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‘Coaching’ de divorcios: la nueva tendencia de las rupturas sin trauma

Se trata de un asesoramiento psicológico, legal, económico e incluso logístico

Getty Images

Cuando María (nombre ficticio) decidió que quería divorciarse, lo primero que hizo fue teclear en Internet: “Cómo decir a mis hijos que me voy a divorciar”. Encontró cientos de páginas con recomendaciones y consejos, estudios sobre cómo afecta el fin del matrimonio a los niños, dudas educativas, legales, económicas… y emocionales. Según la última Estadística de nulidades, separaciones y divorcios del INE, en España en 2016 interrumpieron su convivencia 101.294 parejas, y la franja de edad crítica fue entre los 44 y los 47 años. Del total de rupturas, hubo un aumento del 0,3% en divorcios respecto a 2015, con 96.824 firmas, y 4.353 separaciones, que supone un 6,4% menos que el año anterior. En el 28,3% de los casos de divorcios y separaciones se otorgó la custodia compartida.

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Con tres hijas en común y más de 10 años de matrimonio a la espalda, María descubrió que las dos únicas opciones en España para divorciarse son o hacerlo “a la antigua usanza”, desde una perspectiva legalista y monetaria, o probar el “decoupling” o “desacoplamiento”… Como el desenganche de la nave Soyuz de la NASA, pero con asesores matrimoniales.

En Estados Unidos existe la curiosa tradición del “coach de divorcios” –con certificación específica incluida-, cuyo trabajo consiste en orientar de forma global a los futuros separados para que la ruptura sea lo menos traumática posible. Se trata de un asesoramiento psicológico, legal, económico e incluso logístico. Desde 2016, un servicio similar se puede contratar en España a través de la web Celextina, gestión integral de la separación, con sede en Barcelona y Madrid.

Coaching de divorcios

“Lo primero que haces cuando tomas la decisión de separarte de tu pareja es consultar a otras amigas que han pasado por lo mismo. Pero ellas solo pudieron recomendarme los abogados que habían tramitado su divorcio”, reflexiona María. “El planteamiento de esos abogados, “¿qué quieres hacer, cómo lo vas a hacer, cuánto quieres?” me pareció muy frío y estratégico y me generó muchísima ansiedad. Yo solo quería acabar con mi matrimonio, no con mi exmarido, el padre de mis hijas. Seguí buscando información y encontré Celextina, que durante los últimos ocho meses se han encargado de ayudarme en la gestión de mi divorcio. Lo que más me preocupaba eran las niñas: una coach trabaja con ellas para explicarles el proceso y que sea lo más natural y normalizado posible. Para mí eso era lo más importante”.

Si durante años se puso de moda la figura del “wedding planner”, ahora se puede solicitar a través de esta empresa un “decoupling planner”, que se encarga justo de lo contrario pero sin fiestas ni alharacas. Celextina surgió a partir de un mal divorcio de su CEO, Carles Pérez, que a partir de su experiencia reunió en una empresa todo lo que le habría gustado saber y no le contaron sobre el fin de un matrimonio.

“Las consecuencias económicas y anímicas de un mal divorcio en el que tomas las decisiones en caliente pueden durar años. Y lo que no pensamos es que una separación es algo más que firmar un papel. El éxito de los divorcios que hemos gestionado está en torno al 90%, porque ofrecemos un acompañamiento global que va solucionando las necesidades que se plantean en cada momento, como si fuera un traje a medida. Deberíamos ver el divorcio no como un trauma, sino como un cambio que nos saca de nuestra zona de confort y nos abre otra etapa de la vida. Si nos divorciamos no es para estar peor, sino para mejorar”, señala Pérez.

No se trata solo de contratar un abogado y un economista que pongan en orden la custodia, el patrimonio, los impuestos, gastos y pensiones. En función de las peculiaridades de cada familia se podría contratar servicios como el decoupling planner, que diseñará un mapa a seguir y explicará qué sucede antes, durante y después del divorcio, un coach infantil especializado en separaciones que hará el seguimiento de los hijos, psicólogos, mental trainners, asesores para volver al mercado laboral si es necesario, canguros especializados que pueden recoger y llevar a los niños a las actividades extraescolares, detectives privados o incluso organización de actividades y viajes para padres separados con hijos que de repente han visto cómo cambia su vida social.

“Uno de los servicios que más éxito tiene es el decoupling infantil, que trabaja con los niños y hace el seguimiento a nivel académico y psicológico, porque pueden sentirse culpables, tristes, con miedo al abandono, enfadados… Otras parejas con patrimonio tienen que decidir qué hacer con sus bienes, si les compensa vender o no. También hemos tenido casos de divorcios firmados hace cinco o diez años, cuyas circunstancias y medidas son insostenibles y requieren una modificación”, señala Noemí Peña, decoupling planner de Celextina. “Un divorcio hoy, tramitado solo con un abogado y preacuerdo, sin conflictos, puede salir por los 2.000 o 3.000 euros en cuanto sumas procurador, informe pericial… El precio por nuestro servicio [primera cita gratis; servicios posteriores a partir de 300 euros] varía en función de lo que necesites: no hay dos presupuestos iguales, como no hay dos divorcios iguales y no te vamos a rodear de 20 asesores si solo necesitas consultar a dos. Creemos que tomar malas decisiones por falta de asesoramiento o de información en pleno divorcio, a largo plazo puede salir más cara que contratar un decoupling planner. A partir de ahí cada uno puede elegir cómo quiere gestionar su separación”, concluye.

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