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La familia multirracial de Susanna Griso

La presentadora de ‘Espejo Público’ tiene tres hijos, dos biológicos, una adoptada y un menor en acogida del que destaca su afán por aprender

Susanna Griso, en Madrid, el pasado mes de octubre.
Susanna Griso, en Madrid, el pasado mes de octubre.Getty Images
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Susanna Griso no duda en donar sangre en directo, viajar a la India con la fundación Vicente Ferrer o apadrinar a varias mujeres y niños de países desfavorecidos. Su faceta solidaria es de sobra conocida. Pero la presentadora del programa Espejo Público ha demostrado que es más que eso, es una forma de vivir en sociedad. El pasado mes de diciembre anunció que es la madrina de un menor no acompañado. Así, a su familia formada junto al guionista y productor televisivo Carles Torras, con quien tiene tres hijos, Jan, Mireia y Dorcette —una niña adoptada en 2018 en Costa de Marfil— se suma un nuevo miembro.

“Esta es la historia de un ‘menor bien acompañado’ que ha enriquecido todavía más nuestra familia. Su sueño es estudiar y lo está consiguiendo con nota. Doy gracias a la vida por regalarme tanto. Y solo espero que otras familias se animen a dar el paso de acogerles porque estos chavales no pueden quedarse en la calle cuando ni siquiera han cumplido la mayoría de edad. Invertir en ellos es invertir en nuestro futuro como sociedad. No conozco a nadie más agradecido ni con más ganas de aprender y trabajar”, escribió Griso, de 50 años, en su cuenta de Instagram.

“Él llama a mi hermana abuela y a mí, mamá”, explica la presentadora en una entrevista telefónica a EL PAÍS. El joven vive con su hermana en Barcelona y a ella es a quien Griso achaca todo el mérito, junto a la asociación catalana Los Cuatro Caminos Solidarios. “Me encantaría que se viniese a casa, pero todavía estamos con los trámites, ya que ahora está estudiando allí”, comenta. Griso nació en la capital catalana y es la menor de siete hermanos que, según resalta constantemente, son las alas de esa pasión que siente por ayudar. Desde que tenían 17 y 18 años, dos de sus hermanos viajaron a la India, y aunque ella no pudo acompañarlos, años después la fundación Vicente Ferrer la contactó para hacer este sueño realidad. Desde entonces apadrina proyectos de mujeres a través de la ONG y en cada uno de sus viajes se pone en contacto con alguna asociación local.

La presentadora es muy discreta con su vida personal. En los últimos tiempos ha hecho pocas excepciones a esta privacidad. Cuando adoptó a la pequeña de la familia publicó la frase “tanto tiempo buscándonos” junto a una fotografía de la mano de la niña y la suya unidas en su Instagram. Pocos meses después Griso reconoció en una entrevista a Fashion & Arts Magazine de La Vanguardia que le sorprendió mucho la expectación que generó su nueva maternidad y que en algunos momentos le ha hecho sentirse incómoda: “No sé si es por la edad o porque es una niña adoptada, pero se ha creado una expectación que para mí ha sido muy difícil de llevar. Desde que se filtró la noticia tengo paparazis en la puerta, ofertas millonarias por la exclusividad… Eso me genera muchísima angustia porque siempre he sabido lidiar con las cuestiones personales y se me ha respetado el ámbito familiar. Siempre he puesto ese límite y hasta ahora se había respetado, pero en estos últimos meses lo he perdido”.

La familia siempre ha sido un refugio para la presentadora, que en dos años ha perdido a su madre, su tía, su suegro y a una de sus hermanas. Pero las nuevas incorporaciones han sido “un motivo de alegría”, resalta ante todo. Y aunque siempre ha tratado de defender esa privacidad que la caracteriza, debates como el de la situación de los menas, “que tendemos a desnaturalizar”, empujaron a la presentadora a hablar. “Al ver el interés partidista que empleaban algunos ante la situación de estos menores, asociándolos con la delincuencia, me sentí obligada. Y quise contar una historia en positivo. Una historia de amor”.

Griso, que posee una amplia trayectoria en el grupo Atresmedia, se convirtió en una de las conocidas como reinas de la mañana en 2006, cuando dejó los informativos junto a Matías Prats para presentar el programa de actualidad Espejo Público. “Siempre pensé que serían tres o cuatro años”, se ríe. Aunque también reconoce que han sido “muy duros”. “En lo profesional y en lo personal, ha sido muy difícil poner unos límites y se me mezclaban todos los sentimientos”, especifica sobre temas como la situación de Cataluña, constante en programas de actualidad como el suyo. A pesar de todo, Griso destaca por su positivismo: “Soy una privilegiada, estar en primera línea de la información es maravilloso. No se me ocurre otro programa en el que pudiese hacer lo que hago”. La presentadora tiene contrato para otros dos años y se muestra rotunda al afirmar que no plantea ningún cambio profesional.

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