Seis ‘beach clubs’ en la costa de Málaga para darse un capricho
Variedad de hamacas, rica gastronomía, piscinas a pie de playa y jornadas que se alargan con música en directo y DJs esperan en estos locales donde el hedonismo es parte esencial del verano
La Costa del Sol malagueña lidera cada verano el top peninsular en lo que respecta a los beach clubs, esos locales de lujo en donde abandonarse a los placeres más sensuales. Este año ganan más peso lúdico-gastronómico debido al gran número de inauguraciones en la zona. La del Grupo Beso, en la localidad de Estepona, con interiorismo de Lázaro Rosa-Violán, está prevista a lo largo del mes de agosto.
Los playeros obsesivo-compulsivos podrán darse un capricho en estas seis sugerencias que han convertido su exotismo y su gastronomía en una declaración estética. Buen rollito y mejor música para una desconexión disfrutando, quienes puedan, sin reparar en gastos.
Inspiración de Mikonos y Tulum en el Nosso Summer Club (Marbella)
Recóndito, relativamente pequeño y atiborrado de gente guapa, el Nosso está en boca de todos los iniciados en el terraceo marbellí. “Hemos logrado el equilibrio perfecto entre el relax y pasarlo bien, y ello se nota en que muchos clientes prefieren quedarse sentados antes que ir a bañarse”, apunta Rafael González, uno de sus propietarios. “A la decoración inspirada en la isla griega de Mikonos hemos añadido el colorido que destila la costa de Tulum (México), entre cojinería y tapicería colorista, techumbre de paja, fuentes anaranjadas, vasijas... que de alguna manera rinden tributo al arquitecto mexicano Luis Barragán [1902-1988]”.
Su gastronomía fresca (con muchos crudos) y de calidad fusiona lo mediterráneo y lo asiático —incluida una carta diseñada por el sushiman Carlos Navarro—, con el añadido del cebiche peruano. Un plato muy tentador a manos de la chef Gema González son los saquitos de pulpo thai con mayonesa de kimchi.
A eso de las cinco de la tarde la música que marcan los DJs —Dani Vars, Álvaro Albarrán, Natalia Red, Fede Schmidt... — gana en decibelios, para llegar a la cena rodeado de una suntuosa iluminación artificial. Un ambiente que pide cócteles para paladear en la barra, en los sofás o en el lounge de la playa. Quien quiera tumbarse en una hamaca, más vale que la reserve con antelación. Cada jueves, a las 21.00, ofrecen actuaciones de jazz, con David Lenker (clásico), Ziryab (fusión) o Gypsy & Dixie (Nueva Orleans, Chicago y swing gitano).
México y sus calaveras en el Playa Padre (Marbella)
Los alrededores de la playa del Cable de Marbella, de aire poligonero, anteceden y contrastan sobremanera con este espacio de vegetación tropical con palmeras, cactus, plataneras, palmitos o chifleras. Aquí se cuecen, en un ambiente exclusivo, algunas de las mejores fiestas electrónicas de la costa andaluza. Y es que el Grupo Mosh, si algo mima, por encima de otras consideraciones, es la programación musical.
De aire jipichic cosmopolita, uno viene aquí a desconectar por la mañana y al mediodía en su amplísima palapa, sin perder de vista los restos del cargadero marítimo todavía a flote 300 metros mar adentro. El toque mexicano, sobre todo de Tulum, se manifiesta en el nombre, la decoración y la carta. Desde alitas a la barbacoa hasta orgasmo de remolacha, pollo al chipotle o pescados enteros a la parrilla. Su sugerente barra de coctelería incluye daiquiris y martinis porn star. Solo bajo demanda abre la barra de sushi.
Cada evento tiene su sentido y su momento para brillar junto a las hamacas y las camas balinesas. El arte contemporáneo irrumpe cada lunes con una experiencia artística de carácter solidario denominada Art Padre, en la que varios artistas personalizan calaveras de grandes dimensiones (icono del lugar), como si de un lienzo en blanco se tratara, diseñadas por el escultor José Piñero. Se exponen por todo el local. El próximo 8 de agosto acudirá el malagueño Le Petit Kaiser, y será Andrés Aparicio quien cierre este desfile de artistas plásticos el 12 de septiembre. Otro aspecto del Art Padre son las prendas denim (cazadoras, bolsones, camisas vaqueras) pintadas cada lunes, a la vista del público, por la reputada artista zaragozana, afincada en Estepona, Marta Bernad.
Los miércoles llega la fiesta electrónica residente Black Heart, y los viernes por la mañana, la fiesta Chakra, con yoga, pilates y música ad hoc. Para los domingos se reserva la fiesta bohemia Boho Sunday, en la que pinchará el próximo día 7 el sudafricano DJ Themba.
El todo Marbella (celebrities, actores, cantantes…) se cita hasta medianoche con line ups que incluyen los mejores DJs internacionales. El sábado 13 de agosto se cumple el quinto aniversario del local, cuyo plantel de actuaciones para la cita no hará público hasta pocas horas antes.
Nido: Llamativa variedad de hamacas (Estepona)
No es casual que este complejo cool de 2.700 metros cuadrados se encuentre junto a la lujosa urbanización The Edge by Kronos y a medio camino entre Marbella y Sotogrande (ya en la provincia de Cádiz), de manera que la clientela del Nido participa de ambas atmósferas hedonistas. Equivalente a una isla de ambiente relajado y con vistas al peñón de Gibraltar, Nido está dirigido este año por el matrimonio compuesto por Macarena Merello y Nicolás del Prado, procedentes, al igual que el cocinero Agustín Gdr., del Grupo Trocadero. El restaurante gira en torno a recetas mediterráneas, arroces (atención al negro y al de carabineros) y pescados, junto a cebiches y sushi. El 11 de agosto se escenificará un tradicional ronqueo (despiece de atún).
Dos piscinas, una infantil, completan un escenario en el que se celebran pocas fiestas, pero muy señaladas. Es en el área piscinera donde se esconden tres nidos a modo de reservados: un trío de mesas redondas semihundidas en tierra con capacidad para entre 8 y 10 personas. La variedad de hamacas resulta llamativa. De la Nido Living y la Pool Double Bed (la hamaca vip, rodeada de agua), a la King Double Bed (dos plazas), aparte de la Round Bed (cama redonda). Hasta las sombrillas se acercan los camareros repartiendo ensaladas, tartar de atún, steak tartar y hamburguesas de wagyu del restaurante (de 11.00 a 20.00; jueves, viernes y sábados se sirven cenas hasta las 23.15).
Bien mirado, el Nido se halla junto a la desembocadura del arroyo Vaquero, en la playa de Costa Natura, uno de los contados reductos nudistas de la Costa del Sol, que siempre hay que respetar, sin incomodar a los bañistas con las cámaras de los móviles, y, quien lo desee, incorporándose al baño en los trajes de Adán y Eva.
Bailando el ‘Bongo Cha Cha Cha’ en Salvaje (Puerto Banús, Marbella)
El life style Salvaje, una mezcla de alta cocina japonesa, coctelería, buen ambiente y diversión, abrió sus puertas el pasado junio en Puerto Banús, en el recinto del antiguo Plaza Beach. La primera sede del Grupo Salvaje fue Panamá, a las que siguieron, entre otras, Madrid, Barcelona, Valencia y, finalmente, Marbella. Una selva amistosa inunda el local junto a la playa donde se degustan las especialidades japonesas del chef venezolano Fermín Azkue: “Los productos secos provienen de Japón —como el arroz koshihikari integral de grano corto— y los frescos usados en la gastronomía nipona los adquirimos, lógicamente, en España, sea el kampachi (pez limón), el kinme-dai (virrey) o el hagi (chicharro). En el sushi bar y en la robata [parrilla de carbón] usamos técnicas tradicionales japonesas”, detalla. La zona de beach club la ocupan hamacas y camas balinesas cerca de una ducha con forma de naranja, mientras en las camas situadas junto a la micropiscina se dispensa atención vip. Aquí y allá, el rinoceronte como imagen de marca.
La comida y la cena se ven amenizadas por bailarinas vestidas con atuendos tribales, a las que sigue el equipo y el público de pie bailando el himno del SLVJ (acrónimo que se ve en numerosas partes del local): el Bongo Cha Cha Cha, de Caterina Valente.
Florida Mijas Beach: un gran multiespacio (Mijas Costa)
Desde 2019 abre en La Cala de Mijas uno de los más grandes beach clubs de la costa malagueña, que llegó a albergar el año pasado las pruebas del programa MasterChef. Sus cifras son categóricas: 3.500 metros cuadrados de superficie, incluido el restaurante Palmera, con terraza interior y capacidad para 130 comensales, en el que se aplica una cocina de pescados kilómetro cero, y donde triunfa en la carta el arroz del senyoret (todo pelado). Pero si algo marca carácter es el hecho de poder gestionar un menú degustación, con la necesidad de personal que ello requiere. El suyo consta de ocho pases (precio: 70 euros; 100 si se incluye el maridaje de vinos) asesorados por el chef Iván Cerdeño, galardonado este año con dos estrellas Michelin en el restaurante que lleva su nombre en Toledo.
En la zona de la piscina, con 200 plazas añadidas, se viven sabrosas experiencias, en este caso con hamacas, dos camas redondas con capacidad para ocho personas cada una y un quiosco-bar rodeado de mesas donde degustar una cocina más informal, tipo finger food, sirviendo de transición a la playa. De jueves a domingos se celebran sesiones de DJs en la piscina, y la carta líquida también tiene mucho que decir. El sello Florida no podía defraudar en el disco-pub Lighthouse Club. Los jueves 18 y 25 de agosto se celebrará la fiesta Forget The Club, de 18.00 a 4.00. Para el día 27 está prevista la fiesta de música electrónica Underwater.
El oriente también existe en el Berebere (Torre del Mar, Vélez Málaga)
Sin el glamur ni los altos precios vigentes en los locales del occidente de la provincia de Málaga, el oriente de la Costa del Sol, casi siempre olvidado, tiene en el beach club Berebere uno de sus más claros exponentes. Y lo hace con una oferta de día completa: arranca con un desayuno de ingredientes orgánicos y continúa en su restaurante de fusión que ha ganado puntos con el horno de brasas Josper, perfecto para el espeto con las sardinas más jugosas del año. No falta tampoco el atún rojo de almadraba, en tataki o tartar, ni el arroz con presa Joselito y alcachofas, ni el Pizzas Corner. Para abrir boca, ostras de Normandía, jamón de Jabugo, platos veganos, así como 160 referencias entre vinos y espumosos.
La comida se degusta en el comedor o en el sector playero instalado sobre arenas oscuras de grano grueso. Un cráneo vacuno del desierto conduce al sector de camas balinesas, hamacas y sillas butterfly atendidas por camareros. También se alquilan tablas de paddle surf. De lunes a viernes, a las 17.00, comienzan las sesiones del DJ Juamma Cortés.
Al encontrarse en el extremo de un paseo marítimo de cuatro kilómetros, el fácil aparcamiento es otro de sus atractivos. Los sábados y domingos, a las cinco de la tarde, hay actuaciones de flamenco/fusión, con la cantante local Blanca Flor, Séfora y Tomate, o Joaquín Fernández & José Quintero. De jueves a sábados hay un plus: las noches de fiesta y baile aquí se extienden hasta las tres de la mañana.
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