Page se suma a las comunidades del PP e inicia los trámites para recurrir la amnistía al Constitucional
El mandatario socialista, que no ha llamado a Sánchez para avisarle, afirma que la ley es “una agresión al concepto de igualdad” y que “el perdón no se contrata a cambio de un chantaje”
La ley de amnistía nunca contó con un respaldo unánime en el PSOE, pero Emiliano García-Page es el único líder territorial que ha decidido ir formalmente en contra de la medida de gracia en los tribunales, como los barones del PP, y poner así en entredicho una apuesta clave de Pedro Sánchez en la recta final de las elecciones europeas. El presidente de Castilla-La Mancha, el único socialista que gobierna una comunidad autónoma con mayoría absoluta, ha anunciado este viernes que solicitará al Consejo Consultivo autonómico un informe preceptivo para, en el caso de que haya base jurídica, recurrir la medida de gracia al Tribunal Constitucional.
“Lo haremos para que se indague con claridad, independencia y normalidad constitucional cuáles son las posibilidades de que esta región se defienda de lo que consideramos una agresión al concepto de igualdad”, ha señalado durante la celebración del Día de Castilla-La Mancha. “El perdón no se contrata: se da o no se da, pero no se hace cambio de nada y menos a cambio de un chantaje”, ha remachado García-Page, aludiendo al hecho de que el PSOE, que hasta las elecciones generales de 2023 siempre rechazó conceder la amnistía a los encausados del procés independentista catalán, accedió a hacerlo cuando quedó claro que de ello dependía la investidura de Pedro Sánchez.
Fuentes del Ejecutivo autonómico afirman que García-Page no ha comunicado previamente a a Sánchez el anuncio que iba a hacer hoy, y se limitan a señalar que la falta de comunicación con el líder del PSOE es “recíproca”. El presidente de Castilla-La Mancha ya dejó caer hace seis meses, cuando los socialistas cerraron su acuerdo con Junts para la amnistía, que se planteaba recurrir la norma: “Si hay que ejercer recurso, lo haré. Si hay que plantear batalla, lo haremos, pero no vamos a pasar por que se haga una relectura de la Constitución”, dijo entonces.
La Moncloa y Ferraz han optado por no salir, al menos por el momento, a rebatir en público el movimiento del dirigente socialista, e incluso sostienen que “está en su derecho” de estudiar acudir a la vía judicial, pero el malestar entre los cargos consultados en el Gobierno y en la dirección del PSOE es evidente. Además, impacta de lleno en la campaña europea, en la que las encuestas que los socialistas manejan les dan que están recortando la distancia con el PP.
“Tengo la obligación como presidente, y ese es el encargo que tengo de las instituciones regionales y de las Cortes, de velar claramente por si cualquier norma, la que sea en España, de otras autonomías o del propio Gobierno, o del Parlamento, o del Senado, si cualquier disposición afecta a los intereses de esta región, y particularmente a nuestros intereses directos y a nuestras competencias. Para mí, eso está por encima de cualquier otra circunstancia”, ha justificado García-Page, que tampoco apoyó los indultos a los líderes del procés en prisión que Sánchez aprobó en junio de 2021 ni la reforma del Código Penal de finales de 2022 que pactaron el Gobierno y ERC para derogar el delito de sedición y rebajar el de malversación.
El PSOE de Castilla-La Mancha, que dirige García-Page, tiene ocho diputados en el Congreso, y todos ellos votaron el jueves a favor de la ley de amnistía. El dirigente socialista había adelantado ya en los últimos meses que en ningún caso se planteaba dar una indicación a esos parlamentarios para que se opusieran a la norma, alegando que el sentido del voto es una competencia del grupo parlamentario.
“España entera estaba ayer pendiente de una decisión. Es muy conocida mi opinión personal, también política, sobre la amnistía, que en el fondo lo es sobre el procés previo. Más allá de las discusiones constitucionales, que son enormemente importantes, eso es lo básico. Yo tengo una posición de fondo, sabiendo que además en democracia hay que aceptar lo que se diga mayoritariamente, claro. Aunque discrepes, hay que aceptar lo que se diga, hay que acatarlo, incluido dentro de las organizaciones políticas. Pero mi discrepancia no es constitucional solo, es de fondo”, ha defendido García-Page su posición entre los aplausos de los asistentes a los actos del Día de Castilla-La Mancha en Toledo.
El paso que García-Page ha dado se produce un día después de que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, avanzara que las 11 comunidades autónomas que preside el PP registrarán cada una un recurso de inconstitucionalidad contra la ley de amnistía. La dirigente conservadora aseguró que su Ejecutivo estaba listo para dar el paso “ya mismo”.
García-Page ya explicitó la semana pasada su rechazo frontal a la medida de gracia en la presentación del libro Una emoción política. Memorias de un servicio a Aragón y España, del que es autor el también socialista Javier Lambán, expresidente de Aragón. Lambán, que ahora es senador, afronta una sanción de 600 euros por haberse ausentado del Senado el día que se votó en esa Cámara la amnistía. “Yo no soy diputado ni soy senador. Y casi me alegro, ¿eh? Yo hubiera sido más radical”, dijo el presidente de Castilla-La Mancha, aunque añadió a continuación que “los reglamentos están para cumplirse”. Felipe González también cerró filas con el expresidente maño. “Solo quiero hacer una manifestación: mostrar mi solidaridad con Lambán porque estoy de acuerdo de forma y fondo con lo que ha hecho. Él me parece que es un ejemplo de lealtad al proyecto que representa el Partido Socialista. Si lo sancionan por eso me sancionan a mí también, quiero compartirlo”, remarcó el expresidente del Gobierno.
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