Julia Roberts confiesa que no quiso hacer ‘Pretty Woman’
La actriz revela que inicialmente el papel no le convencía hasta que Gary Marshall fue elegido como director y modificó el guion
Si ha habido una película que ha marcado la vida de Julia Roberts esa sin duda es Pretty Woman, una historia que la catapultó a la fama y la convirtió en la llamada novia de América. En Estados Unidos recaudó 178 millones de dólares, y en la taquilla internacional la cifra ascendió a los 463 millones. En España la cinta es considerada un fenómeno de audiencia y no falla su emisión en televisión cada año por San Valentín. Muchos años después, la actriz ha contado en una entrevista con Patricia Arquette para la revista Variety en la que ambas repasan su carrera una anécdota sobre lo sucedido. “Tengo una historia muy divertida que contar”, arranca. “Hace muchísimos años hice una audición para una película llamada 3.000, que por si alguien no lo sabe, era el título del guion original de Pretty Woman”, explica. Y añade: “Pero aquella versión tenía un final bastante más duro”, apunta Roberts, que explica que en un principio la cinta terminaba con Richard Gere echando del coche al personaje de Julia y tirándole un fajo de billetes por los servicios prestados mientras ella se quedaba abandonada en un callejón oscuro.
“No tenía ningún interés en estar en una película como esa”, continúa la actriz. “Y eso que me dieron el papel. Pero resulta que el estudio que iba a producirla quebró y tres días después de que me dijeran que me habían seleccionado me quedé sin trabajo”, relata. Pero la historia cambió: “Me dijeron que antes de cerrar Disney les había comprado el guion y yo pensé que qué demonios iba a hacer Disney con esa historia. ¿Animarla? En serio, aquella película era lo menos Disney que he leído nunca”, confiesa.
Fue el director Gary Marshall quien se interesó por el proyecto y Disney se lo concedió. “Era un ser humano genial, así que supongo que accedió a tener una reunión conmigo porque sabía que antes de que él llegara yo fui elegida para hacer ese papel durante tres días”, desvela. "No solo me volvió a ofrecer la película, sino que habían cambiado también el guion hasta convertirlo en algo que realmente entraba en mi zona de confort”, concluye.
Cuando el reputado y ya fallecido cineasta eligió a Roberts para que interpretara a una mujer de la calle que acaba enamorando a un hombre de negocios (Richard Gere), la esposa de Garry, Barbara, que trabajaba como enfermera en una clínica gratuita de Los Ángeles que ofrecía ayuda, entre otros pacientes, a mujeres que ejercían la prostitución ayudó a la actriz a preparar el papel. “Él me preguntó si Julia podría venir y hablar con algunas de las pacientes”, cuenta Barbara al portal estadounidense Page Six. Por aquel entonces la ahora conocida como la novia de América ya había actuado en Mystic Pizza, pero Magnolias de acero, la segunda película de la actriz, aún no se había estrenado y ella todavía no era conocida. "Recluté a dos mujeres jóvenes que venían regularmente a la clínica y les pagué 35 dólares a cada una para que se reunieran con Julia”, recuerda Barbara. “Regresé al trabajo y unos 20 minutos después, Julia gritó desde el final del pasillo: ‘Adiós, Barbara. Vamos a dar una vuelta. Volveremos más tarde”. Barbara se asustó y llamó rápido a Garry. “Tu estrella acaba de irse con un grupo de chicas y creo que se dirigían a Hollywood Boulevard. Estoy preocupada, ¿y si no vuelve?”, advirtió la enfermera a su esposo. Sin embargo, no ocurrió nada. Roberts regresó unas horas más tarde "sana y salva".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.