13 fotos
Estas son las drag queen de Ru Paul más sobradas Con la décima temporada de RuPaul’s Drag Race ya en marcha (aunque hasta 2018 no podremos verla) llegó el momento de echar la vista atrás y reivindicar a las mejores reinas que se dieron a conocer en el que, sin duda, es el talent show más divertido del mundo El ex American Idol fue uno de los principales nombres de la sexta temporada del programa. A pesar de quedarse a las puertas de la victoria (nada ni nadie pudo entonces contra la lengua viperina de Bianca del Rio) y del ridículo que hizo tirando la toalla en el segundo episodio del All Stars 2, incapaz de soportar la presión de la competición, Delano es una de las drags que más facturan y con una de las legiones de fans más fiel. Su actitud punk, sus dotes cómicas y ese carisma innato que por nada del mundo se compra con dinero hacen de ella toda una estrella. Y más teniendo en cuenta que su productividad musical no cesa y pocas osan toserle cuando libera sus vídeos en Youtube. Justo ahora acaba de presentar su nuevo single: Negative Nancy.
Cuando la vimos por primera vez en la quinta temporada del show pocos daban un céntimo por ella, básicamente porque por entonces era la pareja de Sharon Needles y ser la sombra de la ganadora de la temporada anterior es un hueso duro de roer. Sin embargo, su buen atino con los estilismos, su impostada voz gutural y su desparpajo le hicieron destacar de inmediato. Volvió poco después y ganó meritoriamente el All Stars 2, erigiéndose como una de las drags más versátiles y talentosas que han pasado por el programa. Aparte, en lo musical sus vídeos acumulan millones y millones de visionados en Youtube. ¿A qué espera el Sónar para traerla para poder recibirla con un sonoro hieeee?
Ni ganó la quinta temporada ni el All Stars 2, pero aun con esas Alyssa es una drag queridísima de esas con las que no dudarías encerrarte en un bar durante el fin de semana. Sus trifulcas con Coco Montrese fueron sonadas (Coco le arrebató en 2010 el título de Miss Gay America y cuando se reencontraron tuvieron que ajustar cuentas). Aunque si algo destaca de ella son sus dotes de baile (ya que cuando cuelga la peluca ejerce de profesor en una academia de baile para niños) y ese sentido del humor tan de señorona de Texas marca de la casa. Como Bianca del Rio siempre dice, Alyssa es una de las drags más cómicas porque ni ella misma es consciente de lo cachonda que puede resultar ser. Adorable es poco. Se merece un reality propio, sin duda.
Cuando Bianca del Rio está encima de un escenario todos tiemblan porque saca su metralleta y no deja a títere con cabeza. La reina de la comedia del insulto se alzó como ganadora de la sexta temporada y, desde entonces, se está haciendo de oro con sus monólogos y sus bolos por Estados Unidos. Especialista del shade, Bianca es una de las mejores cosas que le han pasado a RuPaul’s Drag Race. Todavía no ha surgido ninguna rival digna de igualar su verborrea y su agilidad mental a la hora de poner a caer de un burro a todo el que se le cruce por delante.
Resulta imposible saber de primera mano cuántas veces ha pasado por el quirófano. Y más teniendo presente que Chad es la encarnación de su admirada Cher. No pudo con Sharon Needles en la cuarta temporada, pero el sabor agridulce de no ganar se lo quitó poco después cuando consiguió el oro en el primer All Stars. Al igual que Chad no tiene problema en hablar de los dinerales que se ha dejado en cirugía estética, pero de lo que sí puede presumir sin miedo es de lucir uno de los traseros más voluminosos que se han visto en el programa. A pesar de no haber ganado ni en la quinta temporada ni en el All Stars 2 (donde deslumbró cada semana en el catwalk… lástima de competir contra Alaska), Detox es considerada una de las drags más vanguardistas y estilísticamente arriesgadas que han pasado por la competición. Musicalmente también hace sus pinitos (Supersonic es un hitarral mamarracho sin parangón), pero sus modelitos lo acaparan todo.
La primera drag narcoléptica de la historia de la televisión en realidad es un nerd de los pies a la cabeza. Aún son muchos los que discuten por qué ganó la quinta temporada (que se lo digan a Roxxxy Andrews, quien no dudaba en desacreditarla siempre que podía delante las cámaras), pero esa estética camp que tanto le pirra, su humor apto para todos los públicos y el no querer verse envuelto en absurdas polémicas hacen imposible no quererla. Recientemente se ha declarado como no-binario y se sabe que pondrá voz a una villana de la serie de animación Steven Universe, por lo que tenemos Jinkx para rato. Literalmente está loca, para bien. La drag que mejor se ha metido en la piel de una prostituta rusa es, sin duda, una de las más desternillantes que han pasado por el show. Su grosero sentido del humor es inimitable, igual o más que su elasticidad y la capacidad que tiene de abrirse de piernas con una facilidad que ni Svetlana Khorkina. Pese a no haber ganado ni la séptima temporada ni el All Stars 2, Katya lo peta cosa mala cuando actúa en vivo o cuando se junta con Trixie Mattel en Youtube. Nadie puede cansarse de ella.
Antes de triunfar como drag ya trabajaba como maquillador profesional (incluso, formaba parte de la crew de America’s Next Top Model). Siempre zen, rehuyendo de cualquier atisbo de polémica, Raja encandiló al público y al propio RuPaul obteniendo la victoria en la tercera temporada. Fue de los primeros en el show en aunar modelitos que bien podrían verse en cualquier pasarela con una actitud arrolladora. Un clásico en toda regla.
Raven es esa típica femme fatale hipersexualizada que bien podría ser íntima amiga de Monica Bellucci. Aunque más allá de su estética, además, en diversas ocasiones demostró que también se desenvuelve la mar de bien como drag cómica. Se llevó la plata tanto en la segunda temporada (¿cómo pudo ganar Tyra Sanchez?) como en el primer All Stars. Precisamente, en este último, protagonizó junto a su queridísima Jujubee el lip sync más lacrimógeno que recordamos en el show al son del Dancing On My Own de Robyn.
La drag arty por antonomasia de la novena y última temporada emitida hasta la fecha. Björk o cualquier otro bufón de la moda vanguardista vieron en Sasha la ganadora desde el primer episodio. Y así fue, en parte gracias a un icónico lip sync floral del So Emotional de Whitney Houston que debería estudiarse detenidamente en cualquier escuela drag que se precie. Ya tocaba que ganara una aspirante calva (con perdón de RuPaul) y con un armario de auténtica fantasía.
La que fuera pareja de Alaska Thunderfuck, antes de ganar la cuarta temporada, tuvo que batallar con las duras críticas de sus compañeras. Incomprendida por su creepy visión de lo que es una drag (aún recordamos cuando se vistió de zombie escupe sangre), el público enseguida se enamoró de su sentido del humor y de sus estilismos igual de sexys que góticos. Tampoco le ha hecho ascos al mundo de la música, aun llevando un último año algo más callada de lo habitual. Por supuesto, otra forma de hacer drag es posible.
Junto a Miss Fame dotó a la pasarela de la séptima temporada de un glamour exquisito digno de acaparar las portadas de Vogue. Violet no era la más talentosa ni cantando ni soltando chistes, pero todos sus estilismos fueron tan impactantes que consiguió ganar el concurso sin problemas. Esos corsés que luce y que parece que le van a dejar en cualquier momento sin aire le han llevado a convertirse en una súper estrella del burlesque. Resulta lógico que Dita von Teese le haya llamado para formar parte del último espectáculo que ahora pasea por Estados Unidos.