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Aemet alerta de una posible ola de calor a partir del domingo, con máximas de hasta 44° y mínimas por encima de 25°

Según las últimas previsiones, las zonas con mayor probabilidad de sufrir el episodio son los tercios sur y sureste peninsulares y Baleares, sin descartar el centro peninsular y el valle del Ebro

Una mujer se protege del calor con un abanico este martes en Valencia, bajo aviso amarillo por altas temperaturas.
Una mujer se protege del calor con un abanico este martes en Valencia, bajo aviso amarillo por altas temperaturas.Ana Escobar (EFE)
Victoria Torres Benayas

A partir de este domingo y al menos durante los primeros días de la próxima semana, el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) Rubén del Campo no descarta que “se superen los umbrales de intensidad, extensión y duración necesarios para poder hablar de una ola de calor” en España. Este segundo episodio de calor intenso del verano podría dejar temperaturas máximas muy elevadas, sobre todo en tercios sur y sureste peninsulares y Baleares, que pueden llegar a los 44° en el valle del Guadalquivir. Las mínimas serán también muy altas, con noches tropicales, en las que los termómetros no bajan de 20°, e incluso tórridas, por encima de 25°, en la mitad suroriental peninsular, especialmente en el tercio sureste, así como en Baleares. Y, lo que es peor, este episodio probablemente “será largo”.

En una nota informativa emitida este jueves, en la que Aemet habla un episodio de temperaturas muy altas pero no lo califica aún de ola de calor, la agencia explica que una dorsal ―una zona de altas presiones en niveles medios y altos de la troposfera asociada a aire cálido― “situada al este de la Península, sobre las costas del norte de África, está dando lugar a la entrada de una masa de aire muy cálido y seco, de origen sahariano, sobre el Mediterráneo”, aunque no afecta todavía a España.

En los días siguientes, se espera que se mueva hacia el oeste, lo que acercará la masa hacia el este y el sur peninsulares y a Baleares, lo que, sumado a la estabilidad y a la fuerte insolación, “dará lugar a un episodio de temperaturas muy altas” a partir del domingo y, sobre todo, la próxima semana. “Es probable que la entrada de la masa vaya acompañada de calima”, añade Aemet, lo que siempre añade un plus de incertidumbre a las predicciones, ya que actúa a modo de paraguas y puede rebajar en algún grado los valores previstos. La extensión que resultará afectada, advierte Aemet, “todavía es incierta”. A día de hoy, “las zonas con mayor probabilidad de sufrir el episodio son los tercios sur y sureste peninsulares y Baleares, sin descartar que pueda extenderse a zonas del centro peninsular y valle del Ebro”.

Pero antes, este jueves aumentará la inestabilidad en el nordeste y ya desde por la mañana se están produciendo chubascos tormentosos en Navarra, La Rioja, Aragón y Cataluña, que por la tarde se irán haciendo más frecuentes y que, en el norte de Aragón, pueden ser muy fuertes, persistentes, estar acompañados de granizo y afectar a zonas próximas. También podrá haber tormentas aisladas en el resto de zonas montañosas del interior oriental y del centro. En el sur, en cambio, cielos estarán “más despejados, con algo de calima y temperaturas ligeramente más bajas”. Tan solo se superarán los 36° a 38° en el Guadalquivir. Seis comunidades, Castilla y León, Cataluña, La Rioja, País Vasco, Navarra y Aragón, están en alerta por lluvias y tormentas, que es naranja, el segundo nivel de tres, en Aragón y Navarra. El aviso amarillo por calor, el nivel más bajo, afecta a Córdoba y Jaén por hasta 38°. El miércoles se rondó la cota de los temidos 40° en Montoro (Córdoba), Almadén (Ciudad Real) o Andújar (Jaén).

Una nueva escalada a partir del viernes

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A partir del viernes, se prevé “una tendencia a la estabilización de la atmósfera”, pero todavía podrá haber tormentas en el norte de Navarra y Pirineo aragonés y de forma más dispersa en puntos del interior de la Península, sobre todo en entornos montañosos. En el resto de España, estará poco nuboso, con algo de calima aún en el sur. Las temperaturas empezarán una nueva escalada, sobre todo en el norte de la Península, donde se superarán los 32° en el Cantábrico oriental, 35° en el centro y sur y 38° en el Guadalquivir.

El fin de semana, el tiempo será “más estable”, con algunas lluvias débiles tan solo en Galicia y puntos del Cantábrico. Las temperaturas seguirán al alza: el sábado lo harán sobre todo en el este y sur, mientras que el domingo la subida será “generalizada y podría tener continuidad”, avanza Del Campo. El domingo es probable que se superen ya localmente los 40° en el Guadalquivir y puntos del este de Andalucía y la meseta sur, y los 36° en el interior de Baleares y en Ebro.

El lunes podría “repuntar el calor, con temperaturas especialmente altas en el este, centro y sur de la Península y también en Baleares”. A partir de este día, es probable que se superen los 38° de forma generalizada y localmente los 40° en el cuadrante suroriental peninsular y puntos del Ebro. En zonas del Guadalquivir podrían subir a 42°, mientras que en zonas del interior de Baleares no se descarta más de 38°.

Lo más probable es que las máximas “se mantengan muy altas en los siguientes días”, incluso con nuevos repuntes en los termómetros el martes y el miércoles, lo que hará que puedan alcanzarse los 44° en zonas del valle del Guadalquivir. Las mínimas también serán muy elevadas durante el episodio, con noches tropicales e incluso tórridas, por encima de 25° en la mitad suroriental peninsular, especialmente en el tercio sureste, y en Baleares. ¿Y hasta cuándo va a durar? “En estos momentos, no es posible establecer el fin de este episodio de temperaturas muy altas”, confiesa Meteorología en su nota, para añadir que, “aunque podría iniciarse un descenso ligero de las temperaturas al final de la próxima semana, las temperaturas continuarían en valores muy elevados”.

Por último, en Canarias, a partir del jueves y durante los días sucesivos “volverá el régimen de vientos alisios, con un descenso térmico y nubes en el norte de las islas más montañosas”, mientras que estará más despejado en el sur. A mediados de la próxima semana también podría hacer mucho calor en el archipiélago.

Con “incertidumbre”, señala Del Campo, es posible que se puedan superar los criterios requeridos para decretar ola de calor. Para que se produzca se tienen que superar determinados umbrales de intensidad, extensión y duración: se deben producir temperaturas extremas entre el 5% de las más cálidas, afectar al 10% de las estaciones y durar al menos tres días. Esta sería, en todo caso, la primera ola de calor del verano, ya que una vez analizados todos los datos, el episodio de finales de junio, que estaba muy al límite en los tres umbrales, finalmente no lo fue. “No ha habido ola de calor en junio, solo fueron dos días con el 10% de las estaciones, por lo que no llegó a ser ola de calor”, señala este jueves la agencia.

Un mes de junio cálido

Flores de lavanda sobre suelos faltos de agua, el 30 de junio en Brihuega (Guadalajara).
Flores de lavanda sobre suelos faltos de agua, el 30 de junio en Brihuega (Guadalajara). RAFAEL MARTIN (EUROPA PRESS)

El mes de junio tuvo un carácter cálido, con una media de 21,1°, un grado por encima del promedio. "Especialmente destacable fue el carácter cálido de las temperaturas nocturnas, en torno a 1,8° por encima", destaca Del Campo, lo que convirtió a junio de 2023 en el tercero con las temperaturas mínimas más altas de toda la serie, que arranca 1961. Tan solo las mínimas de 2017 y 2003 fueron superiores.

Para Aemet, "otro aspecto destacable fueron las precipitaciones", con 67 litros por metro cuadrado, superiores al doble del promedio (32 litros). "Fue el segundo junio más lluvioso del siglo XXI, por detrás tan solo de 2010, y fue el cuarto junio más precipitaciones de la serie histórica en Canarias" a causa de la borrasca Óscar, anota el portavoz.

A pesar de las precipitaciones abundantes, en muchos casos tormentosas, al acabar el mes de junio, España seguía en sequía meteorológica de larga duración en la que entró en diciembre. Todas las cuencas de acumulación de Aemet, similares a las cuencas hidrográficas, seguían en situación de sequía,"con especial incidencia en Guadiana, Guadalquivir, sur de Andalucía, Ebro y Pirineo Oriental".

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Sobre la firma

Victoria Torres Benayas
Redactora de la sección de Madrid, también cubre la información meteorológica. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra, cursó el máster Relaciones Internacionales y los países del Sur en la UCM. En EL PAÍS desde el año 2000, donde ha pasado por portada web, última hora y redes, además de ser profesora de su escuela entre 2007 y 2014.

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