La gran transformación de Eugenia de York para su boda

A finales de los ochenta y principios de los noventa, Diana de Gales y Sarah Ferguson se dejaban ver a menudo juntas, tanto por su amistad como principalmente porque se convirtieron en cuñadas por sus sendos matrimonios con los dos hijos mayores de Isabel II, Carlos y Andrés. Si Diana era la delicada, siempre con una media sonrisa, la abanderada de las tendencias, Sarah triunfaba por su constante carcajada y su naturalidad, y siempre hizo gala de un estilo más informal y divertido, más cercano a la calle y menos al palacio. Un estilo, al fin y al cabo, acorde con su personalidad. 

Las hijas de Sarah Ferguson están estos días en el foco público por la boda de la menor, Eugenia, de 28 años. Ambas han heredado de su madre esa sonrisa constante, además de, en el caso de Beatriz, su abundante melena pelirroja. Ambas han jugado con las tendencias adaptándolas a su modo de ser y su estilo pero sin ser iconos de moda, como ha podido pasar con las que hoy serían nueras de Diana, Kate Middleton y Meghan Markle que, además, están mucho más en el foco público por sus puestos en la casa real británica, de mayor rango que Beatriz y Eugenia, que están a caballo entre la actividad monárquica y el perfil público de celebrity. 

Tanto Beatriz como especialmente Eugenia, la novia, han variado su estilo y han buscado un especial refinamiento los últimos meses. La nieta de Isabel II, novena en la línea de sucesión al trono, se casa este viernes 12 de octubre la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor. La joven ha hecho un importante cambio tanto en su forma de vestir como en su físico en los últimos años, pero especialmente en los últimos meses. Una evolución que se ha hecho más obvia de cara al enlace.

Junto a su madre, acompañada por su hermana o de la mano de su novio, el empresario Jack Brooksbank, Eugenia ha empezado a optar por modelos más actuales y pegados a la tendencia, además de por peinados que siguen siendo formales pero que resultan menos recargados. Opta por complementos divertidos, pero más discretos que aquellos chocantes tocados que ella y su hermana llevaron a la boda de Kate y Guillermo de Cambridge y con los que se convirtieron en un meme global. 

Ahora, Eugenia opta por conjuntos más modernos: vestidos con pantalones debajo, casquetes en vez de grandes pamelas (como el que usó en la boda de Enrique y Meghan Markle) y complementos con los que busca marcar la diferencia, como gafas llamativas o labios en intenso color rojo. Además, para la boda ha perdido peso de manera evidente, como ha podido verse en algunas imágenes publicadas por los medios ingleses estos días, donde se ve a la próxima novia mucho más delgada que en anteriores fotografías, además de algo más morena y con el pelo más claro. 

Eugenia parece ya preparada para el enlace. Se la ha visto estos días ultimando detalles, igual que a su hermana mayor, la que todo apunta que será la dama de honor de la boda. Una ceremonia que no genera grandes expectativas en el Reino Unido: la BBC no la retransmitirá en directo y un grupo de ciudadanos exige que la familia real se haga cargo de todos los gastos que suponga. Habrá que esperar al viernes para ver la acogida popular que tiene este enlace entre el pueblo británico.