia orgullosa.

Las elecciones del domingo en plenas vacaciones batirán récords de solicitudes para votar sin pasar presencialmente por las urnas: hasta 2,6 millones lo han pedido, un 94,71% más. De esas peticiones, 35.078 (entre presencial y telemático) corresponden a la provincia de Cádiz, según datos de Correos. Pero en un pueblo de interior de la provincia, sin grandes afluencias turísticas y eminentemente rural, como Benalup, se mantienen al margen de grandes incrementos que compliquen su tarea. O al menos así se lo parece a la cartera Barrionuevo: “Por aquí siempre se pide mucho porque hay vecinos que trabajan de jornaleros en el campo y les puede pillar trabajando en domingo”.

Patricia Barrionuevo, empleada de Correos, entrega un voto en la localidad gaditana de Benalup-Casas Viejas.
Patricia Barrionuevo, empleada de Correos, entrega un voto en la localidad gaditana de Benalup-Casas Viejas.PACO PUENTES

Tirado es la primera vez que lo solicita, pero ni siquiera es por vacaciones. La quiromasajista está de baja y pasa semanas en casa de su pareja en Cádiz capital, así que decidió hacer el trámite por si el 23-J le coincidía por allí, como finalmente sucederá el domingo. “Nunca he faltado en una votación. Ha tardado un poquito, aunque este es un pueblo con pocos habitantes”, explica la vecina mientras señala a su cartera. A Barrionuevo la convocatoria electoral anticipada le pilló con los 15 días de vacaciones que el lunes ha dejado atrás con un viaje ya cerrado. “Porque tenía el viaje comprado, que si no las habría cambiado sin problema, lo de cambiarlas era optativo”, explica la cartera.

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A bordo de su moto amarilla y equipada con una botella de agua, la trabajadora de Correos saltaba rauda de portal en portal en su zona de reparto de Benalup, dominada por casas en diseminados y urbanizaciones en las afueras que dificultan la tarea. A Josué Romero le ha pillado en casa de sus padres —situada a pocos pasos de la de Tirado—, en plena reunión telemática en su trabajo como ingeniero. “Vivo en Sevilla, pero lo pedí aquí porque en estas fechas lo de estar y votar en Sevilla no era una opción”, explica el joven de 30 años, antes de regresar al trabajo.

“Creo que hay gente que no ha entendido que la dirección no tiene por qué ser su casa, puede ser una oficina, por ejemplo”, añade Barrionuevo. Pero la repartidora de Correos —residente en la localidad gaditana de San Fernando— se lo toma como un gaje de un oficio al que se incorporó hace justo un año, después de que en 2020 decidiese presentarse a las oposiciones tras quedarse sin trabajo y de que el gusanillo de ser cartera “siempre” le hubiese rondado.

La cartera Elena Olivar, durante la entrega del voto por correo a Teresa Berrocal en el bar donde trabaja en Medina del Campo.
La cartera Elena Olivar, durante la entrega del voto por correo a Teresa Berrocal en el bar donde trabaja en Medina del Campo.Emilio Fraile

“Sin trampa ni cartón” en Medina del Campo

La cartera bombardea sobres a zancada ligera. Propaganda aquí y allá, documentación electoral entregada protocolariamente en mano, timbres, portales, ascensores y escaleras protagonizan su jornada en Medina del Campo (Valladolid, 20.000 habitantes). Elena Olivar recorre el pueblo y se asegura de que solo el solicitante del voto por correo reciba el sobre marrón. No valen madres, padres, hijas o compañeros de trabajo. “Me ha indignado mucho que se cuestione a los carteros, el voto por correo no puede ser más legal, no puede haber duda”, afirma Olivar.

La mañana comienza en la céntrica oficina, que cubre también múltiples municipios cercanos como Pozal de Gallinas o Calabazas. Las salas abarrotadas de archivadores rebosantes a primera hora se van vaciando conforme al hormigueo de 22 carteros, dos más que la plantilla usual tras pedir refuerzos. El voto anticipado se ha triplicado, estima Soledad Martínez, jefa de distribución, a sus 57 años tras 33 de cartera. “Los sobres salen a diario y aquí no queda nada, tenemos una plantilla trabajadora y eficiente. Aquí no hay trampa ni cartón, se entrega solo al destinatario y que nadie dude de la entrega del voto”, proclama Martínez.

La hija de Juan Diego Sanz tiene 21 años y se estrena en las urnas gracias a Correos, pues se va de festival el fin de semana. “La gente ha dudado, el PP tiene miedo de que salga el PSOE de nuevo”, lamenta el hombre, molesto con que Alberto Núñez Feijóo alimente sospechas sobre el procedimiento. El mensaje se repite en un sanedrín repentinamente formado en un bar al que accede la cartera.“El personal con responsabilidad no debería decir ciertas cosas porque cuatro días después pueden gobernar ellos, es muy heavy poner en entredicho a los carteros”, se escucha mientras Teresa Berrocal, de 29 años, recibe su documentación. Ella participa en Madrid, donde sigue registrada electoralmente pese a mudarse a Medina, reniega de los bulos y cree “muy importante votar”.

Patricia Barrionuevo entrega un voto por correo en Benalup.
Patricia Barrionuevo entrega un voto por correo en Benalup.PACO PUENTES


El rápido trasiego de la cartera, mapa humano por sus 33 años carrito en ristre, la lleva a domicilios agradecidos por su labor: “Las dudas las genera quien ha trabajado en Correos, ya ves tú. La gente confía y nadie nos ha dicho nada raro”. Virginia Calvo, de 39 años, agradece el servicio y confía en que no haya tanta cola como cuando acudió a Correos: “Estuve una hora, puede desanimar a la gente”. Alba Sanz, de 21, inaugura adelantadamente su participación política por encontrarse de viaje en Portugal el fin de semana: “Tengo miedo de que salga lo que no quiero, que no pese en mi conciencia”.

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