Aragonès exige ahora a Sánchez que se comprometa a fijar en esta legislatura “las condiciones” de un referéndum

El presidente de la Generalitat y coordinador nacional de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Pere Aragonès, ha abogado este martes por que su partido y Junts per Catalunya suban el listón de exigencias para una hipotética investidura de Pedro Sánchez y condicionen su apoyo a que el socialista acepte que “Cataluña vote”, en referencia a un referéndum. El candidato del PSOE, ha afirmado el jefe del Govern, debe mostrar su “compromiso” de que “en esta legislatura” se fijarán “las condiciones” para esa votación “sobre la independencia”. La propuesta la ha lanzado durante su intervención en el Debate de Política General en el Parlamento catalán, que coincide con el debate de investidura de Alberto Núñez Feijóo en el Congreso de los Diputados. Aragonès ha sostenido, además, que la amnistía a los encausados del procés —que, según ERC, ya ha sido acordada con el PSOE y Sumar y está solo pendiente de detalles técnicos— es un paso importante, pero no basta para solucionar el conflicto de “soberanía” entre Cataluña y el resto de España. Los 14 votos de ambos partidos independentistas son claves si Sánchez quiere repetir en La Moncloa.

“En los próximos cuatro años se tiene que encontrar la fórmula para resolver el conflicto de soberanía con el Estado, para mí esa es la condición [para la investidura] que el independentismo ha de poner sobre la mesa. El futuro presidente del Gobierno español se tiene que comprometer a que encontraremos la vía para que la ciudadanía de Cataluña vote. Hay que llegar a un acuerdo sobre las condiciones en las que Cataluña ha de poder decidir sobre la independencia”, ha dicho Aragonès, que ve en esa votación la única manera de resolver el conflicto. “Los partidos independentistas tienen la llave de la gobernabilidad del Estado y hay que utilizarla para arrancar a Sánchez el compromiso de que Cataluña vote, si quiere ser presidente”, ha insistido el jefe del Gobierno catalán, recordando que esta vez “no hay una suma alternativa con Ciudadanos”.

ERC, como Junts, había mencionado anteriormente la autodeterminación como aspiración a plantear en las conversaciones de la investidura, pero es la primera vez que claramente se presenta como condición para dar el apoyo al candidato socialista. “Estamos dispuestos a ganar o perder en un referéndum”, ha dicho el president casi al final del discurso, en la única alusión específica a ese mecanismo. Y ha puesto en valor, una vez más, su propuesta de Acuerdo de Claridad, la hoja de ruta para establecer las condiciones en las que se debería celebrar una consulta —sin hablar de fechas— y que ha sido rechazada por el resto de los grupos independentistas y por el Gobierno.

Regreso de Puigdemont

El dirigente catalán ha dado por descontado que habrá amnistía, pero ha remarcado que “no es suficiente para resolver el conflicto político con el Estado”. “En los próximos meses podré recibir en el Palau de la Generalitat al presidente Carles Puigdemont [el expresident huido en Bélgica], a Marta Rovira [secretaria general de ERC, huida en Suiza] y al resto de exiliados, como ya lo hice con los presos políticos”, ha augurado. “Eso pasará, por mucho que algunos se alteren, se indignen y nos amenacen”.

”Con la amnistía en camino, ha llegado la hora de abrir paso a que Cataluña vote su futuro”, ha insistido Aragonès. Ese asunto de la autodeterminación había estado en la mesa de diálogo entre gobiernos que se pactó en la anterior legislatura, pero, por ser una línea roja del Ejecutivo, siempre se había rechazado abordarla. El jefe del Govern da así un giro a las negociaciones, después de que Puigdemont, que lleva la batuta de las negociaciones de Junts, evitara poner el referéndum entre las condiciones previas para negociar el posible apoyo a Sánchez. Ambas formaciones independentistas se habían embarcado en cierta competencia por la paternidad de la ley de amnistía para los encausados del procés, y Junts había logrado imponer su relato de negociación exigente frente a una ERC que daba sus votos a cambio de “nada”.

Consciente de que su discurso iba a quedar este martes ensombrecido por el debate en el Congreso, Aragonès ha aprovechado para enviar mensajes claros tanto al PP como al PSOE. “Cataluña frenó a la derecha y la extrema derecha en las elecciones de julio y por eso esta semana Feijóo fracasará, porque Cataluña lo ha derrotado”, ha dicho en referencia al líder del Partido Popular. El domingo, el PP celebró en Madrid un acto contra la amnistía que, según la Delegación del Gobierno, congregó a unas 40.000 personas. Aragonès calificó el lunes ese acto de “manifestación de odio”.

El president también ha dedicado un aviso a Sánchez: “No es suficiente con presentarse como el espantajo de la derecha”, ha remarcado el dirigente de ERC, una forma de decir que el sí de los republicanos no será fácil de conseguir en esa investidura. El “conflicto de soberanía”, ha añadido el republicano, “no es un problema de convivencia ni de encaje que se pueda resolver hablando de un reencuentro que se limita a buenas palabras y un talante más abierto”.

Puigdemont: “No me siento concernido por lo que Esquerra diga”

El 'expresident' Carles Puigdemont se ha distanciado este martes de las afirmaciones de ERC de que la ley de amnistía se está negociando ya con el PSOE. “Yo no soy de Esquerra, por lo tanto, no puedo hablar por lo que diga ERC ni me siento concernido por lo que Esquerra diga, pacte o deje de pactar. No tiene nada que ver con lo que hagamos nosotros”, ha dicho en unas escuetas declaraciones en la Casa de la Historia Europea de Bruselas, donde ha participado en un acto en homenaje a las lenguas minoritarias de Europa y a sus comunidades lingüísticas, para el que han entregado varios diccionarios de catalán y uno de aranés.

Más allá de estos breves comentarios, Puigdemont ha mantenido el hermetismo ante la prensa que lleva ejerciendo desde hace semanas. “Ahora hay que escuchar a otros”, ha ironizado en referencia al proceso de investidura de Alberto Núñez Feijóo.

El acto de Bruselas, donde ha participado también el exconsejero Toni Comín, eurodiputado por Junts, como Puigdemont, se ha celebrado a poca distancia de donde, hace justo una semana, España defendía en un consejo de ministros de la UE su propuesta de hacer idiomas oficiales de la UE el catalán, el euskera y el gallego. La propuesta, una de las condiciones de Junts para apoyar una eventual investidura de Pedro Sánchez, fue presentada por el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, que anunció que, de salir adelante (se requiere una unanimidad que aún está lejos de estar garantizada), se priorizará el despliegue del catalán en las instituciones europeas. Texto: Silvia Ayuso

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