Arón Piper: “Es una locura lo que te pagan. Sigo alucinando y mi entorno también”
Su personaje de Ander ha llegado a convertirse en un ‘hashtag’ (#omander) y a inspirar a cientos de miles de espectadores en todo el mundo. Hablamos con el actor sobre fama, moda, dinero y su otra pasión: la música
El día de la sesión de fotos para ICON, Aron Piper (Berlín, 1997) está exhausto, derrotado. Viene de pasar el carnaval en Tenerife y la calima le hizo volar a Madrid vía Galicia –¡ay, cuándo se podía volar y meterse en aglomeraciones humanas!–. A pesar del disfraz, lo reconocieron a mansalva y se hizo “unas treinta mil fotos” con fans. Lo lleva regular. Y eso que él y Omar Ayuso tienen un componente fan especial por sus papeles en Élite, que aprecia lo que han creado con Omander, “la relación más pura de Las Encinas, la única que se ha mantenido limpia”. Piper, hijo de alemán y española, lleva haciendo música desde los 12 años (compuso un rap para la película 15 años y un día) aunque siempre le ha dado apuro mostrarla. “Me daba miedo porque eres tú el que das la cara”, dice. Ahora sí está a punto de lanzar varios singles. “Un poco oportunista sí que es, pero es que cualquiera lo haría si tuviera la oportunidad que yo tengo”.
Nueva temporada, vuelta a la promo. ¿Te tienes que mentalizar? Es la parte que menos me gusta de mi trabajo. Es muy cansado. Pero es lo que toca y como mínimo mola reencontrarse con los compañeros.
¿Hay cosas de las que evitas hablar en las entrevistas? Ninguno de vosotros habla mucho de política, por ejemplo. Yo no me puedo poner a hablar de según qué en redes porque, ¿cómo discuto con 5,9 millones de personas que me siguen [en realidad, son 6,7 millones]? Por muy enterado que yo esté, tendría que ser el más enterado del mundo. No quiero hablar de nada que pueda generar debate o conflicto. Intento ser neutro a la hora de dar mi opinión. Prefiero mantener eso para mi vida privada. No me noto tan capacitado como para hablar de según qué temas. No me noto lo suficiente culto en el asunto, quizá en el futuro. Ahora, sí sucede una injusticia muy grande sí que diría algo.
"No quiero que mi Instagram parezca un escaparate, solo quiero trabajar con marcas que me gusten, si puede ser relacionadas con la moda. No voy a anunciar pañales por mucho que me paguen"
Omar Ayuso y tú habéis protagonizado algo especial. Vuestra relación en la serie, Omander, ha llegado a mucha gente. Omander es la relación más pura de la serie, la única historia de amor que se mantenía limpia. Nos han llegado muchas cosas positivas, llamándonos valientes y tal. Aunque a a Omar también le han llegado mensajes negativos del mundo musulmán.
¿Cuándo supisteis que Élite iba a ser lo que ha sido y que vuestra vida cambiaría? El día que se estrenó la serie ya lo supimos. Incluso antes estaba claro que algo de repercusión iba a tener. Al cabo de unos meses tomé consciencia de verdad.
¿Has ido pasando etapas? Creo que lo he llevado lo mejor que se puede llevar. También te digo que cuando se estrenó la segunda temporada el boom fue mayor y el agobio, la intensidad de los fans, me han podido llevar a agobiar.
¿Qué has dejado de hacer que antes hacías? He dejado de ir a sitios muy transitados, por Gran Vía, por Callao…pero también es verdad que vengo del carnaval de Tenerife. Me reconocían disfrazado y me he tenido que sacar 30.000 fotos
Eres músico también. Ya desde pequeño, desde los 12 años, llevo escribiendo y haciendo música, pero nunca me había atrevido a sacarla. Ahora sí, llevo tiempo preparándola y en breve voy a sacar singles y más adelante igual una mixtape. Da mucho más miedo que lo de la serie porque al final eres tú, la escribes tú, das la cara tú. No la saco como Arón Piper sino como Arón. También me daba miedo quedar de oportunista, que la gente piense: 'Anda, ahora se hace músico'. Aunque un poco oportunista sí que es, ¿qué mejor momento que ahora? Cualquiera que tuviera esta oportunidad que yo tengol, lo haría.
Habéis contado alguna vez que al principio lo hacíais todo juntos ¿Ya no es tan así? Al principio sí, teníamos un rollo casi campamento y seguimos un poco con ese rollo, pero sí que es verdad que cada uno somos de nuestro padre y de nuestra madre y a mi me apetece estar más a mi bola, no todo el rato haciendo piña que también cansa.
Una de las lecturas de la serie es que los ricos tienen sus propias reglas, las normas que tenemos los demás no son para ellos. El dinero mueve el mundo. Con dinero se puede conseguir casi todo y arreglar casi todo.
Vosotros ganáis mucho siendo muy jóvenes. ¿Te cuesta hacer un reajuste mental, compararte con tus padres, por ejemplo? Es verdad. Las marcas, por ejemplo, es una locura lo que te pagan. Es algo que sigo alucinando y mi entorno también. Mis colegas, mi familia, porque es una barbaridad. Hace poco fui a ver a mis padres a Asturias, estuve dando un paseo por los acantilados con mi padre y hablamos de esto. Lo que te da una campaña es lo que gana un trabajador normal en cinco años de trabajo. Mi padre me decía que también hay que darle una importancia y un peso. Al principio no se lo das. Iba a un showroom y flipaba porque me regalaban la ropa. Luego les decía a mis colegas: “toma esto, toma lo otro, me pagan tanto en la campaña, así que ya pago yo”. Pero hay que tener conciencia y darle un mérito porque yo me lo he ganado, aunque sea mucho. Si tú le quitar valor, tu entorno le quita valor. Gracias a Dios, mis padres están muy encima de mi y siempre me aconsejan.
¿A qué se dedican? Mi madre es homeópata y mi padre es montador de cine y televisión.
¿Cómo decides con qué marcas colaboras? Os llegará de todo. Por suerte tengo un agente de prensa que me lo filtra. No quiero que mi Instagram parezca un escaparate, solo quiero trabajar con marcas que me gusten, si puede ser relacionadas con la moda. No voy a anunciar pañales por mucho que me paguen.
¿Qué marcas te gustan? Me gustan mucho las marcas pequeñas. Yo no soy una persona estudiosa de la moda que te sepa decir: “Hay un diseador japonés que no se qué...”. Voy viendo e intento generarme un estilo propio. Me encanta lo que hace Loewe y la ropa de segunda mano.
¿Quién viste mejor de tus compañeros? ¿A quién ves llegar por la mañana al rodaje y piensas: “¡Mira éste!”? Jorge [López, que da vida a Valerio] viste muy bien, Itzan [Escamilla, que da vida a Samuel] viste bien a veces…
¿Qué te ves haciendo después de Élite? Espero que se mantenga todo así, trabajar mucho y poder desarrollarme tanto en lo personal como en lo profesional de una manera que me nutra. Como actor, espero que me lleguen proyectos jugosos y personajes que me apetezca hacer.
Esta entrevista es un avance del gran reportaje sobre Élite que publicaremos en el próximo número de ICON, a la venta desde el sábado 4 de abril.
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