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Kitaj y la sublimación de la carne

TATE LONDRES
Silvia Hernando

El propio término, Escuela de Londres, resulta resbaladizo. Lo acuñó el pintor estadounidense R. B. Kitaj con motivo de la exposición que organizó en 1976 en Reino Unido en torno al arte figurativo que, como él, practicaban Francis Bacon, Lucian Freud, Frank Auerbach o Howard Hodgkin. En un momento de preponderancia de la abstracción, la lubricidad, esa turbación licuante de la carne que amasa los cuerpos insertos en aquellos lienzos, se entendió primero como un revés al gusto y la lógica de la evolución del arte para después continuar reverberando como canon por el siglo XX. El Museo Picasso de Málaga reúne una selección de obras de esta generación eclosionada tras la II Guerra Mundial en la muestra Bacon, Freud y la Escuela de Londres, abierta hasta septiembre. Inspirados por lo que les rodeaba –familia, amigos, paisajes que esbozan la ciudad del Támesis–, este grupo de creadores recuperó el brillo desgastado de la sensualidad y sensibilidad inherentes a aquello que es corpóreo.

Otra apuesta de la semana:

-Blondie: pasado, presente y futuro: ‘Pollinator’ da cita a diversos músicos en una propuesta experimental.

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Sobre la firma

Silvia Hernando
Redactora en BABELIA, especializada en temas culturales. Antes de llegar al suplemento pasó por la sección de Cultura y El País Semanal. Previamente trabajó en InfoLibre. Estudió Historia del Arte y Traducción e Interpretación en la Universidad de Salamanca y tiene dos másteres: uno en Mercado del Arte y el otro en Periodismo (UAM/EL PAÍS).

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