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La secretaria de Vox en Guadalajara acusa a Abascal de ponerla “en la diana” al acusarla de transfuguismo y traición

El líder ultra advierte a Feijóo de que con sus declaraciones está generando problemas para pactar después de las elecciones

Miguel González
Santiago Abascal
El líder de Vox, Santiago Abascal, en el acto organizado por el brazo sindical de su partido, Solidaridad, en Leganés (Madrid), este domingo.VICTOR LERENA (EFE)

Eva Henche, secretaria del Comité Ejecutivo Provincial (CEP) de Vox en Guadalajara y número cinco de la lista al Ayuntamiento de la capital en las pasadas elecciones municipales, denuncia que el líder de su partido, Santiago Abascal, la ha puesto “en la diana” con las declaraciones que hizo el pasado sábado en su ciudad, donde la acusó de “transfuguismo” y de “traicionar” a sus votantes. “Es alucinante que por parte de un responsable político se pueda poner a una mujer en el objetivo para que la gente me insulte o me agreda”, ha declarado visiblemente afectada.

Abascal se refirió a ella, sin nombrarla, cuando, en respuesta a los periodistas, atribuyó a Henche la intención de chantajear a la dirección de Vox. “Este partido no ha aceptado nunca y no aceptará jamás un solo chantaje. Quien decida traicionar a los votantes de Guadalajara es en exclusiva responsable de esa traición”, afirmó. “Nosotros creemos que el transfuguismo debe estar muy perseguido en política, pero los grandes partidos han gobernado con tránsfugas. Ha ocurrido en Murcia, donde el PP ha gobernado con tránsfugas de Vox, y en estos momentos podríamos ser víctimas de ese transfuguismo en Guadalajara. Estoy extraordinariamente preocupado, pero desde luego no vamos a negociar absolutamente nada con una persona que plantea un chantaje o una amenaza y quiere negociar con nosotros secuestrando la voluntad de los votantes de Guadalajara”.

La todavía dirigente provincial de Vox, a la que se refería Abascal con esas palabras, niega haber chantajeado a la dirección nacional y sostiene que lo único que hizo fue informar de una serie de “conductas mafiosas” que se estaban produciendo en el seno de su partido, como el reparto de pluses de dedicación exclusiva entre cargos públicos o la contratación de familiares y amigos con fondos municipales, y las consecuencias que estos comportamientos podrían tener, con el objetivo de que se atajaran desde Madrid. La dirección nacional, según su versión, hizo caso omiso de las advertencias, lo que provocó el desánimo entre muchos afiliados y abrió un goteo de dimisiones de concejales descontentos; hasta ahora tres, en Guadalajara, Marchamalo y Loranca de Tajuña. La dimisión de la edil de Guadalajara suponía que la secretaria provincial de Vox, siguiente de la lista, ocupara su puesto, pero desde la dirección nacional se la “invitó” a no tomar posesión del acta si pensaba como la dimisionaria.

Eva Henche, que se define a sí misma como una “chica de pueblo”, madre soltera y trabajadora de una clínica dental desde hace tres décadas, asegura, sin embargo, que su voluntad es tomar el acta de concejal, pero aún no ha decidido si se incorporará al grupo municipal de Vox o lo hará como no adscrita. En este último caso, el gobierno municipal, formado por el PP y Vox, perdería la mayoría absoluta que le permitió arrebatar la alcaldía al PSOE, que fue el partido más votado.

Más sueldo a costa de las cotizaciones

De su lado, Santiago Abascal ha dedicado su último domingo de campaña a participar en un acto organizado por Solidaridad, el brazo sindical del partido ultra, en Leganés (Madrid), ante unos 200 delegados. En respuesta a los periodistas, ha salido al paso de las palabras del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, quien declaró a El Español que “Vox no es un buen socio” y que se siente más próximo al presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, que a él.

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Tras recordar que el PP gobierna en Castilla y León, Comunidad Valenciana, Baleares y Extremadura con un partido que ahora “no le parece un socio fiable”, en alusión a Vox, ha ironizado subrayando que, aunque Feijóo presume de centrista, le ve “poco centrado” en la campaña. “El despiste es mayúsculo, aumenta cada día y para nosotros es más que preocupante”, ha añadido.

Aunque reconoce que muchos votantes del PP creen que se trata de declaraciones “de cara a la galería” y que, tras las elecciones, Feijóo se entenderá con Vox, él no está tan convencido de eso, ha añadido, tras advertir de que las declaraciones del líder popular “anticipan problemas después del 23 de julio”. Abascal ha insistido en que Vox sigue con la mano tendida para pactar con el PP, pero ha puesto una línea roja: nunca participará en un acuerdo del que forme parte “la oligarquía del PNV”.

El líder de Vox ha dedicado buena parte de su discurso en el acto de Solidaridad a cargar contra los sindicatos de clase —contra los que Vox ha lanzado una potente campaña de descrédito en las redes sociales bajo el apelativo de los comegambas— y ha reiterado la principal propuesta del programa electoral de Vox para los asalariados: aumentos de sueldo a costa de reducir las cotizaciones (con las que se pagan la Seguridad Social y las pensiones) y sin tocar el beneficio empresarial. Vox ha incluido a los principales dirigentes de Solidaridad, Rodrigo Alonso y David García Gomis, hasta ahora diputados autonómicos, en sus listas al Congreso.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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