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Réquiem por un gato muerto

38 estrellas de la música como Bono, Michael Stipe, Jarvis Cocker o Pharrell Williams, rinden homenaje a 'Souris', animal de compañía de la artista Sophie Calle, que le dedica una exposición en París

Álex Vicente
Bono, Pharrell Williams y Jean Michael Jarre.
Bono, Pharrell Williams y Jean Michael Jarre.CORDON PRESS /GTRES
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Souris (Ratón) falleció en 2014, después de 17 años de vida en común con su propietaria, la artista francesa Sophie Calle, en su casa-taller de la periferia sur de París. Un lustro después de su muerte, su ausencia le seguía pesando y el luto parecía no tener alivio. Hasta que tuvo una idea brillante para poner fin a esa traumática pérdida: dedicarle una exposición como despedida final.

La muestra dedicada a su animal de compañía puede verse en la galería Perrotin de París desde esta semana y hasta el 22 de diciembre. La iniciativa viene acompañada de otro peculiar proyecto: un álbum donde 38 estrellas de la música rinden un último homenaje a Souris. Entre ellas hay nombres de primer nivel, como Bono, Michael Stipe, Jarvis Cocker o Pharrell Williams, además de cantantes franceses como Benjamin Biolay, Camille, Lou Doillon o Keren Ann. Cada uno rememora al felino desaparecido de una forma distinta. El líder de U2 le deja un mensaje en el contestador que entona como si fuera un poema lírico, mientras que Biolay lo recuerda a ritmo de bossa nova y con un título en castellano (El Gatito Ratón). Por su parte, Williams le dedica un tema instrumental y algo melancólico, mientras que Laurie Anderson, artista de vanguardia y viuda de Lou Reed, se marca una pieza de spoken word.

Entre los participantes en el álbum, que solo se podrá comprar en la galería Perrotin y cuya edición se limita a un millar de copias, también se encuentran leyendas de la música francesa, como Christophe o Jean-Michel Jarre, además del grupo indie The National, la cantante Marie Modiano –hija del premio Nobel de Literatura Patrick Modiano–, el artista islandés Ragnar Kjartansson, la actriz Irène Jacob y hasta la hija ilegítima de Mitterrand, Mazarine Pingeot. Sophie Calle ha señalado que solo diez de ellos conocían personalmente al gato.

Los restos mortales de Souris descansan en el fastuoso viñedo Château La Coste, en el sur de Francia, donde el gato fue enterrado por Calle durante el verano pasado. En realidad, este nuevo proyecto se enmarca en uno de sus temas predilectos, que ha aparecido de manera recurrente en la trayectoria de esta artista conceptual. “Más que de la muerte, diría que he hablado de la ausencia, de la pérdida, de la carencia”, afirmó en una entrevista con EL PAÍS en 2015. “Un hombre que se marcha. Un cuadro que desaparece. Personas ciegas que nunca han visto el mar. Esas son mis imágenes”. Su madre, Monique, falleció en 2006. Su padre, Bob, le siguió el paso hace tres años. Ambos han dado lugar a varios proyectos artísticos. A ellos se suma ahora su venerado felino.

A Calle no le gusta calificar este proyecto como una terapia, pero admite que le ha permitido cerrar un capítulo. “Cuando dices que estás triste por un gato, la gente lo encuentra un poco obsceno”, explicó la artista en junio pasado a Artnet. “Uno no puede decir eso. Si fuera mi madre o mi padre, todo el mundo me diría: ‘Pobre, acaba de perder a su madre o a su padre’. Si es un gato, parece ridículo. Me hace gracia porque para mí fue casi más violento. Yo vivía con mi gato. No vivía con mis padres”, concluyó la artista.

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Sobre la firma

Álex Vicente
Es periodista cultural. Forma parte del equipo de Babelia desde 2020.

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