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Siete iniciativas que ponen el foco en los niños en tiempos de confinamiento

Propuestas de medidas de protección o de investigaciones que miden los efectos de no salir a la calle durante esta pandemia del coronavirus para la infancia y adolescencia

Una niña baila en su casa durante la cuarentena.
Una niña baila en su casa durante la cuarentena.Caleb Woods (Unsplash)

El pasado 14 de marzo, el Gobierno decretaba el estado de alarma para la gestión de la situación de la crisis desatada por el coronavirus. Desde entonces, ni rastro de la infancia en los discursos ni en las medidas adoptadas. No al menos hasta la comparecencia del ministro de Sanidad, Salvador Illa, para anunciar la vuelta al trabajo de las actividades no esenciales. Durante la misma le preguntaron por la posible salida de los niños y niñas a la calle, a lo que respondió que sentía “el grado de sacrificio” de la infancia, pero que por prudencia y cautela se había decidido mantener la medida de confinamiento. La alegación fundamental para el ministro es que los menores son “vectores de la enfermedad”, algo que diversos expertos ya habían desmentido. “Cualquier persona de cualquier edad puede contagiar el virus siempre que sea portadora o tenga la enfermedad”, señalaban la pedagoga Heike Freire y el pediatra José María Paricio Talayero en un artículo reciente.

Numerosas iniciativas buscan desde hace más de un mes poner la mirada en la infancia. Lo hacen a través de propuestas de medidas de protección o de investigaciones que midan los efectos del confinamiento para la infancia y adolescencia. A continuación, recogemos algunos de estos proyectos.

Medidas contra la violencia hacia la infancia

La Fundación ANAR presentaba el pasado 7 de abril un documento dirigido a las administraciones públicas con medidas para prevenir y luchar contra la violencia hacia la infancia durante el periodo de confinamiento. Según explica Leticia Mata Mayrand, miembro del patronato de la Fundación ANAR, el confinamiento agrava los casos de violencia hacia la infancia en el ámbito familiar: “Al igual que sucede con las mujeres víctimas de violencia de género, aquellos menores de edad en cuyas familias ya existían indicadores de riesgo o desamparo son especialmente vulnerables en esta situación de aislamiento domiciliario, al tener que convivir con su agresor/a bajo el mismo techo las 24 horas y, aún en mayor grado, cuando todavía son demasiado pequeños para contar con las habilidades necesarias para pedir ayuda”.

Hasta el 7 de abril desde la Fundación han atendido un total de 475 peticiones de ayuda procedentes de todo el territorio nacional a través de sus líneas de ayuda de chat y correo electrónico. Leticia Mata sostiene que dos de cada cinco casos atendidos fueron por violencia hacia un menor de edad (un 43,7%), destacando especialmente la violencia física dentro del seno familiar (un 14,6% de los casos), seguida del maltrato psicológico, (un 10,2%) y los abusos sexuales (un 3,7% de los casos). En este mismo porcentaje (3,7%) fueron las situaciones de abandono y cuidados negligentes hacia un menor de edad, atendidas por el equipo de profesionales de ANAR.

Desde ANAR insisten en que los ciudadanos deben tomar conciencia de que la violencia hacia los niños y niñas puede agravarse estos días. “Les pedimos que estén más atentos desde sus casas y, ante cualquier situación de maltrato de la que sean conocedores o simplemente tengan sospechas, procedan a su notificación o denuncia inmediata”, señala Mata.

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Informe de Infancia confinada

Un pequeño equipo investigador formado por los sociólogos Marta Martínez e Iván Rodríguez y por la abogada Gabriela Velásquez se han embarcado en el proyecto Infancia confinada para conocer cómo están viviendo la situación de confinamiento las niñas, niños y adolescentes. El proyecto, según cuenta Marta Martínez, surgió a raíz de tres preguntas que les empezaron a rondar cuando iniciamos este periodo de confinamiento: ¿qué opinan las niñas y niños sobre la situación de confinamiento?, ¿cómo les está afectando el COVID 19 en sus vidas cotidianas? y ¿cómo están construyendo de forma individual y colectiva el significado de esta situación? “Hemos querido escucharlos porque consideramos que son mucho más que sujetos de derecho y tienen la suficiente capacidad de interlocución y criterio para contarnos cómo viven, definen y construyen sus vidas en este periodo de confinamiento. Es una ocasión más para que las personas adultas no sigamos haciendo de portavoces de las niñas y niños. No hay que “darles voz” porque ya la tienen, hay que poner a su disposición los mecanismos respetuosos para que se expresen”, apunta Martínez.

Durante los 18 días que tuvieron activa la encuesta a través de la web del proyecto recibieron 912 cuestionarios y esperan poder compartir cuanto antes el informe de resultados de la investigación fruto del análisis de las respuestas de los niños y niñas.

“Vivimos en un mundo adultocéntrico, no es que el confinamiento sea adultocéntrico, es que la sociedad lo es”, señala Marta Martínez, que señala como fundamental que las acciones políticas que se tomen durante el confinamiento “tengan en cuenta que las niñas y niños no pueden ser nuevamente los principales afectados en esta crisis, como ya lo fueron en el 2008 o se verán expuestos a mayores situaciones de vulnerabilidad de las que ya lo están”.

Una queja interpuesta al Defensor del Pueblo

El pasado 6 de abril los abogados Sergio Nuño Díez de la Lastra Martínez, Carlos Vaquero López y Patricia de Santisteban Pérez, pertenecientes al bufete Díez de la Lastra Abogados, presentaban una queja al Defensor del Pueblo solicitando una mayor flexibilidad de las medidas de confinamiento para los menores durante el estado de alarma. Otra más, porque Francisco Fernández Marugán ha recibido más de 1.000 quejas desde el inicio del estado de alarma. En el escrito en cuestión, los abogados alegaban que las medidas tomadas hasta el momento incumplen la normativa y los convenios internacionales firmados por España. Entre sus propuestas, basadas en las medidas tomadas por países de nuestro entorno como Francia, Suiza o Austria, está la de permitir que los niños puedan salir de sus domicilios durante una hora al día “acompañados de un adulto y con las restricciones necesarias tales como imposibilidad de acudir a parques públicos o de socializar con terceras personas”, pero también la atención especial que se debe tener hacia las familias más vulnerables.

Explica Sergio Nuño Díez de la Lastra Martínez que la queja nace ante la creciente inquietud de padres y madres que conviven en pisos con uno o varios hijos y la falta de alternativas ante el confinamiento extremo decretado por el Gobierno. El objetivo, según el abogado, es que el Defensor del Pueblo, dentro de las potestades que la Ley le confiere, realice las gestiones oportunas y requiera al Ejecutivo para que adopte las medidas necesarias para paliar el confinamiento de más de 7 millones de niños en España autorizando las salidas ordenadas del domicilio, acompañados por un adulto, sin posibilidad de acudir a parques públicos y sin poder socializar con terceros.

100 medidas prioritarias en defensa de la infancia

Desde Plataforma Infancia, a la que pertenecen más de 60 organizaciones de infancia con la misión de proteger, promover y defender los derechos de niños, niñas y adolescentes conforme a la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas, han elaborado un documento con las 100 medidas prioritarias para la infancia en la crisis del COVID-19. Ricardo Ibarra, director de Plataforma de Infancia, considera que los niños y adolescentes no suelen ser el foco de la agenda política, pero sobre todo no lo son de la política presupuestaria. “Durante la anterior crisis económica y financiera no se tomaron políticas suficientes para garantizar que los hogares con niños no fueran dejados atrás, y en un país como el nuestro esta reducción de ingresos y la falta de un estado del bienestar suficiente para los niños hizo que estos se convirtieran en el grupo con mayor pobreza de la anterior crisis”, explica Ricardo Ibarra para quien la pandemia, más allá de la cuestión sanitaria, está teniendo un profundo impacto económico y por tanto social “que nos llevará mucho tiempo recuperar”.

La Plataforma de Infancia ha trasladado las propuestas a las administraciones con competencias en infancia tanto a nivel estatal como a nivel autonómico, sobre todo en lo referente a política social, sanidad, educación, interior, justicia, migraciones y seguridad social. “Estamos actualmente trabajando muy estrechamente con el Alto Comisionado de Pobreza Infantil y la D.G. de Infancia. En cuanto a los partidos, hemos trasladado las 100 medidas a los portavoces de los grupos parlamentarios del Congreso y estamos iniciando una ronda de contactos con ellos”, asegura el presidente de Plataforma Infancia.

Una niña mira con miedo la calle.
Una niña mira con miedo la calle.Sharon McCutcheon (Unsplash)

#Coronainfancias: una recogida de firmas para invitar a la reflexión

Heike Freire, pedagoga e investigadora, lanzaba la iniciativa #CoronaInfancias con el objetivo de denunciar la ausencia de niños y niñas y adolescentes del debate público en torno a la crisis por coronavirus. Más de 300 profesionales han firmado ya la carta abierta al presidente del Gobierno y al ministro de Sanidad. Junto con ella, la pedagoga lanzaba una petición a través de change.org: Empatía y respeto a los derechos y necesidades de la infancia en la crisis del coronavirus. En este momento acumula más de 50.000 firmas y espera con ambas iniciativas llamar la atención de los poderes políticos para que tengan en cuenta a la infancia en sus medidas de protección.

"El ministro de Sanidad, Salvador Illa, que ha venido insistentemente hablando de la infancia como vector de contagio, no ha respondido aún a la carta. Y el Gobierno no parece haber tenido en cuenta al Consejo de Derechos del Niño de la ONU, que el 8 de abril pedía a los Estados que garantizaran los derechos de los niños, entre ellos el de realizar actividades al aire libre al menos una vez al día respetando la distancia social y las normas de higiene y salud pública”, lamenta Freire.

Estudios sobre confinamiento y la salud en la población infantil

Son diversas las encuestas que circulan desde hace semanas para conocer un poco más los efectos del confinamiento en la salud infantil. Una de ellas es el Estudio sobre confinamiento y la salud en la población infantil, con la que el Grupo de Investigación OPIK (Universidad del País Vasco, UPV/EHU) está estudiando cómo afecta el confinamiento a niños de entre 3 y 12 años comparando las desigualdades de los contextos familiares. El objetivo es saber si la desigualdad social tiene impacto, y en qué grado, en las condiciones en las que los niños y niñas están confinados y en su salud: el impacto del confinamiento en la salud mental y física de la población infantil, el impacto de la desigualdad en el aprendizaje y seguimiento educativo por parte de la población infantil, y el impacto de la desigualdad en las condiciones de las viviendas y disponibilidad de recursos en la situación de confinamiento

El Hospital HM Nens de Barcelona también ha elaborado un cuestionario de “Adhesión a la dieta mediterránea, actividad física y sueño durante época de confinamiento por la pandemia COVID-19 en población infanto-juvenil”. En el mismo han participado endocrinólogos pediátricos, nutricionistas, médicos del deporte y pediatras del hospital con el objetivo de valorar los hábitos de nutrición, actividad física y sueño de los niños y niñas y adolescentes.

PETRA ofrece un altavoz para las familias con dificultades

El pasado 17 de marzo la plataforma de madres feministas PETRA pedía al Gobierno a través de un escrito que se atienda a las necesidades de la infancia, así como que se aumenten las ayudas y el apoyo a las víctimas de violencia machista y a grupos vulnerables como las familias monomarentales, las familias empobrecidas o aquellas que viven en condiciones precarias.

Desde la plataforma consideran que la infancia y las madres son las grandes olvidadas dentro de las medidas que se han ido tomando y por eso han considerado importante convertirse en “altavoz de todas esas madres” a través de la publicación de testimonios en sus perfiles de redes sociales que las interesadas pueden enviar a un correo electrónico habilitado para ello. Se trata de relatos complejos que abarcan problemas económicos, separaciones, miedos y violencia. “Desde PETRA nos encontramos cómo las madres nos transmitían a través de nuestros canales de comunicación sus preocupaciones y dudas en este estado de alarma y pudimos ver cómo cuando en los medios se hablaba de infancia solamente era para hacer referencia a los deberes escolares, obviando las necesidades vitales de los niños y niñas”, cuenta Julia Cañero, portavoz de PETRA.

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