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Defensor del lector
Tribuna
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Altavoz de lujo para insultos de baja estofa contra Greta Thunberg

El periódico se equivocó al reproducir los soeces epítetos de tuiteros contra la activista sueca

Carlos Yárnoz
Greta Thunberg, el pasado día 10 en Madrid, durante la Cumbre del Clima.
Greta Thunberg, el pasado día 10 en Madrid, durante la Cumbre del Clima.Clara Margais/dpa

Uno de los indeseables efectos colaterales de la Cumbre del Clima ha sido la cobarde proliferación de insultos contra la joven activista Greta Thunberg en las redes sociales. Sobre análisis de tuits, EL PAÍS intentó el pasado día 12 contarlo y diferenciar las infamias proferidas por hombres de las publicadas por mujeres. Sin embargo, el periódico cometió varios errores que no han pasado desapercibidos a muchos lectores ni a expertos en el manejo de datos. Además, vulneró normas del Libro de Estilo.

Baile de titulares. De entrada, el titular de la información sufrió reiterados cambios que modificaban el sentido de la pieza. “Histérica, marioneta y niñata: los insultos que los hombres españoles dedican a Greta Thunberg en Twitter”, decía el primer encabezamiento difundido en redes. En una posterior versión, se añadió “puta”; más tarde, se adjudicaron los epítetos a “hombres españoles” (no “los”); después, volvió a suprimirse “puta” y finalmente quedó así: “Histérica, marioneta y majareta: los insultos que hombres (ni “los” ni “españoles”) dedican a Greta Thunberg en Twitter”.

El tema estuvo muy destacado en la portada de la web casi todo el día, pero tanto cambio y de tanta profundidad en el encabezamiento puso de relieve las dudas que el enfoque de la historia despertaba en la Redacción. Esas modificaciones alarmaron a los lectores. F. Pajares me escribió: “¿A los hombres españoles? ¿Así, en genérico?” Lorenzo Mediano lamentó la generalización: “¿Hombres? ¿Los hombres? ¿A elección de quién lo lea? Soy hombre y semejante título me ofende”. Guillermo Ferrer: “El titular de su noticia solo puede ser calificado de disparate”. O Alejandro F. Pérez-Vais: “Es un terrible error hablar de `hombres españoles´; en todo caso, `hombres hispanohablantes´”.

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Amplificador de insultos. El periódico contribuyó a amplificar enormemente unas descalificaciones tan soeces lanzadas contra una persona concreta por ciudadanos sin ningún tipo de representación o relevancia. El Libro de Estilo exige restringir o eliminar descalificaciones, injurias o expresiones vulgares, salvo citas textuales “siempre que procedan de una persona relevante”, que no es el caso. Incluso prohíbe, con el mismo criterio, difundir como noticia “las pintadas y las pancartas injuriosas”.

Algunos lectores se preguntan si el periódico ha abierto la puerta a recoger los insultos en redes contra el presidente del Gobierno u otros dirigentes políticos.

Metodología. Se analizaron los 440.000 tuits “escritos en castellano y que contuvieran la palabra Greta” del 20 de noviembre al 11 de diciembre. Mediante la herramienta T-Hoarder, se encontraron 14.000 tuits y retuits con insultos. La pieza incluía una tabla de nueve epítetos ordenados por el porcentaje adjudicado a tuits de hombres: la encabezaba “histérica” (79% de menciones por parte de hombres), “estúpida” (78%) y “puta” (72%), y la cerraba “marioneta” (57%).

Hubo tres tropiezos: cambios significativos en el titular, difusión gratuita de ofensas soeces contra Greta Thunberg y lagunas en la presentación de los datos

En la pieza faltaban datos clave para una mejor comprensión de la misma:

1. Se echaban de menos, por ejemplo, las cifras de mensajes por cada insulto (solo había porcentajes). Los firmantes del texto me han facilitado los datos: “histérica”, que encabezaba la tabla y el titular, era mencionado 1.529 veces, y “marioneta”, 2.034. “Puta” era el menos empleado de los insultos (1.005 menciones) y, sin embargo, fue destacado en el titular.

2. A pie de página se indicaba que también se había empleado la herramienta Genderizer, que selecciona sexos por nombre de pila con fiabilidad relativa (40%). Por eso, de las 14.000 menciones insultantes, solo se infirió el género en 6.800, que es la cifra con la que se elaboró la tabla. Se debiera haber incluido este dato para comprender mejor el relato.

De todo ello se deduce que se expusieron conclusiones sobre “una muestra muy baja” de la que se pueden extraer “tendencias”, no “resultados exactos”. Eso sostiene por teléfono la creadora de T-Hoarder, Mariluz Congosto. Argumenta esta investigadora de la Universidad Carlos III que “el titular no justifica hablar de ‘los hombres’ en general, ni de ‘españoles’, sino de hispanohablantes”. “Y hay que poner cantidades de tuits por insulto, no solo porcentajes. Es un error. Ha faltado explicar mejor la metodología”.

Los autores del estudio cuentan que plantearon el trabajo porque “el nivel de abuso” contra Thunberg “parecía desmedido” y su presencia en España era “una buena oportunidad” para medirlo. Un objetivo muy loable, por el que ellos mismos han sido atacados en las redes, “un indicio más”, opinan, “del furor que provoca Thunberg”.

Tienen razón, y el periódico cumplió con su obligación informativa de denunciar semejante oleada de improperios contra la joven activista sueca y también con señalar que hay más insultos por parte de hombres. Precisamente porque el fin era plausible, resulta más lamentable que el diario haya cometido esos tres tropiezos claros: cambios significativos en el titular, difusión gratuita de ofensas soeces contra Greta Thunberg —no debieron reproducirse— y lagunas en la presentación de los datos.

Siempre aprendemos. De los errores, mucho más.

Correo electrónico: defensor@elpais.es

Web: El Defensor del Lector Contesta

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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