Las atmósferas etéreas de Turner envolverán el MNAC de Barcelona
El pintor inglés protagonizará la exposición más destacada de la temporada en el museo, junto a las dedicadas a Borrassà, Carracci, Feliu Elías y Mey Rahola
El pintor londinense William Turner (1755-1851) está considerado, junto con el español Joaquín Sorolla y el holandés Johannes Vermeer, uno de los llamados “pintores de la luz”. En sus obras, casi todos paisajes, es posible captar la atmósfera y la naturaleza de forma abstracta y etérea, como si estuviera envuelta en una nube de polvo que impide ver con nitidez la escena, pero que la llena de misterio. A este pintor de estilo reconocible, pero que no se ha podido contemplar poco en nuestro país (en el Prado en 2010), le dedica el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) una gran exposición con un centenar de sus obras, pinturas, dibujos, esbozos y grabados en una muestra organizada junto a la Tate de Londres que se podrá ver a partir de mayo. “No es un recorrido en la obra del pintor, sino que se centra en captar aquello que no se ve; la atmósfera del lugar”, ha explicado Pepe Serra, director del MNAC en la presentación de los hitos que marcarán su museo a lo largo de 2022.
Coincidiendo con esta muestra el museo también expondrá una gran selección de 80 dibujos del siglo XIX de autores fascinados y sensibles con la naturaleza. “Son dibujos de nuestra colección que no se exponen normalmente, pero que ahora tienen todo el sentido, para dialogar con la obra de Turner”, siguió Serra.
Durante la presentación de la temporada, en la que está previsto llevar a cabo una docena de proyectos expositivos, Serra aseguró que está seguro “que está a punto de desencallarse la ampliación del centro”, en el Pabellón Victòria Eugènia que le permitirá sumar 30.000 metros cuadrados, aprovechando los cambios que Fira de Barcelona prevé hacer en sus instalaciones. También que la temporada contará con 16 millones de euros de presupuesto (medio millón más que en 2021; mientras que en 2008, hace 14 se alcanzaron los 21 millones), de los cuales solo 2,1 son para programación, por lo que Serra no ha dudado en calificarlo de “ridículo”.
El museo expondrá, después de que la pandemia lo haya ido posponiendo, una ambiciosa muestra sobre una obra que está dividida entre el MNAC y el Prado. Por eso se expondrá en los dos museos y luego viajará a Roma. Se trata de La Capilla Herrera pintada alrededor de 1605 por Annibale Carracci que se podrá ver por primera vez completa desde que se arrancaron en 1830 las pinturas que hizo para esta capilla de la iglesia de Santiago de los Españoles de Roma y que acabaron separadas (siete fragmentos en Madrid y nueve en Barcelona) cuando llegaron a España. Tras verse en el Prado, de marzo a junio, viajarán a Barcelona entre julio y octubre y luego volverán al palacio Barberini de Roma temporalmente.
La oferta expositiva del centro se completará con las muestras dedicadas a artistas como al pintor, dibujante, caricaturista y crítico de arte Feliu Elías, en una exposición que tendrá una segunda sede en el Museo de Arte de Sabadell (noviembre a marzo 2023); otra dedicada a la desconocida pero moderna fotógrafa Mey Rahola, que tendrá también segunda sede en el Museo del Empordà de Figueres (octubre-mayo 2023), mientras que un pintor gótico como Lluís Borrassà (1360-1424), que hasta hace poco estaba representado por una sola obra en el MNAC, será motivo de una exposición en la que podrán verse las dos nuevas incorporaciones realizadas en 2020 por la Generalitat de dos obras pertenecientes a otros tantos retablos de la catedral de Barcelona. Junto a ellas se verán otras piezas tras comprarlas recientemente y obras provenientes de su taller que servirán para hablar de la pintura en la baja edad media, de sus modelos y de su forma de representarlos. Se podrá ver entre diciembre y mayo de 2023.
También habrá muestras sobre dos donaciones recientes al museo: la del archivo de Hermen Anglada Camarasa y la de unas 50 obras Benet Rossell, después de que tras morir el pintor dejara escrito que el museo podía quedarse con las que quisiera.
Durante la presentación Pepe Serra, al frente del museo desde hace nueve años y medio, y a punto de renovar, no teme por su continuidad: “estamos trabajando con buena sintonía con la Generalitat y el Ayuntamiento”, dos de las tres administraciones presentes en el patronato del museo. “La Generalitat ha aumentado su participación en el presupuesto un 20%”, aunque ha destacado que los ingresos no son como los de 2019: “Antes ingresábamos unos 5,5 millones y ahora solo dos”, ha dicho. Y ha apuntado el hecho de que con el aumento de las tarifas eléctricas la factura de la luz ha aumentado medio millón de euros.
De la tercera administración, el Ministerio de Cultura, ha sido crítico, al asegurar que está lejos de cumplir con su obligación de aportar el 30% del presupuesto total. “Nos está fallando, como siempre. Debería de aportar un millón más al año, que es lo que le toca”. Según explicó en cada reunión del Patronato se plantea la situación y los vocales del Ministerio toman nota y aseguran que se arreglará, “pero no lo hacen”, ha dicho. Según los estatutos el 50% lo aporta la Generalitat, el 30% el Ministerio y el 20% el Ayuntamiento. La deuda acumulada por el Estado es de 8,4 millones de euros. También que están muy lejos de ese 30% teórico. “El último año que se acercaron fue 2012, con el 29,1%”, explican desde el museo.
Serra, al hablar de la ampliación de su museo ha dicho que ha de servir para replantear el sistema museístico actual que ha calificado de “obsoleto”. Y repitió su idea de que “la pandemia ha puesto en evidencia que el sistema de financiación de los museos no puede depender de los turistas” y que la montaña de Montjuïc necesita un replanteamiento para que “comience a ser ciudad”, algo que ha de suceder, por necesidad, de cara a 2029, cuando se cumplen 100 años de la Exposición Internacional de Barcelona y ante la transformación que va a llevar a cabo Fira de Barcelona en su recinto. “Hace falta coraje y una ambición que no se si hay”, ha dicho, ya que para Serra el Ayuntamiento “no ha hecho nada en Montjuïc en nueve años y medio”.
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