Itzan Escamilla: “Ya en los ensayos nos decían: ‘Estad preparados, chicos”
El actor madrileño, que interpreta Samuel, ha visto cómo su vida cambió casi de un día para otro cuando el estreno de 'Elite' lo convirtió en un ídolo juvenil. Hablamos con él de fama, de cine y del futuro
Lo primero que aprendió el personaje de Samuel cuando llegó becado a Las Encinas es que “para los ricos hay otras reglas”, como señala el propio Itzan Escamilla (Madrid, 1998). Poco después, el propio Itzan comprobó en su vida que para los famosos también las hay. En su casa tardaron un poco más en darse cuenta, hasta que un día todos los Escamilla, Itzan incluido, cumplieron con la tradición familiar de ir a la Plaza Mayor por Navidad y casi tiene que intervenir la Guardia Urbana para apaciguar el tumulto. Su Samuel entró en la serie casi como el más inocente (y virgen) pero la vida en ese entorno y lo sucedido con su hermano, acusado falsamente de asesinato, le ha ido curtiendo.
Fuera de Las Encinas, Escamilla se acelera hablando de cine. En una ocasión colgó en su Instagram una foto de Casper, el personaje de Justin Pierce en Kids de Larry Clark y algunos de sus cinco millones y medio de seguidores pidieron ayuda para identificar ese referente vetusto. La película se estrenó dos años antes de que naciera el propio Itzan.
"Mi familia no se daba cuenta de que mi vida había cambiado. Normalmente, con quien hago cosas en la calle es con mis colegas, así que mis padres no se daban cuenta de que la gente me reconocía"
¿Cómo tenemos a Samuel? En la tercera temporada, mi personaje empieza con el juicio. Polo vuelve al colegio, cuando todo el mundo sabe ya que es un asesino, y a mi personaje le hierve la sangre. Ve que contra el poder y el dinero no se puede hacer nada. Se da cabezazos, llega un punto en que tira la toalla y trata de buscar a Carla que es su vía de escape.
Es que Polo es rico, y Samuel no. Claro, el dinero te da la capacidad de hacer lo que quieras, si tienes dinero haces lo que quieres. Samuel lo leva mal, y a mí me gusta ese sentido de la justicia que tiene. Al principio de la serie él era muy tierno e inocente, pero vas descubriendo nuevas facetas.
¿Cuándo te diste cuenta de que tu vida había cambiado? Ya en los ensayos nos decían: “Estad preparados, chicos”. Sabíamos que era una producción de Netflix. Estamos aquí en una cosa bastante grande, pero siempre piensas: “Oye, que igual no pasa”. Te lo imaginabas, pero con pies de plomo. Luego pasó y flipamos en colores.
"Ya en los ensayos nos decían: 'Estad preparados, chicos'. Sabíamos que era una producción de Netflix. Estamos aquí en una cosa bastante grande pero siempre piensas: 'Oye, que igual no pasa"
¿Vivías en casa de tus padres entonces? Sí, claro. Era como raro porque mi familia no se daba cuenta de que mi vida había cambiado. Normalmente, con quien hago cosas en la calle es con mis colegas, así que mis padres no se daban cuenta de que la gente me reconocía. Hasta un día que fuimos a la Plaza Mayor en Navidad, que es una costumbre que tenemos en mi familia y empezaron a abordarnos por todos lados. Mi abuela estaba súper orgullosa de su nieto actor.
¿Qué te gustaría hacer después de Élite? Me gustaría poder seguir trabajando en proyectos de calidad, hacer cine fuera. Con Lucas Hedges, por ejemplo. O hacer cine francés.
¿Qué fue lo último que viste en el cine que te voló la cabeza? Hay una película que ha pasado muy desapercibida, Waves. Me pareció espectacular y se la recomiendo a todo el mundo. También me flipó Retrato de una mujer en llamas.
Esta entrevista es un avance del gran reportaje sobre Élite que publicaremos en el próximo número de ICON, a la venta desde el sábado 4 de abril.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.