Barrabés dice que se vio con Pedro Sánchez y Begoña Gómez en La Moncloa, pero no precisa irregularidades
Fuentes del PSOE insisten en que es normal que el presidente se reúna con un empresario importante, y el PP habla de “escándalo de proporciones inasumibles”
El empresario Juan Carlos Barrabés, citado a declarar este lunes como testigo en la causa judicial abierta contra Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha explicado que ha ido a la Moncloa en varias ocasiones y que en una ocasión se vio allí tanto con el jefe del Ejecutivo como con su esposa, según fuentes presentes en el interrogatorio. Estas fuentes han añadido que Barrabés no ha reconocido ningún tipo de irregularidad. Por su parte, la defensa de Begoña Gómez, representada por el exministro socialista Antonio Camacho, sostiene que durante la declaración de Barrabés no ha brotado ningún indicio de criminalidad ni nada que implique a su clienta, imputada por tráfico de influencias y corrupción en los negocios.
Al término de la declaración por videoconferencia de Barrabés, que ha durado poco más de media hora, las acusaciones —entre las que están Vox y el grupo ultracatólico Hazte Oír— han dicho que el empresario se ha mostrado “evasivo”. Según estas acusaciones, el testigo no ha aportado muchos detalles, alegando que no los recordaba, pero se ha referido a esos encuentros en la Moncloa. Uno de ellos fue en presencia de Begoña Gómez; fue muy corto, ha añadido, porque Sánchez se marchó a hablar por teléfono. En el otro, según fuentes presentes en la declaración, participó con otros empresarios especializados en innovación y no estuvo presente la esposa del jefe del Ejecutivo. Según fuentes de la defensa, nadie le ha preguntado a Barrabés si consiguió esas dos reuniones con Sánchez en La Moncloa gracias a la intermediación de su esposa. Y fuentes del PSOE insisten en que el presidente del Gobierno saluda y se ve con muchos empresarios habitualmente, y que eso no implica nada. El PP, sin embargo, habla de “escándalo de proporciones inasumibles”.
“El presidente del Gobierno lo sabía todo. ¿Por qué lo llamó amor cuando quería decir corrupción?”, ha preguntado retóricamente el portavoz del PP, Borja Sémper. “Es vergonzoso que quien hace negocios con la mujer del presidente del Gobierno sea recibido en La Moncloa por el propio presidente del Gobierno. Es que es de no creer. Esperamos una comparecencia del presidente explicando qué negocios se hacen en La Moncloa”.
El PSOE resta importancia a esos encuentros en la sede del Gobierno. Fuentes socialistas señalan que Barrabés es uno de los empresarios más importantes en su sector y que, por ello, es normal que se reúna con Sánchez; y añaden que Begoña Gómez acudió a esas reuniones porque ambos se conocían por su trabajo en la Universidad Complutense (UCM). Barrabés, que sufre una grave enfermedad, participó como profesor en el máster de Transformación Social Competitiva de la cátedra que la esposa del presidente codirigía en la UCM.
La portavoz del PSOE, Esther Peña, ha insistido en que en este caso “no hay nada” y ha pedido que se archive la causa. “Si a alguien le parece mal que el presidente de un país mantenga reuniones con empresarios, con el colectivo cultural, con instituciones... Pues no sería un país serio como es España. Por tanto, dejemos ya estas banalidades”, ha dicho Peña. La portavoz ha aseverado que la causa parte de una denuncia “falsa”, un “ataque personal” contra Begoña Gómez por el mero hecho de ser la esposa de un presidente del Gobierno “progresista”.
La causa abierta por el juez Juan Carlos Peinado contra Begoña Gómez afronta una semana clave. El magistrado había citado este lunes a declarar a Barrabés y el viernes prevé interrogar a Gómez. Peinado, que solo apoya sus pesquisas en una denuncia del pseudosindicato Manos Limpias y en una querella de la organización ultracatólica Hazte Oír, quiere investigar “todos los hechos, actos, comportamientos y conductas llevadas a cabo y derivadas de la relación existente” entre ambos. Pero no ha otorgado a los dos la misma condición: a Gómez la ha llamado como imputada (lo que le permite acudir con abogado y no responder a las preguntas, para garantizar su derecho a la defensa); a Barrabés, como testigo (lo que le obligaba a contestar a todas las partes, ya que se supone que la causa no va contra él).
Esta circunstancia generó suspicacias en la defensa de la esposa del presidente, que insiste en su inocencia y sostiene que el juez actúa de forma desmadrada e impulsa una “investigación universal” contra ella. En la misma línea, la Fiscalía manifestó su “incertidumbre” ante la “deriva procesal” de la instrucción del magistrado, al que acusa de actuar “sin filtro”. De hecho, en un recurso enviado a la Audiencia Provincial de Madrid, el ministerio público expuso la llamativa situación de Barrabés en la causa: se le “considera testigo” pese a que se “transmite la sensación de que él es el investigado, aunque no se sepa bien de qué”, ya que las pesquisas “están pivotando en torno” a él y a los contratos públicos que fueron adjudicados a sus empresas. Ni la Fiscalía ni la defensa de Gómez le han formulado preguntas este lunes a Barrabés durante su declaración ante Peinado, según varias fuentes.
Barrabés se encontraba citado a las 10.00 de este lunes para declarar por videoconferencia. La comparecencia del empresario, que ha sido como testigo (aunque las acusaciones populares valoran ahora si pedir que se le cambie la condición a la de imputado), se produce después de que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil haya confeccionado un segundo informe que, al igual que otro anterior elaborado en mayo, no detecta irregularidades en los contratos adjudicados a Barrabés y puestos bajo sospecha por el magistrado Juan Carlos Peinado. “En líneas generales, en base a la información observada en los expedientes, la preparación, inicio, tramitación, licitación, adjudicación, formalización y ejecución de los contratos —algunos de ellos vigentes actualmente— se habría desarrollado, aparentemente, con normalidad y bajo los principios que rigen la contratación pública”, recalcan los investigadores del instituto armado.
La Guardia Civil y la Fiscalía apuntan que este segundo informe exculpatorio fue enviado al juez el pasado 2 de julio, tres días antes de que Begoña Gómez fuera a declarar ante Peinado el 5 de julio. Sin embargo, las partes no tenían en aquel momento ese análisis de la Guardia Civil y, además, el interrogatorio a la esposa del presidente se suspendió nada más empezar al constatarse que no se le había notificado toda la documentación del caso. Por ello, el magistrado ordenó citarla de nuevo para el 19 de julio.
La declaración de Gómez
Ante esa cita del próximo viernes, grupos ultras están tratando de presionar a la juez decana de Plaza de Castilla, María Jesús del Barco, presidenta de la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura (APM), para que no apruebe las mismas medidas de “seguridad” adoptadas el 5 de julio, cuando se produjo la primera comparecencia de Gómez. En aquella ocasión, la esposa del presidente pudo entrar en los juzgados por el garaje, evitando así a los periodistas apostados en la puerta. Hazte Oír, que convocó concentraciones ante el juzgado ese día, ha pedido por escrito a la decana que no adopte “medidas extraordinarias”, al considerarlo “un trato desigual” y un intento de “amedrentar y coaccionar a Peinado y las acusaciones, con una exhibición de la fuerza del Estado al servicio de los intereses particulares de la susodicha”.
En ese escrito, la organización llega a decir que los miembros de Hazte Oír son quienes “temen ser agredidos por militantes controlados o descontrolados del PSOE”, para lo que se apoyan, por ejemplo, en unas palabras pronunciadas hace más de un siglo en las Cortes por el fundador de dicha formación, Pablo Iglesias, que dijo que su partido aspiraba a “la supresión de la magistratura, la supresión de la Iglesia, la supresión del ejército y la supresión de otras instituciones” para acabar con “los antagonismos sociales” que existían en aquella época —aunque Hazte Oír omitió esta segunda parte de la frase—.
Después del interrogatorio como imputada a la esposa de Sánchez, el juez también ha citado el viernes como testigos al actual vicerrector de Planificación, Coordinación y Relaciones Institucionales de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), José María Coello de Portugal, y a su predecesor en el puesto, Juan Carlos Doadrio. El magistrado tomó esta medida después de que el rector de la institución, Joaquín Goyache, testificara el 5 de julio y negase la existencia de irregularidades en la relación que Begoña Gómez ha mantenido con la Complutense, donde estuvo al frente de una cátedra.
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