'Retrato de Chorrojumo' (1890), de José García Ayola, un gitano que posó para Fortuny y que se fotografiaba con los visitantes en la Alhambra, en exposición 'Recuerdos de viaje. Historia del souvenir en Andalucía' en el Museo de la Autonomía de Andalucía.Paco PuentesBotijo de un taller de Manises con una bailaora y la Torre del Oro junto a terracotas de Ceballos, ambos del siglo XX, que pueden verse en la muestra en el Museo de la Autonomía en Coria del Río.Paco PuentesUn gorro de hombre tipo castoreño y una chaqueta marsellés como las que se hacían por encargo los viajeros románticos y usaban para acudir a fiestas y corridas de toros.Paco PuentesMantón de Manila de principios del siglo XX, como los que se vendieron en la Exposición Iberoamericana de 1929, y tres carteles de las fiestas de primavera de Seviilla de 1931, 1925 y 1930, desde la izquierda.Paco PuentesSellos de distintos hoteles andaluces que se pegaban en las maletas de sus huéspedes a principios del XX y mostraban los lugares visitados por los viajeros.Paco PuentesCartel de la Exposición Iberoamericana de 1929, de Gustavo Bacarisas.Paco PuentesBarros policromados malagueños, figuras artesanales que se conviertieron en algunos de los primeros recuerdos que compraron los viajeros en el siglo XIX.Paco PuentesMuñecas flamencas de Artesanía Marín de los años setenta, uno de los recuerdos más vendidos del siglo pasado. A la derecha, una muñeca de hilo y carrete de 1965.Paco PuentesChaqueta marsellés, el tipo de prenda que se usaba para acudir a ferias y fiestas en el siglo XIX y de las primeras que los visitantes extranjeros incorporaron a su guardarropa.Paco PuentesTraje de flamenca de 1945, del Museo de Artes y Costumbres Populares de Sevilla.Paco PuentesMantón de Manila de 1915, de seda bordada en seda, de la colección Bordados Foronda.Paco Puentes
