Vías verdes
En muchas zonas se han desmantelado antiguos trazados ferroviarios para su conversión en las denominadas vías verdes o caminos naturales. Es un proceso prácticamente irreversible. Y todavía quedan muchos kilómetros en desuso —y sin perspectivas de reutilización ferroviarias— sin desmantelar y susceptibles de experimentar esa transformación. Las vías verdes suponen múltiples ventajas, como la posibilidad de ocio activo para prácticamente todo tipo de personas y la revitalización de zonas rurales. Pero también hay una cara negativa: el desmantelamiento de unas estructuras que forman parte de nuestro patrimonio histórico. Por eso, para disfrutar de las vías verdes minimizando en lo posible el daño a nuestro patrimonio, se deberían realizar estudios técnicos serios que permitan determinar qué estructuras, en las estaciones y en los trazados, se pueden y deben conservar, procurando salvar el máximo posible de tramos con esa afortunada y venerable combinación de hierro, piedra y madera.— José Manuel Mielgo. Béjar (Salamanca).