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Sara Netanyahu, condenada en el ‘caso de catering’

La esposa del primer ministro israelí en funciones se declara culpable de un delito menor para evitar el juicio por fraude

Sara Netanyahu, esposa del primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu.
Sara Netanyahu, esposa del primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu.DEBBIE HILL / POOL (EFE)

Sara Netanyahu, la esposa del primer ministro de Israel en funciones, Benjamin Netanyahu, ha sido condenada este domingo al aprovecharse de un error que le llevó a hacer “un uso indebido de fondos públicos”. El juez encargado del caso ha aceptado el acuerdo al que llegó la semana pasada el abogado de la esposa de Netanyahu con la fiscalía para zanjar el proceso iniciado contra ella por “fraude en circunstancias agravadas y abuso de confianza”.

De este modo, la esposa del líder israelí se ha declarado culpable de un delito menor por el que tendrá que pagar una multa de 10.000 NIS (2.500 euros) y devolver al estado 45.000 NIS (unos 11.250 euros). Un pago que, según sus abogados, realizará en 11 plazos —el primero el próximo 15 de julio— y que le permitirá evitar el juicio por “fraude” del conocido como caso de catering. La oficina del Fiscal General del Estado ha anunciado que "se reserva el derecho" de reclamar, en un futuro, por la vía civil, el monto restante del dinero gastado irregularmente que no ha sido recuperado por vía penal.

El abogado de Netanyahu, Yossi Cohen, denunció, una vez más, ante el tribunal “el castigo inhumano”, la persecución y la presión a la que se ha visto sometida su cliente durante los últimos cuatro años, no por su mal proceder, sino por ser esposa de quien es. “El objetivo era dañar a su marido, tumbar el Gobierno”, aseguró Cohen.

Vestida con un sobrio traje chaqueta, Sara Netanyahu compareció, a primera hora de la mañana, en una pequeña sala de la corte de Jerusalén. “He sufrido suficiente”, le dijo al juez tras escuchar el veredicto y oir como el magistrado le reconocía públicamente que había “asumido su responsabilidad y ahorrado un tiempo precioso a la justicia” al declararse culpable.Durante la sesión, Sara recibió una nota de su marido para darle ánimos ya que no acudió con ella a la corte. "Sara, mi amor, !superaremos esto!. !Sé fuerte!", decía el texto escrito de su puño y letra.

Por su parte, la fiscal, Jenny Avni, calificó el veredicto como la prueba de que “una persona que tenga acceso a los fondos públicos, sea cual sea su posición, no puede usarlos como si fuesen suyos”

Hace ahora un año, Sara Netanyahu fue acusada formalmente de haber gastado, entre 2010 y 2013, 360.000 NIS (85.000 euros) del presupuesto oficial de la residencia oficial en encargar comidas a proveedores externos. Algo ilegal al tener contratado personal de cocina a tiempo completo, a sueldo del Estado, para cubrir esas necesidades y al no haber salido el pago de esos encargos de su propio bolsillo. Una conducta censurada este domingo por Avital Chen, el magistrado encargado del caso. “La demandada abusó de fondos públicos”, aseguró el juez de la corte de magistrados de Jerusalén.

Ha sido un año de arduas negociaciones del abogado de la familia Natanyahu con la fiscalía para reducir el monto del dinero gastado irregularmente -que al final ha quedado reducido en el auto a 175.000 NIS (unos 44.000euros)- pero sobre todo para evitar el paseíllo de testigos ante los tribunales israelíes. Una exitosa estrategia encaminada a evitar un daño mayor a la imagen pública de Sara, muy deteriorada tras salir a la luz acusaciones de maltrato vertidas contra ella por varios ex empleados de la residencia oficial, e incluso una grabación que dejaba al descubierto la ira de la mujer del primer ministro hebreo.

El abogado Yossi Cohen, siempre trató de derivar la resposabilidad de los hechos en el caso del catering en algunos empleados, como el exmayordomo, Meni Naftali o el entonces director general adjunto de la residencia oficial, Ezra Saidoff. Este último también fue imputado por haber ordenado el catering y lidiar con el tema de las facturas. Al igual que Sara, Saidoff ha llegado a un acuerdo con la fiscalía, que será firmado a lo largo de la semana, por el que se declarará culpable del mismo delito menor que la esposa de Bibi Netanyahu y al igual que ella, pagará una multa de 10.000 NIS (2.500 euros).

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