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Series que te acercan a las matemáticas

En 'Futurama', la famosa serie de Matt Groening, los personajes tienen que emplear un teorema original que creó un guionista para resolver la trama argumental

Una escena de 'Futurama'.
Una escena de 'Futurama'.

Hay series de televisión que ayudan a popularizar la ciencia. En un artículo de The Guardian se afirmaba que el espectacular incremento en las matriculaciones en asignaturas de física en las universidades de Reino Unido se debía, entre otros factores, a la popularidad de series como The Big Bang Theory. Otras series como The Simpsons también están plagadas de referencias matemáticas, posiblemente introducidas por los numerosos físicos y matemáticos que hay entre sus guionistas y productores.

Parte de esos mismos profesionales son también los creadores de la serie Futurama. Esta ficción está ambientada en el siglo XXXI, lo que ofrece a los guionistas más libertad para incluir referencias que romperían demasiadas convenciones en otro contexto. Algunas de estas referencias son muy sutiles, como objetos que aparecen en segundo plano en las tramas: cervezas embotelladas en botellas de Klein (un tipo de superficie no orientable) o un par de archivadores en un armario marcados con las letras P y NP, que hace referencia a un famosísimo problema en matemáticas aún sin resolver.

Sin embargo, otras referencias son explícitas y centrales en los capítulos. Por ejemplo, en un episodio se celebra una carrera entre naves espaciales sobre en una cinta de Möbius, y luego los personajes colapsan a dos dimensiones y viajan por un mundo plano conociendo a sus habitantes, en una clara referencia a la novela satírica escrita por Edwin Abbott en 1884, que parodiaba a la sociedad victoriana de la época Flatland: a romance of many dimensions.

Los guionistas fueron aún más allá en el décimo capítulo de la sexta temporada de la serie, llamado El prisionero de Benda. En este capítulo varios personajes emplean una máquina intercambiadora de mentes para poder usar los cuerpos de otra persona. Tras el primer intercambio, descubren que dos cuerpos que ya han intercambiado mentes una vez entre sí no pueden volver a hacerlo, lo que convierte la trama del capítulo en un sofisticado problema de teoría de grupos de permutaciones.

El capítulo no contiene solo una alusión a un resultado o hecho científico, contiene entera la construcción de una teoría original. Esta afirmación ahora se conoce como el teorema de inversión de Keeler o teorema de Futurama 

Según avanza el capítulo las cosas se complican, y tras siete intercambios de mente, hay nueve personajes que tienen su mente en un cuerpo distinto. La restricción hace que sea imposible reordenar las mentes usando a una persona extra que devuelva una a una las mentes a su sitio.

Para resolver esta situación los personajes tienen que emplear un teorema original que creó un guionista de la serie con el propósito específico de resolver la trama argumental. Muestra del buen hacer matemático, el teorema se presenta junto con una demostración correcta de manera explícita en el capítulo. Y se ejemplifica tanto la problemática de la que surge, como la solución que se le da. El capítulo no contiene solo una alusión a un resultado o hecho científico, contiene entera la construcción de una teoría original. Esta afirmación ahora se conoce como el teorema de inversión de Keeler o teorema de Futurama. Aunque no parece que se llegara a publicar en una revista cientifica, sí que hay referencias al tema en otros artículos científicos.

El guionista del capítulo, llamado Ken Keeler, se doctoró en matemáticas aplicadas en la Universidad de Harvard. Y gracias a este capítulo ganó el premio Writers Guild of America Award for Outstanding Writing in Animation, que de hecho, ya había recibido por el guion del vigésimo capítulo de la tercera temporada de Futurama también.

David X. Cohen, físico y guionista de la serie, decía en una entrevista a la American Physical Society que por regla general procuraban que el entretenimiento fuese el propósito principal de la serie, por encima de la precisión científica, aunque admitía que le preocupaba que Futurama presentase ciencia incorrecta. Pero la contribución de Futurama va más allá de unas cuantas bromas que entienden las personas con estudios especializados en ciencias, ha mostrado al público general (a su manera) cómo es el proceso y los métodos que se emplean en matemáticas.

Ignacio del Amo es matemático y miembro de la Oficina de Comunicación del ICMAT.

Café y Teoremas es una sección dedicada a las matemáticas y al entorno en el que se crean, coordinado por el Instituto de Ciencias Matemáticas (ICMAT), en la que los investigadores y miembros del centro describen los últimos avances de esta disciplina, comparten puntos de encuentro entre las matemáticas y otras expresiones sociales y culturales y recuerdan a quienes marcaron su desarrollo y supieron transformar café en teoremas. El nombre evoca la definición del matemático húngaro Alfred Rényi: "Un matemático es una máquina que transforma café en teoremas".

Edición y coordinación: Ágata Timón (ICMAT).

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