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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

¿Tomas bien tus medicinas?

La mitad de los enfermos con un tratamiento médico no lo sigue de forma adecuada. La adherencia terapéutica adecuada es crucial para progresar en materia de salud

Tomar los medicamentos necesarios, cuando corresponde y en las dosis adecuadas, es fundamental para la eficacia de un tratamiento.
Tomar los medicamentos necesarios, cuando corresponde y en las dosis adecuadas, es fundamental para la eficacia de un tratamiento.Padrinan (Pixabay)
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Don Samuel tiene 71 años y no hace mucho que padeció un derrame cerebral. Aunque no le han quedado secuelas físicas importantes, debe vigilar de por vida su presión arterial, comer sano, hacer ejercicio, someterse a análisis sanguíneos periódicos y consumir a diario una serie de medicamentos para impedir otra obstrucción sanguínea en el cerebro. Uno de ellos viene acompañado por una hoja con pequeños gráficos que van mostrando qué fracción debe tomar diariamente. Él hace caso omiso de esa hoja ya que desconoce para qué sirve. Es su tercer mes de tratamiento y no ha seguido las indicaciones de dosis diferenciadas en el consumo diario de su medicina. Don Samuel está en situación de alto riesgo.

A inicios del año 2000 la Organización Mundial de la Salud (OMS) subrayaba que, mientras casi un tercio de la población mundial no tiene acceso a medicinas consideradas esenciales, la mitad de los que sí lo tienen, las consume de forma incorrecta. Y la situación no ha mejorado.

Tomar los medicamentos necesarios, cuando corresponde y en las dosis adecuadas es fundamental para la eficacia de un tratamiento. Pero esto es solo una parte de un fenómeno mucho más amplio, el de la adherencia terapéutica. Definida por la OMS como el grado de consistencia de un paciente con las recomendaciones del médico, incluye no solo la ingesta de medicamentos, sino también el régimen alimentario y otras prácticas recomendadas en el estilo de vida. El éxito de un tratamiento depende en buena medida de esa adherencia, especialmente con enfermedades de larga duración.

Sin embargo, la mitad de las personas diagnosticadas con al menos una dolencia crónica suspende sus tratamientos antes de que concluyan y una de cada diez hospitalizaciones de adultos mayores se debe a la no adherencia a la terapia farmacológica. Diversos estudios sostienen que detrás puede haber múltiples causas, como el coste de los medicamentos, las dificultades de acceso a los mismos, los fallos en las redes de suministro, la complejidad y duración de las terapias, el temor a los efectos secundarios o las expectativas incumplidas de cura inmediata.

Los costes asociados a medicamentos en los países de la OCDE han sido estimado en casi el 20% del total en salud

La gravedad del problema se manifiesta en todos los niveles. Los gobiernos llevan años haciendo esfuerzos ingentes para mejorar el acceso y el uso racional de las medicinas mediante la creación de seguros públicos que cubran los gastos farmacéuticos, a través de mejoras en el suministro que aseguren el abastecimiento y la dispensa en los centros de salud y adoptando regulaciones que combinen criterios de seguridad y eficacia terapéutica. En el nivel de la atención al paciente buscan promover la adecuada prescripción por parte del personal de salud, especialmente en la atención primaria.

Sin embargo, todas estas medidas no son suficientes para asegurar resultados adecuados. Según datos publicados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), se constata que no para de crecer, especialmente el de aquellos indicados para tratar la hipertensión, la diabetes o la depresión. La mayor presencia de enfermedades crónicas en un contexto de envejecimiento progresivo de la población trae consigo un aumento de la demanda de medicamentos para el tratamiento de estas patologías. Pero, además, genera presiones en los sistemas de salud, no únicamente porque reclaman nuevas respuestas sanitarias, sino por los costes que implican.

El impacto económico de las enfermedades no transmisibles en los países de ingresos bajos y medios ha sido estimado en 500.000 millones de dólares anuales, cifra equivalente al 4% de su Producto Interior Bruto (PIB). Los costes asociados a medicamentos no se quedan atrás: tomando solo como referencia los datos disponibles para los países de la OCDE, el gasto farmacéutico ha sido estimado en casi el 20% del total en salud. Algo similar sucede en el presupuesto de los hogares de los países desarrollados, cuyo gasto en productos farmacéuticos, junto con el pago por atención ambulatoria, representa el principal rubro asumido por sus gastos de bolsillo.

Mientras los progresos científicos y tecnológicos descubren nuevas terapias y tratamientos y se progresa en la universalización de los mismos, cada día se hace más importante lograr mayores adherencias terapéuticas. La aplicación de las ciencias del comportamiento podría ayudar a entender este fenómeno. Analizar de manera rigurosa los modelos de atención al paciente para valorar si son realmente efectivos a la hora de asegurar la adherencia y considerar las diferentes causas de adherencia y deserción en colectivos específicos permitirán extraer conclusiones y generar las respuestas adecuadas.

Patricia Jara es especialista líder de la división de salud y protección social del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

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