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La trifulca constante que terminó en una pelea a cuchilladas en Molina de Segura

Un hombre acaba con la mano semiamputada tras la brutal agresión en la localidad murciana de un compañero de trabajo al que había denunciado previamente por amenazas

Agresión a un hombre en Molina de Segura (Murcia).
Agresión a un hombre en Molina de Segura (Murcia).
Virginia Vadillo

La localidad murciana de Molina de Segura vivió el pasado miércoles a plena luz del día una brutal pelea originada por celos y que acabó con un hombre con la mano semiamputada. El agresor principal ha sido puesto en prisión provisional sin fianza. Reconstruimos la historia de este suceso, que ha conmocionado a los vecinos del municipio.

La calle Triunfo de Molina de Segura (73.000 habitantes), respira un ambiente tranquilo, casi silencioso, a las dos de la tarde de este viernes. Nada que ver con lo vivido 48 horas antes en ese barrio “normal y corriente”, según lo definen sus vecinos, cuando dos hombres se ensañaron brutalmente con un tercero, al que acuchillaron y prácticamente amputaron una mano. Uno de los dos agresores ha sido enviado a prisión provisional sin fianza este viernes acusado de un delito de tentativa de homicidio y lesiones graves, mientras que el otro deberá comparecer periódicamente en el juzgado. La víctima, José, de 34 años, se recupera en el hospital La Paz de Madrid, donde fue trasladado de urgencia para reimplantarle la mano.

En la zona del suceso, a unos cinco minutos a pie del Ayuntamiento, los vecinos se muestran reacios a hablar de unos hechos que los dejaron conmocionados. “Todavía tengo el miedo en el cuerpo. Había sangre por todas partes, creía que el hombre estaba muerto”, afirma una mujer que presenció la agresión y prefiere no dar su nombre. “Lo estaban esperando y se lanzaron a por él en cuanto lo vieron aparecer”, explica otro testigo. Esa es la hipótesis que baraja la policía, que ha confirmado a EL PAÍS que la víctima y los agresores se conocían y se habían interpuesto previamente varias denuncias relacionadas con situaciones de “acoso”.

En concreto, José y el hombre que ha sido enviado a prisión, A., de 31 años, son compañeros de trabajo y sus hijos van juntos al colegio, mientras que el segundo detenido, de 24 años, es el hermano de A., explican fuentes cercanas a la familia de la víctima. José había mantenido una relación sentimental esporádica con la expareja de A., lo que desencadenó un “odio visceral” y “celos incontrolables” del segundo hacia el primero, señalan esas mismas fuentes. En las últimas semanas, la tensión había ido en aumento y las amenazas eran constantes, apuntan las mismas fuentes. “Se pasaban el día amenazándose entre ellos, acusándose. Estaban en una trifulca constante y al final ha explotado”, afirma otra persona cercana a ellos.

En ese contexto de tensión, A. salió el miércoles, a plena luz del día, en torno a las dos de la tarde, al encuentro de José, que regresaba del trabajo. Acompañado por su hermano, lo abordó con un cuchillo de grandes dimensiones que le clavó repetidas veces en la espalda y las extremidades, llegando a seccionarle la mano izquierda casi por completo. En el transcurso de la pelea, José logró hacerse con el arma y también provocó heridas de menor gravedad a sus dos atacantes. Un vecino de unos 60 años de edad y que no tiene relación con ninguno de los implicados en la riña, trató de mediar y consiguió arrebatarles el arma minutos antes de que la policía llegara al lugar del suceso.

Según fuentes policiales, los tres hombres fueron trasladados al hospital Morales Meseguer de Murcia. José, dada la gravedad de sus lesiones, fue llevado desde allí en ambulancia hasta Albacete, donde lo recogió un helicóptero que lo trasladó luego a Madrid para poder reconstruirle la mano seccionada; evoluciona favorablemente. Ninguno de los tres implicados en la riña tenía antecedentes por peleas o agresiones.

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El alcalde de Molina de Segura, Eliseo García (PSOE), ha asegurado que se siente impactado por unos hechos “muy duros” y que asegura nada tienen que ver con la vida cotidiana de este municipio, que se ubica a unos 10 kilómetros de la capital regional y es el cuarto con mayor población de la comunidad autónoma. En conversación telefónica, el edil ha defendido que las tasas de delincuencia de Molina de Segura están por debajo de la media nacional y regional, por lo que esta agresión, a pesar de lo excesiva que resulta, responde a un hecho “puntual, injustificable, pero motivado por unas causas concretas, que nada tienen que ver con el clima de seguridad del municipio”. Tampoco la zona donde ocurrió la agresión es un área “marginal”, ni con altas tasas de pobreza o inmigración, ha resaltado.

Por eso, ha insistido en lanzar un mensaje de “tranquilidad” a los vecinos, al tiempo que les ha pedido “empatía” con la familia de José, que “está atravesando un momento muy duro”, no solo por la agresión sufrida, sino por el aluvión de vídeos e imágenes de la pelea que se han difundido a través de las redes sociales. La voluntad de José y su familia, ha dicho, es que no se sigan publicando esos contenidos para evitar un “sufrimiento mayor”.

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Sobre la firma

Virginia Vadillo
Es la corresponsal de EL PAÍS en la Región de Murcia, donde escribe sobre la actualidad política, social y medioambiental desde 2017. También trabaja con la Agencia EFE en esa comunidad autónoma. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo de Agencias por la Universidad Rey Juan Carlos.

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