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Montero y Díaz ultiman una salida a la crisis por la tributación del salario mínimo

La vicepresidenta primera confirma que los dos socios de Gobierno buscan una fórmula para “compensar” a quienes cobren el SMI y tengan que pagar el IRPF

María Jesús Montero, este martes durante una sesión de control al Gobierno, en el Senado.

El PSOE y Sumar tienen prácticamente cerrado un acuerdo, según fuentes gubernamentales, para resolver la crisis desatada hace ya más de un mes en la coalición por la tributación del salario mínimo. La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha confirmado este martes que negociaba con el socio minoritario del Ejecutivo de qué manera se podría “compensar” a los trabajadores que perciben el salario mínimo interprofesional y que, desde la última subida, tendrían que tributar por el IRPF, algo a lo que se opone el grupo que lidera Yolanda Díaz. La propia titular de Trabajo anunció el lunes por la noche durante una entrevista en TVE que esa misma tarde había remitido una propuesta a Hacienda para tratar de solventar la discrepancia y evitar que el choque llegara al Congreso, donde Sumar ya había registrado una iniciativa para revertir la decisión de Montero y el Gobierno tiene de plazo hasta el próximo viernes para vetarla. Fuentes de la vicepresidencia segunda confirman también que ambos departamentos están intentando buscar una solución y ven posible alcanzar un acuerdo de forma inmediata. En Bruselas, Díaz se ha mostrado confiada en llegar a un pacto, pero ha dejado claro que su posición sigue siendo que las rentas salariales mínimas “deben quedar exentas” de las tributaciones.

El conflicto entre los dos socios del Gobierno escaló en febrero, cuando el mismo día que se aprobaba la subida del SMI hasta los 1.184 euros, Hacienda anunció que quienes lo percibían pagarían por primera vez en la historia el IRPF. Tras hacer explícito su rechazo en una rueda de prensa donde la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, y la propia Díaz se mostraron muy incómodas, Sumar presentó horas después una Proposición de Ley para corregir una medida que fue criticada por la práctica totalidad del hemiciclo. PP y Podemos también registraron sendas iniciativas en el mismo sentido. Aunque el Gobierno tiene la potestad de vetar la propuesta, la Mesa del Congreso puede levantar ese veto y, en este punto, Sumar y PP podían unir sus votos para lograr que la norma se tramite. A pocos días de que termine el plazo para presentar ese veto y a pesar de que hasta ahora las posturas parecían inamovibles, finalmente los ministerios se han sentado a hablar.

“En esta subida [última del SMI hasta los 1.184 euros] solo un 20% de los trabajadores que cobren el salario mínimo interprofesional tendrían que tributar, son aquellos que no tienen cargas familiares y en lo que estamos trabajando es en ver si arbitramos alguna propuesta que pudiera compensar a estos trabajadores que, como digo, son pocos, pero que tendrían que tributar con esta nueva subida del SMI”, ha observado Montero en los pasillos del Senado, aunque no ha concretado cómo sería la medida. Fuentes gubernamentales adelantan que no se trataría de subir los umbrales y aprobar cambios que afecten a todo el colectivo que cobra el sueldo mínimo, sino de una medida quirúrgica dirigida solo a aquella minoría que con la última subida se ve obligada a tributar por el IRPF, informa Laura Delle Femmine. Por ejemplo, aprobando una deducción o algo similar solo para esta minoría de contribuyentes. Su impacto sería de unos 150 millones de euros, según fuentes del Ejecutivo.

“El Ministerio mantiene una posición que sigue estando vigente, que es que el SMI se desacople de una exención del IRPF. Son dos debates distintos. Un debate es el que tiene que ver con el crecimiento del SMI, que evidentemente mejora la renta salarial de ese grupo de trabajadores y otra cuestión distinta es a partir de qué tramo se tiene que tributar en el IRPF, teniendo en cuenta que, si la vocación del Gobierno es que los salarios sigan subiendo, pues evidentemente tendremos que ir acompasando la capacidad económica también que tienen los trabajadores”, ha mantenido Montero sobre las diferencias que tiene con la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

El ala socialista del Gobierno se mantiene en la misma posición que defiende desde el estallido de la crisis con Sumar. Sánchez ya recalcó en una ejecutiva del PSOE que el SMI “no se puede equiparar” con el ingreso mínimo vital debido al incremento que ha venido experimentando año tras año desde que llegó a La Moncloa en 2018. Un lapso de tiempo en el que ha aumentado de los 735 euros a 1.184 euros al mes actuales. Su razonamiento y el de Montero es que la política fiscal es progresiva y que si se pretende que los trabajadores sigan aumentando su poder adquisitivo y haya más subidas del SMI, lógicamente eso no se podría hacer si no hay unos ingresos por parte del Estado para sostener el Estado del Bienestar. La tesis compartida en la dirección del PSOE es que no se trata de “caridad”, sino de contribuir a un “sistema solidario” que se mantiene con los impuestos. Pero la seriedad de la crisis entre PSOE y Sumar exigía un remedio que contente a ambas partes y les permita salvar la cara tras semanas de rifirrafe en el seno de la coalición.

Díaz se muestra “optimista” en la negociación

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se ha manifestado confiada en poder llegar a un acuerdo sobre las diferencias en cuanto a la tributación del salario mínimo interprofesional en las negociaciones que mantiene con la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Eso sí, en declaraciones desde Bruselas, la líder de Sumar ha dejado claro que su posición sigue siendo que las rentas salariales mínimas “deben quedar exentas” de las tributaciones.

“Siempre soy una mujer optimista en las negociaciones, esto es lo que me gusta, lo que no tenía sentido era no sentarse a negociar, ayer hemos hecho lo que teníamos que hacer y me gustaría que alcancemos un acuerdo”, ha declarado Díaz antes de participar en un acto en el Parlamento Europeo sobre la reducción de la jornada laboral en España. Según ha revelado, este mismo martes, antes de viajar a Bruselas, ha estado negociando con Montero, en unas discusiones que “continúan” con los equipos de Sumar y PSOE, ha indicado.

Díaz ha indicado que confía en lograr un acuerdo importante porque “hemos hecho lo que no está haciendo nadie en el mundo: mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y trabajadoras en nuestro país, subiendo el salario mínimo”. Aun así, ha dejado clara su premisa: “Me van a permitir que les diga que seguimos pensando que esas rentas salariales [mínimas] deben quedar exentas”.

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