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Abascal da un “sí” con condiciones a la investidura de Feijóo

El líder de Vox comunica al Rey que el candidato popular cuenta con el voto de sus 33 diputados, pero reclama al PP que lo reconozca como socio privilegiado

El Rey saluda al líder de Vox, Santiago Abascal, a la derecha, en el salón de audiencias del palacio de la Zarzuela, antes de participar en la ronda de consultas sobre la investidura.
El Rey saluda al líder de Vox, Santiago Abascal, a la derecha, en el salón de audiencias del palacio de la Zarzuela, antes de participar en la ronda de consultas sobre la investidura.chema Moya (EFE)
Miguel González

El líder del Vox, Santiago Abascal, ha dado un sí condicionado a la investidura del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. Eso significa que este último cuenta con los 33 votos de Vox para presentarse a la investidura como candidato a la Presidencia del Gobierno, pero solo si cumple determinadas condiciones que, en una breve comparecencia pública, Abascal ha enumerado.

En primer lugar, que “el Partido Popular no colabore de ninguna forma, ni por acción ni por omisión, en el cordón sanitario que se pretende levantar contra Vox”; que dé “una muestra inequívoca de respeto” a los votantes de su partido; que “se pongan en valor públicamente los acuerdos entre el PP y Vox en cinco autonomías y más de 100 ayuntamientos, desautorizando a quienes los atacan y cuestionan permanentemente”; que se recupere “la neutralidad de las instituciones y la normalidad democrática”; y que se comprometa a “acabar con la pretensión de algunas minorías de imponer un apartheid” a su formación.

Todas las condiciones se resumen en una: que el PP lo reconozca como socio privilegiado y deje de ningunearlo. Abascal no ha ocultado que el detonante de este desencuentro ha sido el hecho de que Vox se quedara fuera de la Mesa del Congreso en la votación de la semana pasada y el PP no le cediera ninguno de sus cuatro puestos; algo que, según ha subrayado, “no entiende”, ni tampoco sus votantes. La reparación que ha reclamado a Abascal parece reducirse a una mera declaración pública, ya que a estas alturas es imposible meter al partido ultra en el órgano de gobierno de la Cámara baja. En todo caso, tras el ultimátum que el lunes dio al PP el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, la declaración de Abascal supone una clara marcha atrás.

El líder del partido ultra no ha admitido preguntas, por lo que no ha aclarado si pone más énfasis en el sí o en las condiciones. De su discurso se deduce lo primero, pues el panorama que ha pintado en el caso de que Pedro Sánchez consiga la investidura es tan negro ―ha calificado como “la mayor amenaza a la unidad [de España], la convivencia en paz y libertad, la prosperidad y la legalidad” el hecho de que los “herederos del terrorismo [en alusión a Bildu] y ahora también un prófugo de la justicia [Carles Puigdemont] pretendan chantajear al futuro Gobierno”― que difícilmente podría justificar quedarse de brazos cruzados porque su grupo no tenga una silla en la Mesa del Congreso.

En ese caso, el Rey puede interpretar que Feijóo cuenta con 172 votos: los 137 de su partido y los dos de Unión del Pueblo Navarro (UPN) y Coalición Canaria, además de los 33 de Vox. Es decir, 20 más de los que tiene hasta ahora Pedro Sánchez (121 del PSOE y 31 de Sumar).

El coordinador general del PP, Elías Bendodo, se había mostrado esta mañana convencido de que Vox mantendría la oferta que hizo el día 6 de dar su apoyo sin contrapartidas a una investidura de Feijóo. “Nosotros confiamos en la palabra dada”, ha declarado el número tres del PP a RNE. “Vox suele cumplir la palabra que da y estamos convencidos de que no hay motivos para que no se cumpla ahora, que es el momento clave, la hora de la verdad”, ha insistido Bendodo. “Once millones de españoles [los votantes de PP, Vox y UPN] votaron cambio el 23-J y no podemos defraudar esas expectativas de cambio”, ha añadido.

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Ni Bendodo ni ningún otro dirigente popular han respondido al ultimátum que Ignacio Garriga lanzó el lunes al PP, exigiendo que, antes de que Abascal fuese recibido por el Rey, dieran explicaciones públicas de por qué excluyeron a Vox de la Mesa del Congreso en la votación de la semana pasada. Garriga exigió que los populares explicaran “si excluyeron a Vox de la Mesa porque tenían un compromiso previo con el PNV”; y si “se suman al cordón sanitario” a su partido. “Para que Vox sepa con qué Partido Popular negociar y si los de Génova [calle donde está la sede nacional del PP] pueden contar o no con el apoyo de Vox”, apostilló.

Abascal ha sido el quinto que ha participado en la ronda de consultas con Felipe VI, después de que el lunes lo hicieran los representantes de Unión del Pueblo Navarro (Javier Esparza), Coalición Canaria (Cristina Valido), PNV (Aitor Esteban) y Sumar (Yolanda Díaz). Tras el líder del partido ultra, el Rey ha recibido este mediodía en audiencia al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y esta tarde cerrará la ronda de consultas con el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, por ser el partido más votado en las elecciones del 23 de julio.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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