Vox agrupa a la vieja guardia del PP y al nacionalismo español más exacerbado frente al “golpe de Estado de Sánchez”

La fundación Denaes (Defensa de la Nación Española) ha invitado públicamente a los presidentes del PP y Vox, Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal, a participar en la manifestación convocada este domingo en Madrid “contra la amnistía y el golpe [de Estado] de [Pedro] Sánchez”. No hacía falta que Denaes instase al líder del partido ultra a asistir, pues Abascal es uno de los tres vocales del patronato de la fundación que convoca el acto. Los otros dos son Jorge Campos, diputado de Vox en el Congreso por Baleares, y Juan Sergio Redondo, presidente de la formación en Ceuta. Su director, Iván Vélez, es coordinador del grupo de Vox en el Parlamento andaluz.

El propio Abascal fue presidente de Denaes de 2006 a 2014, cuando montó Vox, aprovechando los cuadros e infraestructura de una fundación de la que nunca se ha desvinculado del todo, a pesar de que en los últimos años se volcara en otra fundación, Disenso, que creó en 2020 para beneficiarse de las ayudas públicas que reciben las fundaciones vinculadas a partidos políticos. Ahora, sin embargo, ha vuelto a recurrir a la original y ha pedido a los afiliados de Vox que le hagan donaciones para sufragar el coste del mitin del domingo.

El hecho de que sea Denaes quien convoque —en vez del partido, como hizo el PP el 24 de septiembre en Madrid— ha permitido presentarla como una iniciativa de la sociedad civil y conseguir la adhesión de personajes y asociaciones que no estarían cómodos en un evento de Vox. Entre los que han confirmado su asistencia hay destacadas figuras de la vieja guardia del PP: la expresidenta madrileña Esperanza Aguirre; el exministro del Interior Jaime Mayor Oreja o la expresidenta del PP vasco, María San Gil. La primera fue la madrina política de Abascal, quien le buscó un empleo público cuando perdió su escaño en el Parlamento vasco y financió la puesta en marcha de Denaes. Los otros dos fueron los jefes y mentores del líder de Vox cuando militaba en las filas de los populares vascos. Todos formaban parte del ala dura del PP, que consideraba pusilánime la respuesta de Mariano Rajoy al órdago catalán y comulgan con la mayoría de las posiciones de Vox, pero, por razones muchas veces personales, no han dado el paso de unirse a él.

También se han adherido a la manifestación expolíticos que comparten con el partido ultra su aversión visceral hacia Pedro Sánchez, como la fundadora de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) Rosa Díez o los exdiputados de Ciudadanos Juan Carlos Girauta o Marcos de Quinto quien, desde su salida del Congreso, donde declaró un patrimonio de 47,7 millones, ha financiado varios medios de comunicación de extrema derecha. También se han adherido a la convocatoria el filósofo Fernando Savater, que apoyó en su día a Ciudadanos sin ocupar ningún cargo, o el empresario Julio Ariza, padrino mediático de Vox.

Además de las caras conocidas, al acto se han sumado medio centenar de asociaciones que van desde las ultracatólicas Neos y Enraizados en Cristo a Somatemps, de extrema derecha, o Pie en Pared, creada por Giruata, Marcos de Quinto, Esperanza Aguirre y Alejo Vidal Quadras, fundador de Vox, para dar “la batalla cultural” contra la izquierda.

El reto para Abascal es superar las 40.000 personas que reunió Feijóo en su mitin contra la amnistía de hace poco más de un mes. El PP planeaba celebrar el acto en la plaza de Colón, pero optó finalmente por un espacio más reducido, la avenida Felipe II, por temor a pinchar. El partido ultra, en cambio, vuelve al escenario donde, en febrero de 2019, se fotografiaron las tres derechas (PP, Cs y Vox) para exigir elecciones anticipadas a Sánchez. El partido ultra ha tocado a rebato y movilizado a sus bases, fletando autobuses desde distintos puntos de España para ganar el pulso al PP. Junto a Abascal, estarán este domingo en Colón exdirigentes del PP y de Ciudadanos, pero no se espera a sus actuales líderes. Ni la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ni el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, tienen previsto acudir, aunque este último ha hecho un guiño, seguramente involuntario, al llamar a los madrileños a engalanar sus balcones con la bandera de España para celebrar el juramento de la Princesa de Asturias, el próximo martes; lo mismo que les ha pedido Vox con un fin distinto: protestar contra Sánchez.

Medida de gracia

Aunque el PP y Vox comparten su rechazo a una ley de amnistía, la convocatoria del domingo apela al nacionalismo español más exacerbado, cuya hipérbole le lleva a calificar como golpe de Estado una eventual medida de gracia aprobada por el Parlamento, legitimando implícitamente un hipotético golpe de Estado real para impedirlo. En la presentación de la convocatoria, el pasado día 18, Girauta llegó a afirmar sobre la aprobación de la ley de amnistía: “Si se produce un autogolpe, que es un golpe de Estado producido desde el propio poder, deberían funcionar las instituciones democráticas como antídoto para corregir la situación. Lo que se debería hacer es proceder a la detención del presidente del Gobierno, como se procedió a la de Castillo cuando dio el autogolpe”. Se refería a la detención en diciembre pasado del entonces presidente peruano, Pedro Castillo, tras decretar la disolución del Congreso y asumir poderes de excepción, saltándose sus atribuciones constitucionales.

En España, el presidente del Gobierno está aforado ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo y solo puede ser acusado de traición o de delitos contra la seguridad del Estado en el ejercicio de sus funciones a iniciativa de la cuarta parte de los diputados y una vez que lo apruebe por mayoría absoluta el Congreso, según el artículo 102 de la Constitución.