19 ahogados en las playas catalanas: los socorristas reclaman una normativa única
Los expertos piden unos mínimos de formación, de horarios y calendario, condiciones laborales… para que el salvamento sea idéntico en todos los municipios
La playa de la Nova Icaria es de las más pequeñas de la capital barcelonesa. Hay turistas, pero la mayoría de usuarios son bañistas que acuden en familia a pasar el día en la arena. Además, hay un espacio de baño asistido para personas con movilidad reducida. Aquí se encuentra el puesto de socorrismo número 11 de los 21 que hay distribuidos por las diez playas de la ciudad. “La verdad es que uno nunca piensa que se vaya a ahogar”, asegura Antonia Sanz, una barcelonesa que lleva décadas bañándose en esta playa. Nadie espera que un día de ocio puede convertirse en tragedia pero -desde el pasado 15 de junio- han muerto ahogadas 19 personas en las playas catalanas, una cifra de récord. Que algo no funciona es evidente y en el sector del salvamento ya son varias voces las que advierten de la necesidad de una normativa homogénea que marque unos mínimos de formación, de horarios y calendario, condiciones laborales… para que el salvamento sea profesional e idéntico en todos los municipios.
En la última década, más 300 bañistas han fallecido ahogados en Cataluña según los datos de Protección civil. Este 2023 ha arrancado en Cataluña con los peores registros de ahogados que ya van por 19 muertos. De hecho, el informe que mensualmente redacta la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo destaca que en el pasado mes de junio Cataluña fue la autonomía con mayor número de ahogados (diez) seguida de Andalucía (siete) y Valencia y Murcia (con seis ahogados cada comunidad).
En la capital catalana estas malas cifras coincidieron, el pasado fin de semana, con una huelga de socorristas que se desconvocó el domingo después de que la empresa a la que se ha subcontratado el servicio se comprometiera a fichar más personal. Luis Muñoz, el portavoz de los socorristas en huelga, cree saber a qué se debe el aumento de fallecidos en las playas catalanas: “En los últimos meses hay cada vez más afluencia de bañistas y no todos los municipios tienen socorristas o los horarios y el calendario necesario para cubrir todas las franjas”.
Oriol Canals es director de Proactiva Servicios Acuáticos. Su empresa lleva la gestión del socorrismo en las playas de una treintena de ayuntamientos. “Es cierto que los datos nos dicen que se ahoga más gente que el año pasado. Lo que no tengo claro es si todos los muertos son ahogados. Tendríamos que comprobar el estado de salud pública de los bañistas, si han sufrido un golpe de calor, si tenían patologías previas… Lo que es indiscutible es que hay más fallecidos en el entorno acuático”, concluye. Canals es crítico con la gestión del salvamento que se realiza en España: “Cada Ayuntamiento licita su servicio y determina un calendario que a veces empieza a finales de junio cuando la gente lleva bañándose semanas”. Canals considera que debería legislarse unos mínimos de obligado cumplimiento para todos los ayuntamientos y unos requisitos para acreditar a un socorrista. “En Cataluña hay que obtener una Formación Profesional, pero cada autonomía marca cual es la titulación profesional”, denuncia. Canals entiende que como “muy mínimo” debería obligarse a que los ayuntamientos con playa estén obligados a tener un servicio de socorrismo entre el 15 de junio y el 15 de septiembre. “Es cierto que no todas las playas necesitan los mismos servicios. Por ejemplo, en la Costa Brava hay más peligro de politraumatismos que en la Costa Dorada. Pero necesitamos unos mínimos que sean iguales en toda la cosa. Hoy hay playas que tienen casetas para el servicio de socorrismo sin luz ni agua”, denuncia.
La playa de Bogatell es una de las más grandes de la capital catalana. Mónica es italiana y ha venido con unas amigas a pasar una semana de vacaciones. “No puede ser verdad. El agua está muy tranquila. Es imposible ahogarse”, defiende desde la toalla tendida muy cerca del puesto de vigilancia número 11 de las playas de Barcelona.
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, pidió el martes “extremar la precaución” en playas y piscinas. En una rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Consejo Ejecutivo, Aragonès recordó que Protección Civil trabaja con los ayuntamientos –que son los que tienen la competencia de la vigilancia de las playas- y con los titulares de las piscinas en medidas para evitar los ahogamientos. “Trabajamos para seguir reforzando al máximo los servicios de vigilancia y de atención y, sobre todo, para dar una respuesta rápida. Pedimos a la ciudadanía que siga siempre las indicaciones”, explicó el presidente.
Los profesionales del sector piden, sobre todo, una normativa uniforme e igualitaria para todos los municipios. “Otro de los problemas es el de personal. Al final, los socorristas acaban cobrando 1.300 euros al mes y solo tienen empleo cuatro meses al año”, lamenta Canals.
En Tarragona falleció el martes un bañista en la playa del Miracle. Esta nueva muerte obligó a la alcaldesa accidental, Montse Aran, a reunirse con la Cruz Roja para analizar el aumento de la mortalidad en las playas y acordar ampliar en una hora el servicio de socorrismo en todas las playas de la ciudad. Antes cerraba a las 19.00 y ahora será a las 20.00. También se instalarán carteles informativos y se reforzará la petición por precaución por la megafonía de las playas.
En la playa del Somorrostro, en frente del Hospital de Mar en el barrio de la Barceloneta, una anciana de 88 años murió el lunes de la semana pasada ahogada. El domingo nadie de los consultados en el Somorrostro por EL PAÍS conocía la noticia. A ningún bañista le daba el menor miedo meterse en el agua. “Era una señora muy mayor”, zanjaba uno de los usuarios después de haberle recordado la noticia. Este 2023 está siendo el más mortal en las playas y piscinas catalanas.
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