Retenciones en Barcelona ante una operación salida de la verbena de Sant Joan con cifras prepandémicas

La autopista AP-7 y la rondas de Barcelona concentran retenciones este miércoles por la tarde ante una operación salida del puente de la verbena de Sant Joan en la que el Servicio Catalán de Tráfico (SCT) ha estimado que 525.000 vehículos saldrán de la capital catalana. La cifra, calculada con una estimación similar a la de 2019, antes de la pandemia, ha requerido que el Departamento de Interior haya establecido 1.332 controles en las carreteras, con la participación de 1.760 efectivos. A las siete de la tarde han salido 150.332 vehículos de Barcelona, un 28,6% de la previsión total hasta el jueves al mediodía.

La AP-7 registra varios tramos de congestión: 20 kilómetros a la altura de Montornès del Vallès en dirección Girona y 15 en sentido Tarragona a la altura del Papiol. En las rondas de Barcelona, destaca la gran afluencia de coches en el Nus de la Trinitat. También hay retenciones en la A-2 en dirección Lleida, a la altura de Sant Vicenç dels Horts.

Interior desplegará 2.030 mossos con motivo de la verbena de Sant Joan de esta noche, en la que se realizarán 67 controles en las carreteras con 389 agentes, mientras el cuerpo de Bomberos dispondrá de 625 efectivos, un 176 % más de un día normal, para una celebración que coincide este año con un puente en el que se prevé una gran movilidad.

El conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, ha presentado este miércoles el dispositivo especial para la verbena de Sant Joan que precede un puente de cuatro días, acompañado por mandos de los Mossos d’Esquadra, de los Bomberos de la Generalitat, de Protección Civil, de los Agentes Rurales y de Tráfico. En cuanto al dispositivo concreto para la verbena de Sant Joan de esta noche, se desplegarán 2.030 efectivos de los Mossos d’Esquadra entre agentes de seguridad ciudadana, de orden público y de tráfico. Así, se realizarán 67 controles en las carreteras entre las 22:00 horas de hoy y las 10:00 de mañana, 24 de junio, en los que participarán 389 policías, mientras que los agentes de seguridad ciudadana y orden público se centrarán en los lugares en los que se prevean mayores aglomeraciones y velarán por el cumplimiento de las medidas contra la covid-19, entre otras funciones.

Los efectivos en el cuerpo de Bomberos se han incrementado un 176% respecto a un día normal, de manera que se contará con 625 bomberos en una noche especialmente delicada en cuanto al riesgo de incendio por las hogueras y los petardos, incremento de plantilla que se reforzará con la apertura de los parques de voluntarios. Se ha dimensionado también el teléfono de emergencias 112, puesto que Sant Joan y el 31 de diciembre son las dos noches del año en las que se reciben un mayor número de llamadas por incidencias de diversa índole, de manera que en algunas franjas horarias el volumen de personal llegará a tener un aumento del 280% respecto a una noche normal.

Llamamiento a la “precaución” per el coronavirus

Pese a que las playas son competencia municipal, Elena ha insistido en que la recomendación de Interior y de Salud a los ayuntamientos es que, si no pueden garantizar los controles de acceso así como las medidas de seguridad y las vinculadas con la pandemia, es que estas se cierren durante la verbena. En una noche de celebración y de gran tradición en Cataluña como la de Sant Joan, el conseller ha hecho un llamamiento a la “prudencia”, la “precaución” y la “responsabilidad”, porque el virus sigue “vivo y circulando”, pese a la mejoría en la evolución de la pandemia y al buen ritmo de la vacunación.

En el contexto de la pandemia, Protección Civil recomienda que la verbena de Sant Joan se celebre en grupos pequeños de familiares y/o amigos con un máximo de 20 personas, evitar las fiestas multitudinarias o no utilizar gel hidroalcohólico en el momento de manipular material pirotécnico.

En la medida en que Sant Joan coincide este año con un puente de cuatro días, y una vez suprimidas las restricciones de movilidad con el fin del Estado de alarma, Interior prevé que el flujo de vehículos de salida y de entrada del área metropolitana de Barcelona sean similares a los porcentajes de 2019, aunque las estimaciones siempre dependen también de la meteorología y de los días en los que cae el puente.