Ronda estudia 20 proyectos de plantas solares pero el 84% de sus ciudadanos carece de información
Una encuesta de Metroscopia desvela que la mayoría de los residentes en la Serranía no ha oído hablar o tiene datos sobre los macroproyectos de energía fotovoltaica en la zona y pide participar en la toma de decisiones
Elsa Ceglia y Guillermo Gómez compraron en 2019 una vivienda a las afueras de Ronda (Málaga, 33.624 habitantes). Invirtieron todos sus ahorros en la casa, que quieren que sirva de proyecto de vida a sus hijos. Les rodea la naturaleza, pero cuando abran su ventana en el futuro quizá vean miles de placas solares. “Cuando lo supe se me cayó el cielo encima”, asegura Ceglia. Su entorno es uno de los elegidos por las muchas empresas que han planeado una veintena de macroproyectos de energía fotovoltaica en la comarca rondeña. Por ahora son solo dibujos en un mapa, pero su posible impacto sobre el paisaje ha generado un largo debate en la ciudad. Las conversaciones tienen un punto en común: la falta de información. Tanto, que una encuesta refleja que solo el 16% de los residentes en la zona dicen estar muy o bastantes informados, mientras que el 44% no ha oído hablar de los proyectos y el 40% no dispone de información. El 80%, además, cree que los ayuntamientos deberían negociar la instalación para que se tenga en cuenta la opinión de los ciudadanos. La suya.
El cuestionario ―realizado a 500 personas residentes en la Serranía de Ronda durante el pasado mes de octubre por Metroscopia— ha sido encargado por la asociación Ronda y Comarca2030, que reúne a una veintena de empresarios locales. Los resultados indican que la ciudadanía se siente alejada de la toma de decisiones que afectan a su entorno más cercano. Y que cree que las administraciones —desde el Ayuntamiento a la Junta de Andalucía, Gobierno central o Europa— resuelven situaciones delicadas como esta sin tener en cuenta a quienes viven en los territorios. El sondeo indica también que los principales estados de ánimo de la ciudadanía respecto a los proyectos son falta de información (66%), dudas ante el proyecto (30%) y preocupación (21%). Quienes están más informados muestran más rechazo a los parques solares y el 62% cree que se daña el entorno natural. El 54% opina que las instalaciones previstas responden a intereses privados y menosprecian las preocupaciones locales.
“Hay un vacío informativo que eleva el riesgo de desinformación”, afirma Juan José Clavero, presidente de Ronda y Comarca2030, entidad que se alinea con la mayoría de resultados del sondeo. Como el que revela que tres de cada cuatro personas apoyan la energía renovable, pero protegiendo las zonas más sensibles. “Hace falta una planificación que hoy es inexistente”, explica Clavero. “Apoyamos las renovables, pero con propuestas dimensionadas y adaptadas al territorio”, añade Raquel Elia, que gestiona junto a su pareja, Friedrich Schatz, una pequeña bodega de vinos naturales y cultivo ecológico. Por casualidad conocieron que su viñedo podría ser atravesado por cables de alta tensión y que a 400 metros de su casa podrían instalar una gran torre eléctrica. Lideraron la creación de la asociación Salvemos Campos y Montes de la Serranía de Ronda porque pronto comprendieron que, como ellos, había otras muchas personas que desconocían los planes de empresas y fondos de inversión para su entorno. “Todo está siendo muy oscuro: Hay gente a la que ya le han expropiado y solo se ha enterado por el BOE”, denuncia.
Basta dar un paseo por el entorno comercial de Ronda para ver un paisaje montañoso, con dehesa, encinas y viñas y comprobar que la mayoría de residentes ha oído cierto runrún sobre parques de energía solar, pero poco más. “La parte negativa está clara: modificarán el paisaje. No sé si existen aspectos positivos, porque no hay información. Nadie cuenta nada”, revela Javier Quirón, de 30 años. La huella en el territorio, protegido en un 95%, es lo que más preocupa porque es lo que sostiene la economía local gracias al turismo y la agricultura. “Nadie sabe qué está pasando. Es imposible tener una opinión formada porque nadie les ha informado”, insiste Benito Gómez, chef con dos estrellas Michelín en su restaurante Bardal y vicepresidente de Ronda y Comarca2030. La encuesta refleja que el 68% de la ciudadanía pide un referéndum para decidir sobre los proyectos.
Opacidad y desinformación
Pocos se atreven a afirmar cuántos parques han sido presentados a la administración para su aprobación, qué empresas lo han hecho o cuánto territorio ocuparán, aunque se da por hecho que serán miles de hectáreas y se calculan 300 torres de alta tensión. Solo existe un mapa realizado por un ecologista voluntario. Lleva el nombre de La ruta de la placa y muestra grandes manchas en toda la serranía rondeña —y en el resto de Andalucía— sobre los terrenos que, a priori, irían los parques solares. El delegado territorial de Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, José Antonio Víquez, habló este verano de 60 en toda Málaga. En la comarca rondeña, la asociación Ronda y Comarca2030 tiene localizados 23 proyectos, pero no descartan que sean más. “Los ya previstos rodean a toda la ciudad, partiendo totalmente el paisaje. Y hay algunos especialmente salvajes, como los del entorno del yacimiento romano de Acinipo”, insiste Andrea Chabant, cuya familia posee una finca de cereales y olivos a las afueras de Ronda por la que pasarían 13 torres eléctricas de 50 metros de altura. La situación es similar en otras muchas zonas de Andalucía.
Hay municipios, como Cuevas del Becerro, que han presentado hasta 400 alegaciones a los proyectos, pero desde Ronda y Comarca2030 aseguran que el Ayuntamiento de Ronda no está siendo transparente con sus vecinos. “Está siendo todo muy opaco”, subraya Flavio Salesi, uno de los impulsores de la bodega Descalzos Viejos. Fuentes municipales aseguran que la intención es “ser lo más restrictivos posibles para evitar la implantación de megaparques fotovoltaicos en el territorio”, pero no explican cómo lo harán más allá de presentar alegaciones. “El problema es que no sabemos nada, porque esto es una burbuja como la del ladrillo donde el territorio se vende al mejor postor”, afirma Manuel Aguilar, voluntario de la plataforma Alianza Energía y Territorio (Aliente). “Vamos a ser la pila de Europa, pero a qué precio: destrozando espacios protegidos y alentando la despoblación”, destaca Aguilar.
El Parlamento andaluz admitió a trámite una iniciativa legislativa municipal apoyada por 72 municipios andaluces que pedía el respeto a espacios protegidos y planificación de las renovables “antes de que invadan todo el territorio”, según Aguilar. El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía decidió luego no debatirla. La administración ya ha rechazado varios parques y asegura que si alguno sale adelante habrá pasado filtros “exhaustivos y rigurosos” en relación con el impacto ambiental. En Ronda dudan de las palabras y, aunque la administración autonómica ha rechazado ya buena parte de los proyectos presentados por las empresas, creen que aún hay mucho camino por recorrer hasta asegurarse de que su territorio está realmente protegido.
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