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Chicago a través de los ojos de tres expertos en arte: 20 pistas para no perderse nada

Claudia Segura, Theaster Gates y Benedicta Badía comparten su ruta artística por la ciudad estadounidense: de sus pinacotecas y galerías más vanguardistas a un hotel-museo, el barrio de aires escandinavos de Andersonville Swedish o un banco rehabilitado como biblioteca

'Cloud Gate', conocido como 'The Bean', en Millennium Park, Chicago.
'Cloud Gate', escultura de Anish Kapoor conocida como 'The Bean', en Millennium Park, Chicago.Beata Zawrzel (Getty Images)
Carlos Córdoba

“Es inútil que el visitante ocasional trate de mantenerse al día con Chicago: la ciudad supera sus profecías más rápido de lo que puede cumplirlas. Siempre es una novedad; Chicago nunca es la ciudad que viste cuando estuviste allí la última vez”, dejó escrito Mark Twain en 1883. Sin pretender desmentir al padre de Tom Sawyer y Huckleberry Finn, El Viajero ha consultado a tres expertos del mundo del arte sobre sus recomendaciones artísticas para descubrir más allá de su gran institución artística, el Chicago Art Institute. Benedicta Badía, asesora de museos como el Guggenheim de Nueva York; Theaster Gates, número 18 en el ranking anual Power 100 de la lista de personalidades más influyentes del mundo en el arte contemporáneo, y Claudia Segura, comisaria de exposiciones y colección en el MACBA de Barcelona, nos acompañan en el recorrido.

Segura tuvo carta blanca para la curadoría de la sección In situ en su primera recomendación: Expo Chicago, la feria anual de arte contemporáneo que del 11 al 14 de abril de 2024 volverá a ocupar el Navy Pier, un muelle situado en la costa del lago Michigan cuyo interior plagó de esculturas fascinantes a gran escala, vídeos y obras concebidas expresamente para el recinto. “Es una feria sostenible, donde se compra y se vende. Sin embargo, han puesto en marcha un programa de intercambio de curadores y un encuentro de directos de museos, por lo que está muy enfocada al pensamiento”, cuenta sobre el evento que este año fue adquirido por Frieze, el gigante mundial de las ferias de arte contemporáneo. “La ciudad es supervibrante, con una escena artística con mucho potencial y enfocada a lo latino. De hecho, es una de las pocas ciudades de Estados Unidos donde los vinilos de las exposiciones están escritos a menudo en castellano. Sobre la base de la arquitectura de Frank Lloyd Wright y Mies Van der Rohe, y en torno a un lago que es casi un océano, la ciudad acoge museos fascinantes, algunos de ellos propiedad de universidades”, la describe.

Entre ellos, Segura cita DePaul Art Museum, un museo vinculado a la Universidad de DePaul, con una colección permanente de más de 3.500 piezas de arte moderno y contemporáneo, muchas de artistas chicaguenses pero también de la diáspora africana, latinoamericana o de grupos infrarrepresentados en las pinacotecas, como las mujeres o la comunidad LGTBI. “Con un equipo relativamente pequeño son capaces de poner en marcha exposiciones muy poderosas, que nutren la relación entre comisarios y académicos”, cuenta Segura.

Chicago Art
Inauguración de la feria Expo Chicago.

La comisaria destaca la presencia de galerías que representan a artistas negros figurativos, presentes por ejemplo en el barrio de West Town en la sala de la francosomalí Mariane Ibrahim, galerista de artistas como Ferrari Sheppard, Zohra Opoku o Lina Iris Viktor, a la que Ibrahim representaba cuando esta demandó por plagio al rapero Kendrick Lamar por la banda sonora de la película Black Panther. “Hay también mucho interés por la diáspora latinoamericana en el MCA, un museo contemporáneo basado en artistas de Chicago, pero dirigido por una latinoamericana y con una comisaria, Carla Acevedo, que han reforzado ese vínculo”. La colección del museo, que ha acogido exposiciones de Frida Kahlo o Jeff Koons, incluye nombres como Cindy Sherman o Jasper Johns.

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Una de las exposiciones del MCA de Chicago.Antonio Perez (Getty Images)

Dos de las propuestas de Segura aportarán al viajero cierta sensación de exclusividad y privilegio. La primera es The Arts Club, un club privado fundado en 1916 que exhibe arte contemporáneo internacional y con probado buen criterio: fue el lugar que acogió la primera muestra de Pablo Picasso en Estados unidos, en 1951. Por desgracia, no conserva de aquella época el antiguo espacio interior que diseñó Mies van der Rohe, del que solo mantiene la escalera central en su actual ubicación. Cerca de allí se encuentra su siguiente recomendación: 21c Museum Hotel, un alojamiento abierto 24 horas en el centro de la ciudad para quien quiera conocer la colección privada de Laura Lee Brown y Steve Wilson, una pareja de coleccionistas que invita a huéspedes y visitantes a disfrutar de sus obras de artistas del siglo XXI. “Desde el lobby hasta los pasillos del hotel, todo está lleno de piezas de su colección. Es una aproximación muy distinta a la habitual sobre cómo el arte se consume y distribuye”, cuenta Segura sobre este alojamiento, que tiene sedes en otras 10 ciudades en Estados Unidos, de Nashville a Kansas City.

Fuertemente vinculada a la música, Chicago reserva también sorpresas como Corbett vs. Dempsey, una galería que desde que abrió en 2004 representa a muchos de los artistas que estudiaron en la escuela del Art Institute de Chicago, como Karl Wirsum u Omar Velásquez. “El espacio es increíble y sus propietarios son una fuente de conocimiento brutal. Pero, sobre todo, quien la visite no puede perderse su espectacular biblioteca dedicada al jazz”. Segura recomienda también acercarse desde allí a Document, “una galería pequeña y honesta”, que cuenta con otra sede en Lisboa.

Pero la ciudad tiene también una escena underground fascinante. Ahí está, por ejemplo, el Floating Museum, otra de las recomendaciones de Segura que, como la comisaria en sus propias exposiciones, premia los discursos no hegemónicos. “Se trata de un hangar en el que se mezcla la práctica social y la comunidad civil”, explica sobre este colectivo capaz de montar una muestra sobre un río o en el interior de los vagones del metro. Hablando de ríos, otro de los imprescindibles para cualquier amante del arte es, sin duda, explorar la arquitectura local a bordo del único crucero por el río Chicago asociado con el Centro de Arquitectura de Chicago (CAC). El First Lady Cruises de Chicago ofrece un recorrido de 90 minutos a cargo de guías voluntarios que desmenuzan la arquitectura de la ciudad y los arquitectos legendarios que la diseñaron.

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Otro de los imprescindibles para cualquier amante del arte es explorar la arquitectura local a bordo del único crucero por el río Chicago asociado con el Centro de Arquitectura de Chicago (CAC): el 'First Lady Cruises'.Beata Zawrzel (NurPhoto / Getty

Un barrio escandinavo

Las recomendaciones de la argentina Benedicta Badía, una de las coleccionistas más importantes del mundo, están vinculadas a su forma crítica de acercarse al arte de vanguardia. Su aproximación busca el desafío al statu quo de la comunidad artística, en contra de los estereotipos no occidentales y las narrativas dominantes. En esa línea trabaja LVL3 Gallery, un espacio fundado y dirigido por artistas. “Ellos son quienes realmente saben de arte”, afirma sobre este espacio que “fomenta lo comunitario, las colaboraciones entre sectores que, de otra forma, no se encontrarían y los artistas internacionales de comunidades no representadas en el circuito del mercado del arte”. Si le interesa conocer la obra de artistas emergentes y de mediana carrera, este es su lugar.

Las propuestas de los artistas que evitaron los caminos tradicionales tienen su espacio también en Intuit, un museo independiente fundado en 1991, pensado para artistas “que enfrentaron la marginación y superaron obstáculos personales para hacer su obra”. El pasado otoño se embarcó en una profunda transformación de su edificio histórico de 150 años de antigüedad para abrir de nuevo en verano de 2024.

Desde allí, un largo paseo en dirección al lago Michigan lleva a las puertas de Wrightwood 659, un edificio diseñado por el arquitecto ganador del premio Pritzker, Tadao Ando, que llenó de luz natural y hormigón una construcción de los años veinte. Se trata de un espacio concebido para exposiciones de arquitectura y arte socialmente comprometido, en el vecindario Lincoln Park. “Es un lugar único de reflexión sobre el arte como práctica política y social. Su compromiso con las narrativas de artistas internacionales no tiene precio. Si bien las grandes instituciones muestran arte internacional, Wrightwwod 659 posee la agilidad de un centro independiente que trae una mirada fresca y revolucionaria a Chicago”, lo describe Badía. Su siguiente recomendación es The Renaissance Society, un museo de arte contemporáneo independiente fundado en 1915, dedicado al encargo y la producción de nuevas obras de artistas internacionales. Aquí pueden disfrutarse, además, conciertos, lecturas y conferencias gratuitas. “El Ren, como lo llaman, es un lugar que uno no se puede perder. Pertenece a la Universidad de Chicago, una de las más prestigiosas instituciones del mundo. Su programación cuestiona lo establecido con la ayuda de narrativas pedagógicas que interpelan lo hegemónico”, explica.

Para finalizar, recomienda también dar un paseo por el barrio de Andersonville Swedish. “Si observas el mapa de cómo se formó Chicago, verás que en Andersonville fue donde se establecieron los suecos. Entrar en esta zona es meterse en el espíritu escandinavo. Allí puedes encontrar desde una de las mejores librerías feministas hasta tiendas especializadas en muebles antiguos, pastelerías artesanales deliciosas y un pequeño museo de la comunidad. Lo casero, lo artesanal, el diseño y la comunidad civil están presentes en estas calles”, cuenta Badía, quien durante Expo Chicago ofrece en su ático art déco, en el centro de la ciudad, la fiesta a la que todo el mundo del arte quiere ir.

El barrio de Andersonville Swedish.
El barrio de Andersonville Swedish.D Guest Smith (Alamy)

Un paseo por el Chicago afroamericano

“Nadie construía edificios bonitos para los negros en este barrio. ¿Por qué iban los blancos a construir en barrios negros si no se les prometía algo a cambio?”, se pregunta Theaster Gates, artista nacido en East Garfield Park, al oeste de la ciudad, especializado en arte social y profesor en el Departamento de Artes Visuales de la Universidad de Chicago. Todo un pope del arte si atendemos a la revista ArtReview, que en su último recuento de los 100 personajes más influyentes en el mundo artístico le ubica en la posición 18.

A Gates le pedimos que nos acompañara en un recorrido por los barrios donde ha actuado este agitador artístico, fundador y director de la Rebuild Foundation, una organización sin ánimo de lucro nacida en 2010 que impulsa proyectos artísticos y culturales en espacios abandonados de barrios mayoritariamente afroamericanos y de escasos recursos. Él ha impulsado, además, un proyecto que ha recuperado dos apartamentos abandonados para ponerlos a disposición de menores LGTBI expulsados de sus casas.

La ruta por sus proyectos incluye la visita al Stony Island Arts Bank, la sucursal de un banco construido en 1923 y abandonado en 1979 que Gates se apresuró a adquirir en 2012 para poner a disposición de los vecinos de la zona la colección de libros de John H. Johnson, fundador y editor de las revistas Ebony (1945) y Jet (1951). La biblioteca personal de Johnson, el primer afroamericano que apareció en la lista Forbes 400, en 1982, está ahora al alcance de cualquiera que se acerque a este antiguo banco. Allí también se encuentra la colección de discos de Frankie Knuckles, padre de la música house, junto a piezas de la colección de la Universidad y del Art Institute de Chicago.

Stony Island Arts Bank, la sucursal de un banco construido en 1923 y abandonado en 1979 que ahora alberga la colección de libros de John H. Johnson, fundador y editor de las revistas 'Ebony' (1945) y 'Jet' (1951).
Stony Island Arts Bank, la sucursal de un banco construido en 1923 y abandonado en 1979 que ahora alberga la colección de libros de John H. Johnson, fundador y editor de las revistas 'Ebony' (1945) y 'Jet' (1951). Jeff Schear (Getty Images)

La Rebuild Foundation está también detrás de las siguientes tres pistas viajeras: The Listening House, The Archive House y The Black Cinema House. Esta última es una sala de proyecciones ubicada en un edificio abandonado al sur de la ciudad, en el Chicago South Side Dorchester, y desde 2012 proyecta películas realizadas o protagonizadas por la diáspora africana. La visita a The Archive House, otro de los edificios recuperados por la fundación, permite adentrarse en el impresionante archivo de 14.000 libros de arquitectura procedentes de una librería especializada ya desaparecida, mientras que en The Listening House se conservan los 8.000 discos que quedaban en las estanterías de la tienda de discos Dr. Wax Records.

“Empecé reconstruyendo simplemente porque no tenía suficiente dinero para construir lo que quería. Ahora hay quien teme que nuestra intervención acabe gentrificando estas zonas, pero estos barrios, a día de hoy, siguen abandonados y los vecinos todavía pueden comprarse aquí una casa. Nuestro objetivo es crear una comunidad artística abierta a todo el mundo en estos barrios”, cuenta este chicaguense sobre la ciudad que cualquier amante del arte debería visitar, al menos, una vez en la vida.

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Sobre la firma

Carlos Córdoba
Redactor jefe de Vídeo de EL PAÍS y profesor de Vídeo de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Desde hace más de 15 años se dedica al periodismo audiovisual. Anteriormente fue director, presentador, guionista, reportero y redactor de distintos programas en TVE, Atresmedia, Mediaset o Telemadrid, entre otras cadenas.
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