El Rey llama a la UE a unirse ante la guerra de Ucrania

El Rey ha llamado a Europa a “reafirmarse y cohesionarse aún con mayor fuerza y decisión”, ante retos como “la guerra de Ucrania, provocada por la inaceptable invasión rusa”. Felipe VI ha hecho este llamamiento este martes, durante su intervención en la entrega del Premio Europeo Carlos V al secretario general de la ONU, António Guterres. El acto ha coincidido con el Día de Europa, que se celebra cada 9 de mayo.

Felipe VI ha reivindicado la UE ―“el mejor lugar para la democracia, los derechos, la igualdad y la solidaridad”― y ha llamado a sus países a “hacer valer su voz en este nuevo contexto de transformación del orden internacional sobre la base de los valores y principios que son su seña de identidad”. Frente a retos como la guerra de Ucrania, pero también la transición energética y la crisis de los refugiados e inmigrantes, el Rey ha pedido “una respuesta colectiva, porque la UE no se puede entender sin la solidaridad de la totalidad de sus estados miembros y de todos los ciudadanos europeos”.

El Rey ha felicitado a Guterres por un premio que en ediciones anteriores recibieron Jacques Delors, Felipe González o Angela Merkel y le ha agradecido que haya construido, a lo largo de su larga trayectoria política ― en la que ha sido primer ministro de Portugal, presidente de la Internacional Socialista y Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, entre otros cargos― “una vía alternativa al optimismo, que no es, sino la confianza razonada en nuestra capacidad de cooperación para construir un mundo mejor”.

En su discurso de agradecimiento del premio, Guterres ha advertido de que “nunca, desde la creación de la ONU y de la Unión Europea”, los valores que representan ambas organizaciones “se han visto tan amenazados”. “La paz sigue siendo nuestra Estrella Polar y nuestro objetivo más preciado”, ha asegurado Guterres, aunque ha añadido que “la paz nunca debe subestimarse ni darse por sentada”. “Debemos trabajar por y para ella, todos los días, sin descanso”, ha añadido. En lugar de balas, necesitamos arsenales diplomáticos”, ha proseguido. “Negociación, mediación, conciliación arbitraje… debemos intentarlo todo para resolver pacíficamente nuestros desencuentros”.

El máximo responsable de Naciones Unidas no solo ha pedido “paz entre los hombres”, sino también “con la naturaleza, porque la guerra que estamos librando con nuestro planeta está poniendo en peligro la propia supervivencia de la humanidad”. Además, ha advertido de que “el discurso del odio, la polarización, el racismo y la xenofobia se propagan a la velocidad de un clic” y ha llamado a defender “la humanidad común” frente a quienes explotan las diferencias y socavan la cohesión social.

Finalmente, Guterres ha denunciado que el 1% de la población ha acaparado dos tercios de la nueva riqueza creada desde 2020 y que 26 personas poseen tanto como la mitad de la población mundial. “La acumulación de riqueza roza lo obsceno”, ha proclamado. El sistema financiero internacional es “profundamente injusto” y “esta injusticia es una amenaza para la paz”, ha sentenciado. Finalmente, ha anunciado que donará la dotación económica del premio (30.000 euros) a becas para estudiantes y a la asociación España con ACNUR, que atiende a refugiados.

La guerra de Ucrania ha estado presente en el acto en boca de Lana Tryhub, una mujer de 34 años, madre de dos hijas, subdirectora del centro cultural de Poltava, a 140 kilómetros al oeste de Járkov, que tuvo que huir de su país y ha encontrado en Extremadura un nuevo hogar. El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, se ha referido a ella como representante de todos los refugiados “de una guerra ilegal, inmoral, injusta e intolerable”.

Al monasterio de Yuste (Cáceres), último retiro del emperador Carlos V, han acudido también el primer ministro portugués, António Costa, el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, la ministra de Defensa, Margarita Robles, el Alto Comisionado para la Política Exterior y de Seguridad de la UE, Josep Borrell, y el secretario general iberoamericano, Andrés Allamand.