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Menos fútbol y cemento y más verde en los patios de los colegios de Barcelona

El Consorcio de Educación transforma los espacios de ocio de 12 escuelas y los abre a la ciudad

Obras de reforma en el patio del colegio De les Aigües de Barcelona, para convertirlo en más coeducativo y verde, este miércoles.
Obras de reforma en el patio del colegio De les Aigües de Barcelona, para convertirlo en más coeducativo y verde, este miércoles.Joan Sanchez
Clara Blanchar

Barcelona se suma a la apuesta que persigue que los patios de las escuelas dejen de ser una losa de cemento en la que el fútbol es el rey y solo se utiliza para el recreo y la educación física. El objetivo es que pasen a ser un lugar más verde, con sombra, tarimas y pérgolas de madera... y con diversidad de posibilidades de juego. Y además lo hace en proyectos diseñados entre la administración, profesores, alumnos, familias y asociaciones deportivas y de ocio.

El Consorcio de Educación (en el que participan el Ayuntamiento y la Generalitat) está transformando este verano 12 patios de escuelas públicas, que se sumarán a los 11 que en 2020 se convirtieron en refugios climáticos a disposición los vecinos en casos de ola de calor.

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Para dar una idea de la transformación, el Consorcio señala que se han plantado 150 árboles: los que hay en cuatro manzanas del Eixample. La inversión de las obras de 2,5 millones de euros y la idea es reformar 15 patios más el año que viene. A medida que los patios van siendo reformados, se abrirán a usos como equipamientos de barrio (como los patios abiertos que ya funcionan los fines de semana y en vacaciones) o como refugios climáticos.

Una cuestión no menor es que, subraya el Consorcio, “todas las mejoras garantizan la pista polideportiva, para realizar actividad física deportiva en horario lectivo y extraescolares para garantizar la práctica deportiva en edad escolar”.

La comisionada de Educación del Ayuntamiento, Maria Truñó, que además es la responsable del programa Transformemos los patios. Espacios más naturalizados, coeducativos y comunitarios, argumenta el porqué de los cambios: “Dar centralidad a un espacio importante en la dinámica de las escuelas, que estén más conectados con los proyectos educativos, promuevan otras oportunidades de aprendizaje, de juego, de actividades deportivas”. Y resume: “Son entornos de aprendizaje que tienen mucho más potencial de lo que se están utilizando”.

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Lucha contra la emergencia climática

Truñó recuerda además “la lucha contra la emergencia climática, que debe aprovechar cualquier oportunidad de añadir verde a los espacios y equipamientos públicos: árboles, pavimentos más blandos y permeables”. “Las escuelas están muy satisfechos con el poder transformador del espacio físico”, celebra.

Sobre la cuestión de romper la hegemonía del fútbol, en los procesos participativos en los centros hay “tira y aflojas”: pero no solo en el debate sobre el tamaño de la pista deportiva o el protagonismo del fútbol, relata Truñó. Fuentes de la Federación Catalana de Fútbol (FCF) aseguran que no conocen el proyecto y que no debería afectar a la actividad federativa, pero apuntan a que “los clubes tienen problemas para crecer por falta de campos en Barcelona”, informa Bernat Coll.

Francina Martí, presidenta de la Asociación Rosa Sensat, que ha participado en el proyecto, considera que la revolución que viven los patios “es síntoma de cómo hemos entendido la educación y cómo al pensar en escuela pensábamos en una clase, un docente, mesas y sillas”. “Las escuelas han vivido de espaldas al medio, pendientes de otras prioridades, y afortunadamente ahora el patio gana protagonismo y la parte más curricular o de contenidos cuenta con él, además de repensarlo en clave de igualdad”, aplaude.

Desde la AFA de la escuela Auró del Eixample, Idoia Villanueva, celebra la mejora de los patios pero lamenta “la rapidez del proceso participativo”. A la “expectativa” por ver el resultado, considera, vista la propuesta técnica, que “la intervención mejora el espacio pero es modesta, no se puede hablar de refugio climático”.

Las seis claves para mejorar un espacio

Convivencia. Equidad de género en el juego, romper roles, gestión positiva del conflicto. Corresponsabilizar a los alumnos del mantenimiento.

Diversidad de ambientes. Materiales estimulantes para el juego autónomo. Para todas las edades y capacidades.

Verde, tierra y agua. Plantas, árboles, superficies blandas, tierra, permeabilidad. Agua para beber, jugar y experimentar. Juegos con materiales naturales.

Confortable. Sombra en verano, sol en invierno, bancos, rincones con calma. Fuentes, tarimas, cajas con juegos. Fácil acceso desde las aulas.

Distribución equilibrada. Espacios de calidad para todos los usos, todos con perspectiva de género y accesibles. Combinación de estructuras fijas y móviles.

Usos comunitarios. Versatilidad: educación física, aula al aire libre, fiestas, extraescolares. Abiertos al entorno cuando la escuela está cerrada.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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