El claustro de la Pompeu Fabra olvida su historia
Fui uno de los fundadores de la Universidad Pompeu Fabra, en 1990, y me dejó perplejo la noticia que publicó EL PAÍS el 3 de octubre que decía que se “bautizó el patio central de su campus de la Ciutadella, en Barcelona, como Plaza del Primero de Octubre de 2017”. Es un acto que pienso no respeta los principios de independencia y pluralidad en los que dice regirse. Pero también es un acto que contradice el propio origen del campus de la Ciutadella de la UPF. Fue posible gracias a la colaboración de las tres Administraciones (Ayuntamiento, Generalitat y Estado central) y, en particular, del Ejército español. Fue posible porque hubo concordia; este sí que sería un nombre que reflejaría su origen.
Ramon Marimon es profesor de Economía del European University Institute (Florencia) y de la Universitat Pompeu Fabra (Barcelona)