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Junts rechaza acudir a la mesa de diálogo y agrava la crisis del Govern

El Gobierno central respalda al president Aragonès tras excluir del órgano a sus socios por proponer a políticos indultados. Sánchez advierte que el diálogo será “largo” y conviene no ponerse plazos “para evitar frustraciones”

Desde la izquierda, Josep Rull, Jordi Sànchez y Joaquim Forn, en la ofrenda floral ante la estatua de Casanova el 11 de septiembre. En vídeo, Sànchez explica la postura de Junts sobre la mesa de diálogo. Foto: MASSIMILIANO MINOCRI / EL PAÍS | JXCAT

Nuevo cisma en el Gobierno de la Generalitat, esta vez a cuenta de quién participará en la mesa de diálogo con el Gobierno este miércoles. Junts per Catalunya ha anunciado a primera hora de este martes que sus representantes eran el vicepresidente del Govern Jordi Puigneró; dos de los indultados del procés: el secretario general de la formación, Jordi Sànchez; y el exconsejero Jordi Turull; y la portavoz del partido en el Congreso Míriam Nogueras. El president, Pere Aragonès, ha rechazado estos nombres ya que, técnicamente, todos los miembros debían formar parte del Govern. Ni Sànchez, ni Turull —inhabilitados— forman parte del Ejecutivo catalán y Nogueras es diputada. La tensión ha llevado a interrumpir la reunión del Consell Executiu. Finalmente, el president ha excluido a Junts del encuentro si no rectifica. “La mesa de diálogo tiene que estar formada por miembros de los gobiernos”, ha recordado Aragonès en una intervención en la Galería Gótica del Palau de la Generalitat. Junts ha aclarado esta tarde que no dará marcha atrás y ha acusado al Gobierno y a La Moncloa de haber vetado a los miembros que postulaban para la mesa.

“Después de lo que ha ocurrido hoy creo que todos aquellos que realmente creemos en el diálogo tenemos claro que el diálogo va a ser largo. Por lo tanto, para evitar frustraciones no nos pongamos plazos y mucho menos dos años. Lo que ha ocurrido en estos últimos 10 años no lo vamos a resolver en dos años ni en tres ni en cuatro”, ha apelado Pedro Sánchez a la prudencia ante la gravedad del último desencuentro entre ERC y Junts. El presidente del Gobierno ha reiterado en la sesión de control del Senado la “voluntad, actitud y determinación” del Ejecutivo para tratar de resolver la crisis territorial en Cataluña.

Previamente desde La Moncloa, que en todo momento mantiene una estrecha interlocución con el equipo de Aragonès, se mostraron satisfechos por la decisión del president, que ha evitado el problema grave de tener que decidir si los ministros iban o no a la mesa. En el Gobierno lo ven como un problema interno entre ERC y Junts, y por eso apoyan que sea Aragonès quien se haya ocupado en persona de resolverlo. “El marco siempre ha sido el de dos delegaciones de trabajo de ambos gobiernos. No entendemos otro marco, por eso apoyamos la propuesta que acaba de lanzar el president de la Generalitat”, ha señalado la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, que estará también en la delegación como ministra de Política Territorial.

En todo momento Rodríguez ha dejado claro que el Ejecutivo no habría acudido a una cita que no fuera entre gobiernos, pero ha querido evitar meter más presión y ha dejado todo en manos de Aragonès. “No podemos hacer una valoración de la delegación de la Generalitat. Ellos son los que tienen que organizar sus mesas de trabajo sabiendo que son mesas de Gobierno. El Gobierno de España va con el mejor ánimo”. El Ejecutivo confirma que primero habrá una reunión de los dos presidentes, más tarde una comparecencia pública con preguntas, y después ambos se incorporarán a los trabajos de la mesa, pero enseguida la abandonarán para dejar que sean sus delegaciones quienes terminen el encuentro.

En el caso del Gobierno, será Félix Bolaños, ministro de Presidencia, quien encabece la delegación cuando Sánchez abandone el Palau de la Generalitat. Bolaños ha sido el negociador principal del Ejecutivo para llegar a este acuerdo sobre la mesa, que ha saltado por los aires con el boicot de Junts. “Cataluña no puede quedarse al margen de la recuperación. Es ilusionante afrontar un proceso de modernización de nuestra economía, esta es la agenda de trabajo que llevamos”, ha insistido Rodríguez. Este episodio está reforzando la alianza entre el PSOE y ERC, sobre todo porque, desde la visión de La Moncloa, Aragonès está cumpliendo el acuerdo que se ha alcanzado entre los equipos y que incluye que Sánchez irá a Barcelona, como querían los republicanos. En principio solo lo hará en esta primera reunión —aunque sea la segunda, se entiende que es la primera de un nuevo ciclo con Aragonès como president— y después ya serán las delegaciones las que continúen los trabajos en las próximas citas, o al menos esos son los cálculos del Ejecutivo.

Mientras, en Barcelona la tensión entre los dos socios no para de crecer. “Tenemos una oportunidad y no la pienso desaprovechar”, ha resumido Aragonès en una comparecencia. El presidente catalán ha dejado claro que, de entrada los miembros de la mesa de diálogo por la parte catalana serán exclusivamente los designados por ERC, todos ellos miembros del Govern. Se trata de la consejera de Presidencia, Laura Vilagrà, y el de Trabajo, Roger Torrent. “La puerta de la delegación está abierta para otros miembros del Gobierno que proponga Junts per Catalunya”, ha dicho el presidente catalán. Para Aragonès, pero especialmente para el Gobierno central, era políticamente muy complicado sentar en la mesa a dos de los condenados por el procés y que posteriormente fueron indultados.

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En vídeo, las declaraciones de Aragonès este martes.Vídeo: EFE/Quique Garcia / Quality

Una vez designados los representantes de Junts, el Gobierno catalán tenía previsto aprobar este martes la composición definitiva de su lado del foro de diálogo, en el que finalmente participará el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, según confirmó él mismo el lunes en una entrevista en TVE. Junts había supeditado dar a conocer a sus representantes a que Sánchez confirmara su asistencia. Además del presidente del Ejecutivo, asistirán la vicepresidenta Yolanda Díaz (Unidas Podemos) y los ministros Félix Bolaños, Miquel Iceta, Raquel Sánchez, Manuel Castells e Isabel Rodríguez. La reunión continúa sin tener orden del día ni hora. Junts ha celebrado a las 7.30 de la mañana una ejecutiva en la que ha nombrado a sus representantes. Jordi Sànchez considera que ha sido el Gobierno y La Moncloa quienes han “vetado” a los miembros de Junts. “No vamos a desfallecer y tendemos la mano al president pero no vamos a modificar nuestra delegación”, ha dicho.

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La elección de Sànchez y Turull ha caído como una bomba en ERC. En el entorno de Aragonès han advertido nada más conocerse la propuesta de Junts que el president estaba molesto con el fondo y con las formas empleadas por el partido de Carles Puigdemont, una formación que nunca ha dudado en expresar su escepticismo hacia el diálogo con el Gobierno central. Señalan estas fuentes que el acuerdo era enviar a la mesa de diálogo a miembros de ambos Ejecutivos, no dirigentes de partidos, como sí sucedió en la reunión con Quim Torra en 2020.

Esas mismas voces también lamentan que Junts haya hecho públicos los nombres de sus representantes antes de acordarlo en el Consell Executiu. El acuerdo de legislatura entre ERC y Junts expone que la delegación catalana en la mesa será elegida “por consenso” y que será nombrada por el Govern con voluntad de representar la “pluralidad” del proyecto independentista y “defender los grandes consensos en favor de la autodeterminación y la amnistía de la mayoría del 80% de la ciudadanía”. Junts esgrime ese documento para argumentar que no estaba escrito que los miembros de la delegación del Govern tenían que ser consejeros. En su intervención. el president ha recalcado que desde julio pide que la composición de la mesa esté formada por miembros del Govern por una cuestión de legitimidad y ha esgrimido que en ese acuerdo también se apela a que se actuará con lealtad.

Marta Vilalta, portavoz de Esquerra, ha pedido a Junts que se sume a la mesa. “No es un momento de frivolidades y maniobras para hacer descarrilar la mesa”, ha dicho en declaraciones en el Parlament mientras reclamaba a Junts lealtad con el “president, con el país y con los acuerdos”. “Nosotros no nos vamos a rendir. Hay que aprovechar todas las vías”, ha afirmado subrayando la oportunidad “histórica” que se le presenta al independentismo y ante el escepticismo de Junts. Gabriel Rufián, portavoz de los republicanos en el Congreso, ha evitado pronunciarse hasta en cinco ocasiones sobre la presencia en la mesa de Sànchez, Turull y Nogueras. “Máxima confianza en el president de la Generalitat, la única certeza, lo único real y tangible es que por primera vez un presidente del Gobierno se va a sentar en una mesa de diálogo y de negociación con las máximas autoridades, en parte, del Govern para tratar el conflicto político entre el Estado español y Cataluña”, ha afirmado Rufián. La sensación ―según las fuentes consultadas en la cúpula de ERC, que no había sido informada previamente de la designación de los dos indultados― es que se trata de la constatación del rechazo de Junts a la mesa. En medio de esta última crisis entre los socios del Govern, Rufián ha advertido de las consecuencias que tendría el fiasco de la mesa, que solo se ha reunido en una ocasión, en febrero de 2020. “Que nadie crea que el hipotético fracaso de la mesa sería un fracaso del independentismo, lo sería sobre todo de la izquierda española, que volvería a decepcionar como ya hizo con el Estatuto de autonomía”, ha remarcado. “De la decepción con el Gobierno de Zapatero muchos federalistas dieron el paso hacia el independentismo”, ha sentenciado.

“El gesto de hoy de Pere Aragonés ha constatado que con Junts no se puede ir ni a la esquina”, ha afirmado este martes contundente Jessica Albiach, presidenta del grupo parlamentario de En Comú Podem. Albiach ha celebrado que ERC haya plantado cara a los posconvergentes y ha perdido al presidente de la Generalitat que aparte a Junts de las negociaciones con el Gobierno “de forma definitiva”. “No se puede empezar la mesa de diálogo con quien la quiere dinamitar”, ha añadido Albiach, “si queremos que esta sea la legislatura del diálogo, tenemos que protegerlo, y esto pasa porque Junts quede fuera de la mesa de diálogo de forma definitiva”.

Mireia Vehí, portavoz de la CUP en la Cámara baja, ha reiterado el “escepticismo” de la formación antisistema y cree que la mesa será “un paripé”. De hecho, los anticapitalistas han anunciado una movilización mientras se celebra la reunión. Nacho Martín Blanco, diputado de Ciudadanos, ha considerado una “provocación” la decisión de Junts, pero ha matizado que lo grave es que Sánchez acepte y se someta “al chantaje de los separatistas”. El PDeCAT también ha reaccionado atónito a la decisión de Junts. “Lo que estamos viendo es un espectáculo lamentable, alimenta todos los discursos que no buscan ninguna solución en Madrid. Que en estos momentos haya una discusión en los medios a 24 horas de que se celebre la reunión da una imagen muy lamentable del Govern y me duele el corazón”, ha afirmado su portavoz, Ferran Bel. “Debería ser una mesa del Govern, no se puede dejar la composición de la mesa para las últimas 24 horas. Cuando haces esto te puede pasar lo que ha pasado… El daño que se está haciendo es irreparable y avergüenza a muchos catalanes. ¿Qué espera el Govern? En La Moncloa se tienen que estar partiendo de risa”, ha sentenciado.

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