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La soprano que canta a lo sanitarios y a las cajeras de supermercado desde la ventana

Begoña Alberdi interpreta ópera, mientras dure el confinamiento, desde su piso de Barcelona

Alfonso L. Congostrina

La soprano Begoña Alberdi se encontraba, el pasado sábado, confinada en su piso de la calle Calàbria -en el Eixample de Barcelona- donde se encuentra, junto con su pareja, sobrellevando el encierro obligado decretado ante la pandemia del coronavirus. “Por la noche, los vecinos empezaron a aplaudir desde los balcones en reconocimiento a los sanitarios. Albert, mi marido, me dijo: ‘Canta algo’”, sonríe la soprano. Sacó la cabeza por la venta del interior del patio e interpretó El Vallespir, de la zarzuela en catalán Cançó d’Amor i Guerra. Los vecinos quedaron sorprendidos pero el repertorio de Alberdi acababa de empezar. Desde el sábado ha interpretado el Ave Maria de Gounod, O mio babbino caro de la ópera Gianni Schicchi y este lunes es el turno de Casta Diva, de la ópera Norma de Bellini. “He actuado 273 veces en el Liceu y ahora parece que me voy a hacer famosa por cantar desde la ventana de mi casa”, ironiza, con mucho sentido del humor, la soprano.

“Ha sido muy espontáneo, pero es maravilloso. Es mi manera de rendir un homenaje a los sanitarios, pero también a las trabajadoras de los supermercados que están atendiendo a personas a 20 centímetros de sus caras. También al resto de profesionales que están haciendo más llevadera esta reclusión”, asegura. En algunos de los vídeos, que cuelgan en las redes sociales sus vecinos, se escucha a improvisados espectadores emocionados al deleitarse con las interpretaciones de una verdadera profesional. “Es una manera de acercar la ópera a la gente. Además tengo un público mucho más entregado que en la Arena de Verona. Aplauden siempre”, sonríe.

Para los vecinos, escuchar a Alberdi ha sido una auténtica sorpresa ya que la soprano solo lleva unas semanas viviendo en este piso donde también ha instalado su escuela de música: Escola Alberdi Estudio. “Es sobre todo de técnica bucal”, apunta. También da clases en la Universidad de Girona y está aprovechando el confinamiento para “preparar futuras clases y corregir prácticas y exámenes”.

Con más de 30 años de carrera, cursos y premios, Alberdi llegó a intervenir como solista en la ópera de Nueva York. Los vecinos del interior de la manzana delimitada por las calles Calàbria, Rocafort y Gran Via con Sepúlveda disfrutarán de su voz cada noche mientras dure el estado de alarma.

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