Guía práctica si vas a visitar los parques nacionales de EE UU
Por qué hay que consultar la información del National Park Service, decidir si dormir dentro de estos entornos protegidos o si comprar el Annual Pass y otros consejos para disfrutarlos al máximo
Uno de los viajes más gratificantes que podéis llevar a cabo en Estados Unidos es aquel que incluya la visita a alguno de sus parques nacionales, que son muchos, muy variados y repartidos por toda su geografía. Estados como Utah, Arizona, California, Wyoming, Alaska o Colorado reciben cada año miles de turistas ávidos de adentrarse por algunos de los más famosos, como son Yellowstone o Yosemite. Así que, si sois amantes de la naturaleza y visitáis el país, echad un ojo a esta guía para que no se os escape ningún detalle.
1. Tener a mano la lista completa de parques nacionales
Basta visitar la web del National Park Service —el servicio de parques nacional del país (NPS, por sus siglas en inglés)— para tener a mano la lista completa de parques nacionales de EE UU. Ordenados por Estados, es útil para conocer qué parques, monumentos o lugares de interés en general vais a encontrar en vuestra visita. Es muy curioso porque en la lista comparten espacio lugares como Death Valley (parque nacional) con la propia Estatua de la Libertad (monumento nacional) o la archiconocida cárcel de Alcatraz (parte del área recreacional nacional del Golden Gate).
2. Informarse en la web oficial
En la web oficial de cada parque se despliegan un montón de apartados muy interesantes, pero algunos de ellos son nuestros favoritos. El primero de todos es la portada, en la que informan de cosas relevantes como los avisos de carretera e incidencias varias que afecten a la visita o si es necesario reservar día para ir. Es de vital importancia conocer esta información antes de planear el viaje, ya que hay parques como el Joshua Tree en el que quizá no encontréis nada importante, pero hay otros como Yosemite en los que ahí se informa del sistema de reservas o de si vuestra ruta soñada es la más apropiada para la época del año en la que lo visitáis. O también si os vais a ver obligados a dar un rodeo de cientos de kilómetros para llegar al siguiente destino de la ruta porque el Tioga Pass —paso de montaña en la cordillera de Sierra Nevada de California— está cerrado.
El resto de los apartados de la web que siempre visitamos están en la pestaña de plan your visit (planea tu visita, en español). Son los siguientes: basic information (información básica), directions & transportation (direcciones y transporte), places to go (sitios a visitar) y, por último, things to do (cosas que hacer). Aquí veréis tarifas de entrada, podréis descargar mapas oficiales de la zona e informaros de lo más relevante que ver y hacer.
¡Ah! Y que no se nos olvide, una vez lleguéis al parque, acudir a su centro de visitantes para informaros de las condiciones climatológicas del día, de qué itinerario os aconsejan hacer según la disponibilidad de tiempo que tengáis, haceros con un mapa de la zona y con el típico panfleto informativo, imprescindible para visitarlo bien.
3. ¿Alojarse o no en el parque?
La respuesta a esta pregunta la deciden varias cosas: vuestro tiempo disponible allí, la disponibilidad de alojamiento, el presupuesto que queráis dedicar e incluso la climatología del lugar…
Existen parques nacionales en los que resulta tremendamente atractivo dormir en su interior, por ser más grandes y ofrecer más posibilidades de entretenimiento. Yosemite o el Gran Cañón son dos de ellos. El problema es que todos pensamos lo mismo y, por lo tanto, la disponibilidad de alojamiento en sus dominios se agota con meses de antelación, tanto en hoteles como en campings. Suerte que, en muchos de ellos, se pueden encontrar opciones de alojamiento en las afueras, con un rango de precios más asequible. Además, siempre se puede explorar la opción de dormir en un camping: naturaleza y mejor precio son una mezcla imbatible. Eso sí, no penséis que por no ser un hotel se puede reservar en el momento: mejor estudiar bien qué camping es y con cuánto tiempo es mejor reservar. Si está lleno para vuestras fechas, no dejéis de entrar en la web oficial porque suelen cancelar plazas y las ponen a la venta.
4. Annual Pass, una tarifa plana
Si solamente vais a visitar un parque nacional lo más probable es que no os salga a cuenta, pero tenéis que saber que existe el Annual Pass: es un pase, con validez anual, que hace las veces de tarifa plana a la hora de visitar estos entornos protegidos, siempre gestionados por el NPS. Su precio actual es de 80 dólares al año (unos 74 euros) y sirve para un titular y el grupo de viajeros que le acompañe dentro del mismo coche (no comercial). Dado que los precios medios de las entradas a los parques nacionales es de 30 a 35 dólares (unos 30 euros), esta compra se amortiza, normalmente, con la visita a tres de ellos. Y si queréis adquirirlo es tan sencillo como pedirlo en el primer parque que vayáis a visitar. Dado que su duración es de un año natural, si lo compráis en julio de 2024 podréis visitar tantas veces como queráis los parques incluidos en su lista hasta julio de 2025.
5. La aplicación de National Park Service
Para los amantes de viajar siempre con móviles y tabletas, la NPS tiene su propia app en la que acceder a la información básica de cada parque, tener vuestra lista de favoritos, descargar información para consultarla sin conexión, acceder a los puntos principales de interés del parque y sus mapas… Es un plus a tener en cuenta.
6. El libro de sellos
El libro de los sellos es una curiosidad que merece la pena conocer antes de aventurarse a recorrer los parques nacionales de EE UU. En sus tiendas de recuerdos encontraréis este libro similar a un pasaporte, pero más grueso, en el que se pueden ir estampando, a modo de recuerdo, los sellos que encontraréis en los propios centros de visitantes. No caigáis en el error de encapricharos de este pasaporte cuando vuestro viaje esté ya terminando: el libro es un recuerdo de cada parque visitado, y la estampación de los sellos en sí no tiene coste adicional.
7. Las placas de Junior Ranger
Las placas de Junior Ranger son unas pequeñas insignias que los niños pueden conseguir si completan una serie de actividades propuestas en un cuaderno que los parques nacionales ponen a disposición de las familias de manera gratuita. Hace unos meses escribimos un post sobre ellas, el cual os aconsejamos sin duda leer si vais en familia a visitar estos lugares. Son uno de los recuerdos más chulos para los más pequeños y, además, aprenden un montón mientras desarrollan su amor por la naturaleza.
Por último, os dejamos una recomendación si queréis comenzar a visitar los parques nacionales y no sabéis por dónde hacerlo. Uno de los viajes por EE UU que combinan ciudades y parques nacionales más chulo es el que se realiza por la Costa Oeste de los Estados Unidos.
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