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Un bóxer hiere de gravedad a una niña de 10 años en Asturias

El animal iba sin atar cuando atacó a la menor, que ha sido operada de urgencia por un equipo de cirugía plástica. Su vida no corre peligro, según fuentes municipales

Un perro de raza bóxer, en una imagen de archivo.
Un perro de raza bóxer, en una imagen de archivo.GETTY

Una niña de 10 años ha sufrido heridas de gravedad al ser atacada este sábado por un perro de raza bóxer cuando se encontraba en la zona del parque canino de La Fresneda, una urbanización perteneciente al concejo de Siero, un municipio de unos 52.000 habitantes situado a unos 20 kilómetros al este de Oviedo. Tras el ataque, la niña fue trasladada por sus propios padres hasta el Hospital Universitario Central de Asturias, donde fue intervenida por un equipo de cirugía plástica.

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Fuentes municipales han informado de que la niña no corre peligro, pero que las heridas provocadas por el perro en distintas partes del cuerpo llevaron a que fuese operada de urgencia y a que haya quedado ingresada en el centro hospitalario. Los hechos tuvieron lugar alrededor de las seis de la tarde de este sábado, cuando la menor se encontraba en el entorno del parque canino de La Fresneda, donde el bóxer, que iba en compañía de su dueño, pero sin atar, atacó a la niña. Según la policía local, aunque no está considerada una raza peligroso, por el tamaño, peso y características del perro, este debería haber ido atado, aunque se encontrase en el parque canino.

Tras el ataque, agentes de la policía local se personaron en el parque y comprobaron que el perro llevaba microchip. En los últimos meses, según las mismas fuentes, se ha abierto un amplio debate en esta localidad y se han multiplicado las quejas por la presencia de perros sueltos en sus calles.

El pasado julio, también en Asturias, un hombre de 87 años falleció en Arniella —una pequeña aldea de Siero— después de ser atacado por seis perros en la finca de uno de sus vecinos. La agresión se produjo cuando el octogenario fue a hacer una visita a su amigo y abrió una puerta que le separaba de los animales. Los ladridos de los perros alertaron al propietario de que algo estaba ocurriendo en el patio. Al ir a ver qué pasaba, se encontró al hombre tirado en el suelo con varias heridas en los brazos y alertó a la Guardia Civil.

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