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Los ‘wasaps’ de Núria Marín revelan su “apoyo incondicional” a los investigados por corrupción en L’Hospitalet

La alcaldesa del PSC mantuvo informados a Salvador Illa y Miquel Iceta de los avances del caso

Alcaldesa L Hospitalet Nuria Marin
La alcaldesa de L'Hospitalet, Núria Marín, en un acto de homenaje al consejero delegado de GSMA, John Hoffman.David Zorrakino (Europa Press)

La alcaldesa de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona), la socialista Núria Marín, mostró su “apoyo incondicional” a los dos concejales de su gobierno investigados por presunta corrupción en el Consell Esportiu de L’Hospitalet (CELH). Marín intercambió una “ingente cantidad de mensajes” con los ediles bajo sospecha a través de WhatsApp. La alcaldesa compartió información sobre el avance del proceso penal, se preocupó por ellos y les brindó su “protección” ante la presión política y mediática desatada por el escándalo. Estas son las conclusiones del Cuerpo Nacional de Policía tras examinar su teléfono móvil. Pese a ese informe, que fue entregado al juzgado y al que ha accedido EL PAÍS, la Fiscalía ha pedido que se archive la causa contra Marín, que permanece investigada por no perseguir a tiempo las irregularidades. Según el ministerio público “no hay ni un solo dato” que apunte a una actuación delictiva de la alcaldesa.

Jaume Graells, ahora candidato de ERC, era en febrero de 2020 teniente de alcalde y responsable de revisar las cuentas del CELH, una entidad privada sin ánimo de lucro que promueve el deporte escolar en la ciudad, pero que en la práctica ha estado muy ligada al Consistorio y al Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC). “Núria, necesito hablar contigo. He recibido información de anomalías. Mínimo una hora porque tiene tela”, le escribió Graells por WhatsApp. Al día siguiente, fue recibido en el despacho de la alcaldesa, que, sin embargo, “no recogió la documentación” que quiso entregarle, según la policía. En su declaración ante el juez, Marín dijo que actuó con diligencia porque ordenó revisar la documentación de la entidad, encargó una auditoría y se entrevistó con los señalados, que negaron los hechos.

Graells insiste. Pasa el tiempo y no se hace nada, se queja. Los responsables del CELH ganan tiempo. Tres meses después de hablar con Marín, Graells denuncia los hechos ante la Policía: hay un desfase en las cuentas de medio millón de euros y numerosas irregularidades contables. La más grave es el pago ilegal de una indemnización de 47.000 euros al exdirector del organismo y concejal de Deportes Cristóbal Plaza que fue aprobado por el segundo teniente de alcalde de L’Hospitalet, Cristian Alcázar, persona muy cercana en aquel momento a la alcaldesa. Por esa indemnización, la Fiscalía pide cuatro años y medio de cárcel para cada uno.

Activada la vía judicial, Marín ignora casi por completo a Graells, con quien apenas intercambia mensajes. A la policía le resulta incomprensible esa ausencia de “empatía”, sobre todo si se compara con la “atención, apoyo y cierta protección” que brinda a los dos concejales investigados durante los meses siguientes: el análisis del teléfono móvil se detiene en diciembre de 2020, momento en que Marín fue citada de declarar como detenida en comisaría. La complicidad entre los investigados y la alcaldesa de L’Hospitalet es tal que incluso Plaza le confirma que habían falseado el acta de una asamblea del CELH que no se había celebrado y que se presentó ante la Generalitat para la rendición de cuentas de la entidad. Marín responde con un emitocono de aprobación.

Contactos con Illa e Iceta

Marín, que también preside la Diputación de Barcelona, “se mantiene informada en todo momento de lo concerniente al CELH” y “eleva la información a los máximos responsables del PSC”. Ante hechos especialmente relevantes, la alcaldesa se comunica con el entonces ministro de Sanidad, Salvador Illa, y con el que fue primer secretario del partido, Miquel Iceta, hoy ministro de Cultura. Por ejemplo, el día antes de acudir a declarar: “Estoy en el despacho, ¿me puedes llamar o te llamo? Necesito comentarte un tema”, les dice a ambos. La policía subraya que todos ellos prefieren hablar a través de un teléfono fijo.

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Tanto Illa como Iceta evitan escribir a Marín valoraciones por teléfono, pero por los comentarios de ella, la policía entiende que estaban informados de la situación de los investigados. “¡La denuncia la hizo la parejita!”, escribe Marín a Illa, en referencia a Graells y a la otra denunciante, la empleada del CELH Mercedes Hernández, con quien había mantenido una relación sentimental. “Hablamos por la noche”, responde el actual líder del PSC.

La alcaldesa y los ediles investigados “se mantienen informados de todas las novedades” en una serie de comunicaciones que muestran que su relación va “más allá de lo estrictamente laboral”. La policía detuvo a Plaza y a Alcázar en junio de 2020 por las irregularidades del CELH. Marín se interesa por Plaza: “¿Qué tal? ¿Todo bien?” El edil le responde: “No paran de sonar mensajes de apoyo. Hoy paseando por el Gornal [un barrio de L’Hospitalet] un grupo de gitanillos de la petanca dándome ánimos casi me emociona. La unión de todos nos da mucha fuerza”. “Pues sí”, contesta la alcaldesa.

Más wasaps comparte con el segundo teniente de alcalde. Alcázar le explica cómo ha ido la reunión con los abogados, le resume la declaración de Graells, le agradece que se haya retrasado su comparecencia en una comisión del Parlament. “Hicimos algunas gestiones”, le dice Marín. En septiembre, Alcázar debe declarar ante el juez y dice sentirse “incómodo”. “Tú, tranquilo, irá bien”, le escribe la alcaldesa, que después escribe a su jefa de gabinete: “Parece que les ha ido bien. Estamos contentos. Están los dos contentos”.

La Fiscalía pidió este mayo al juzgado de instrucción que archive la causa contra Marín defendiendo que esta actuó de forma correcta: “No hay ni un solo dato que permita deducir, nunca suponer o presumir, que por parte de la investigada se actuó en flagrante o evidente contradicción con el Derecho”. El ministerio público añadió que la alcaldesa actuó “sin ningún ánimo de ocultación de los hechos que se pusieron en su conocimiento y, en consecuencia, sin hacer dejación de sus funciones”.

Cristóbal Plaza dimitió en diciembre de ese año. Alcázar no dejó su cargo hasta el pasado mes de abril, una vez que la Fiscalía pidió cuatro años y medio de cárcel para él en una causa en la que ejerce la acusación el grupo de En Comú Podem de L’Hospitalet. El segundo teniente de alcalde también renunció como primer secretario del PSC. Graells, por su parte, ha sido fichado por Esquerra Republicana para ser su candidato en las elecciones municipales de 2023.

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