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ERC y Unidas Podemos siguen apuntando a Robles tras la destitución de la directora del CNI

Los aliados parlamentarios insisten en reclamar una comisión de investigación y la desclasificación de documentos sobre los espiados. El presidente del Gobierno comparecerá sobre el ‘caso Pegasus’ en un pleno a finales de mayo

Gabriel Rufian
Gabriel Rufián, portavoz de ERC, el 3 de mayo en el Congreso.Jaime Villanueva (EL PAÍS)
Javier Casqueiro

La destitución este martes de la directora del CNI, Paz Esteban, no ha convencido a los principales aliados del Ejecutivo. La decisión del Consejo de Ministros intentaba apaciguar el escándalo del caso Pegasus y sus consecuencias sobre la inestabilidad política de la legislatura. ERC ve “lógico” ese cese, pero entiende, como los socios de la coalición de gobierno, Unidas Podemos, que esa solución de emergencia no repara el fondo de esta crisis. ERC y Unidas Podemos apuntan hacia la responsabilidad política de la ministra de Defensa, Margarita Robles, aunque ven muy poco probable que el presidente, Pedro Sánchez, prescinda ahora de sus servicios. Los aliados parlamentarios habituales del Gobierno insisten en reclamar una comisión de investigación que aclare el supuesto espionaje masivo a dirigentes independentistas catalanes y vascos, así como la desclasificación de los documentos reservados que Esteban presentó la semana pasada para motivar hasta 18 espionajes legales ante la comisión de secretos oficiales del Congreso. El PP estudia apoyar esa propuesta. El presidente del Gobierno comparecerá en un pleno específico sobre Pegasus fijado ya para la sesión del 24, 25 y 26 de mayo y en la que la intervención de Sánchez se reserva para el tramo final, probablemente el día 26, según apuntan fuentes parlamentarias.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha apuntado contra el presidente del Gobierno tras hacerse pública la destitución de Paz Esteban: “Sánchez consuma el esperpento y ofrece la cabeza de la directora del CNI a los independentistas, debilitando una vez más al Estado para buscar su supervivencia. Es una auténtica afrenta a nuestro país. Injustificable”, ha escrito en Twitter. En esa línea crítica que acusa al Ejecutivo de entreguismo han abundado más representantes del PP, de Ciudadanos y de Vox.

La portavoz del Govern de Cataluña, Patrícia Plaja, ha advertido de que el cese de Esteban es insuficiente ante el caso de espionaje a líderes independentistas. “No lo resuelve todo, no cierra el tema. Quien piense así, se equivoca. No es suficiente”, ha dicho en la rueda posterior al Consejo Ejecutivo, en la que también ha pedido que se desclasifiquen los documentos relacionados.

La secretaria general y portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, ha mostrado su perfil más duro y ácido contra Sánchez, al que ha tildado de “títere”, y lo ha responsabilizado de “debilitar y entregar las instituciones del Estado a los independentistas para seguir en el Gobierno”. También ha lamentado que el jefe del Gobierno pueda tardar en ir a la Cámara baja a ofrecer su versión hasta el 25 o 26 de mayo y antes acuda “a pedir permiso y arrodillarse” a Barcelona para tener una cita bilateral con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. Gamarra se ha preguntado retóricamente “¿quién manda aquí?”, para responderse que han sido los separatistas los que se han cobrado la cabeza de una funcionaria del Estado que, según ella, ha cumplido órdenes para hacer su trabajo.

Sorprendió, en esa catarata de ataques, que Gamarra avanzase que el PP estudia aceptar la desclasificación de algunos documentos sobre el caso Pegasus como pide casi toda la oposición de izquierdas y Unidas Podemos. El portavoz en el Congreso del PSOE, Héctor Gómez, ha defendido la argumentación de la ministra de Defensa, Margarita Robles, sobre la destitución de Paz Esteban, y la ha relacionado con la información conocida en estas semanas sobre la infección de los móviles de varios ministros. Según el portavoz socialista, su partido no tiene la intención de ir más allá y, por lo tanto, continuará rechazando cualquier petición de comisión de investigación o para permitir la apertura pública de determinados documentos que no sean los requeridos judicialmente. El PSOE entiende que en los próximos días y semanas se retomará con los socios de legislatura la intensa actividad y agenda legislativa y parlamentaria llena de debates y fechas claves antes de que acabe este periodo de sesiones a finales de junio.

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Inés Arrimadas, la líder de Cs, ha profundizado en la misma línea de ataques que el PP y Vox: “Sánchez consuma la ignominia y fulmina a la directora del CNI para contentar a sus socios separatistas. Rufián y Otegi decidiendo quién controla los servicios de inteligencia de España. Es vergonzoso. El Gobierno en bloque debería dimitir y convocar elecciones. No todo vale”. El portavoz parlamentario de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, ha elogiado a Paz Esteban como una “profesional apolítica, seria, solvente y al servicio de España” y ha conectado su cese con el ofrecimiento de Sánchez a los separatistas en una concesión que ha cuestionado por “lamentable” e “improductiva”.

El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha considerado “lógica” la destitución de Esteban porque entiende que la situación de desconfianza política convirtió en “insostenible” su continuidad en el cargo. “Es lo lógico, con todo respeto hacia Esteban, en un país que reconoce que se ha espiado de forma ilegal el móvil del presidente del Gobierno y de la ministra de Defensa y de quizá más miembros, que la máxima autoridad de CNI asuma responsabilidades”, ha valorado. También ha incidido en que en el caso Pegasus se ha producido una evidente “dejación de funciones” de más altos cargos del Ejecutivo.

Rufián matizó que no hablaba ni como independentista ni como miembro de Esquerra, sino solo como “demócrata” y al margen de que en este espionaje se haya concentrado el foco en dirigentes separatistas. Y avisó al Gobierno de que “se equivocan” si creen que con esa destitución contentan a ERC: “No se trata de pedir cabezas, lo que aquí se plantea es que ha habido una brecha, quizá una crisis diplomática, si es que hablamos de terceros países, y una dejación de funciones que hace insostenible la situación de algunos altos cargos del Gobierno”. Rufián ha puesto en duda la hipótesis de que Sánchez, se atreva en esta crisis a poner fin a su relación con la titular de Defensa, y lo ha explicado en clave partidista y electoral: “Robles representa a una parte del PSOE; el PSOE más conservador y más rancio y caoba, es bastante complicado que deje caer a Robles, que ahora mismo representa a la derecha moderada que es parte del PSOE”.

ERC, la CUP y JuntsxCat, como hicieron más tarde Unidas Podemos o el PDeCAT, confirmaron que insistirán ahora en requerir al PSOE que permita la formación de una comisión de investigación en el Congreso. También demandan la desclasificación de las resoluciones judiciales que aportó la semana pasada en la comisión de secretos la recién destituida directora del CNI.

Fuentes del grupo EAJ-PNV precisan que no habían pedido el cese de Paz Esteban ni de ningún otro miembro del Gobierno porque consideran que “procedimentalmente no es el momento de los ceses o dimisiones, sino de las explicaciones”. Y añaden: “Este escándalo no puede cerrarse en falso; debe aclararse todo lo que rodea a este asunto y las dimisiones o ceses vendrían, en su caso, después”.

Para la portavoz de la CUP, Mireia Vehí, el cambio de Paz Esteban por Esperanza Casteleiro, que hasta ahora era secretaria de Estado y número dos de Robles en Defensa, es solo una “cortina de humo”. Vehí ha precisado cuáles serían a su entender los responsables políticos de este escándalo: Margarita Robles; Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática; y el propio Pedro Sánchez, que “está enterado de todo desde el minuto uno”. Al representante del PDeCAT, Ferran Bel, no le pareció “ni suficiente ni relevante políticamente” esa asunción de responsabilidades.

El portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, ha aprovechado su comparecencia en el Congreso para apelar al Ejecutivo a no cerrar “en falso” esta crisis y apostar ahora por impulsar una agenda de regeneración democrática pendiente y a la que se está llegando tarde para asentar bien la legislatura. Echenique sí ha respondido cuando se le ha preguntado si la titular de Defensa debía ser relevada: “Las responsabilidades políticas no se pueden delegar”. El dirigente de Podemos ha revelado que, tras haber pedido por WhatsApp a Bolaños la semana pasada que se desclasificasen algunos documentos sobre este caso, tiene la percepción de que el ministro tiene esa intención.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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