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La ampliación del aeropuerto de El Prat vuelve al punto de partida

El PSC y ERC pactan crear una comisión técnica para estudiar el futuro de las instalaciones “sin apriorismos”

Aeropuerto de El Prat
Un avión pasa sobre la Ricarda, una zona protegida junto al aeropuerto de El Prat.Albert Garcia Gallego
Dani Cordero

El debate sobre la ampliación del Aeropuerto de El Prat, de Barcelona, vuelve a la casilla de salida, incluso a la de antes del verano de 2021 cuando el preacuerdo de 1.700 de millones para invertir en la infraestructura saltó por los aires. El acuerdo anunciado este miércoles por ERC y el PSC es un juego de cesiones. Los primeros asumen que el aeropuerto esté en la negociación presupuestaria y los segundos renuncian a hablar directamente de ampliación. Pero obligará a ambos partidos a integrar una comisión técnica para abordar el futuro del aeródromo con dos premisas básicas: “transformar” o “modernizar” el aeropuerto “para que gane capacidad” y hacer los trabajos necesarios “sin apriorismos”.

Ambos partidos resolvieron el último asunto que mantenía en la incertidumbre a los Presupuestos con un único párrafo que ni se refería a la pista de aterrizaje y que tampoco hablaba del espacio protegido de La Ricarda, cuya afectación por la ampliación mencionada por Aena hizo saltar el pacto entre la Generalitat y el Gobierno. La única referencia es: “Poniendo especial cuidado en la preservación del espacio natural protegido del Delta del Llobregat”. En ese punto es esencial concretar si la laguna de La Ricarda continuará siendo irreemplazable donde está, como han defendido hasta ahora los republicanos, o si se podría trasladar a otro lugar.

“No sé si es un sí a la ampliación de ERC o un psé ante las peticiones del PSC”, señalaba con escepticismo un especialista en materia de infraestructuras que trabaja en una de las grandes asociaciones catalanas. Un representante patronal más optimista consideraba: “Todo el mundo sabe que aumentar capacidad quiere decir ampliar la pista”. El alcalde de El Prat, Lluís Mijoler, contrario a esa ampliación, daba por hecho que el acuerdo descarta “la propuesta depredadora” de Aena. Y desde el gestor aeroportuario se mantenían al margen de las decisiones. “En este momento, todo lo relacionado con el futuro del aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat está en el ámbito institucional y todavía no es momento para que el gestor aeroportuario se pronuncie técnicamente”, señaló una portavoz.

La incertidumbre es total y queda a expensas ahora de lo que pueda acordar esa nueva comisión técnica. Esta tendrá la ardua tarea de crear una propuesta de consenso y, si esta acaba convenciendo a Aena, elevarla a documento oficial a través de un nuevo plan director del aeropuerto. A partir de ahí, el gestor aeroportuario, controlado por el Estado incluiría ese proyecto en su próximo Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA), con el que fija las tasas que cobra a sus clientes en función de la necesidad inversora, que no verá la luz hasta 2027. Cuatro años de tiempo.

Hay otro elemento importante en el que están de acuerdo ERC y PSC. Que la Generalitat tenga representación en la gobernanza de los aeropuertos catalanes (Barcelona, Reus y Girona), lo que supondría crear un órgano diferente al consejo de administración con cierta capacidad de control.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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