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Tentaciones
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Dani Rovira: “Presentar los Goya parece la puñetera patata caliente que nadie quiere”

El actor, de actualidad tras confirmarse que presentará la próxima gala de los premios del cine español, estrena este viernes '100 metros', una historia de superación junto a Karra Elejalde y Alexandra Jiménez

La mayoría de los famosos son mucho más majetes en las distancias cortas. Sí, los futbolistas también. Desventajas de los prejuicios y las ideas preconcebidas. No es el caso de Dani Rovira (Málaga, 1980). El yerno de España; el chico humilde que triunfa después de años haciendo monólogos por salas de fiestas de pueblos; el encendido defensor de los animales; el actor famoso que sigue vistiendo igual, sonriendo igual, buscando en la cafetería de un hotel de la Castellana un enchufe en el que cargar un iPhone sorprendentemente anticuado; el entrevistado que mira a los ojos cuando te da la mano y se despide encantado con la charla. Dani Rovira es lo que parece. No hay misterio. No hay ideas preconcebidas. El tipo al que dejarías las llaves del coche sin pensarlo estrena 100 metros, la historia real de Ramón Arroyo, que después de ser diagnosticado de esclerosis múltiple respondió a los que decían que en un año no podría caminar ni cien metros, que él en un año iba a completar un Iron Man.

¿Cómo te llega la historia de Ramón Arroyo?

A través de Karra Elejalde, que fue el primero al que ofrecieron el guion. Se barajan muchos nombres para hacer de Ramón, y es Karra el que dice que yo estaría bien. A Ramón Arroyo le conocí el mismo día que a Marcel Barrena, el director, y a partir de ahí se crea una especie de trío compacto y maravilloso.

¿Ha sido difícil darle al papel esos toques de comedia siendo una historia tan dramática?

Sí, yo creo es una historia de superación en la que la comedia al final tiene que salir, como en la vida, aunque sea por desahogo. Ahí el mérito es de Marcel, el director, que quería una película realista, con sus luces y sus sombras. Pero creo que la comedia es muy medida, igual que no hay lágrima fácil. Es el tipo de humor que manejan los que tienen este tipo de enfermedades, muy ácido, muy negro, que se refleja en la peli.

Dani Rovira con Alexandra Jiménez e una imagen de '100 metros'.
Dani Rovira con Alexandra Jiménez e una imagen de '100 metros'.

Ese tipo de humor casi nihilista que manejan en el grupo de esclerosis del hospital en la película, unas secuencias realmente sorprendentes…

Sí, esas escenas las rodamos en el Instituto Guttmann, y los que estábamos compungidos éramos el equipo, porque los que estaban allí estaban de un buen rollo… Porque su día a día es ese. El humor es una balsa de salvación. Ramón siempre dice que el humor te ayuda a llevar mejor la enfermedad.

En esta ocasión, además, con Karra Elejalde como suegro, y no como suegro potencial como en la saga de Ocho apellidos. ¿Cómo es vuestra relación?

Es un amigo, un maestro, un punto de inspiración. Creo que es el mejor actor que hay en este país. Y trabajar con él en otra película es una maravilla. El reto estaba en afrontar la relación desde otro lugar, no ver a Koldo y Rafa, y creo que lo hemos conseguido.

Karra odia la promoción de las películas y no lo oculta, ¿a medida que ganas experiencia, le das la razón?

Forma parte del proceso. Hay momentos agotadores, pero también entrevistas maravillosas que seguirías horas y horas. Te hacen la misma pregunta cincuenta mil veces y es tedioso, pero es parte de la profesión y quieres que la película llegue al mayor número de personas. Es como el rodaje. Rodar una película es un coñazo, y el que no lo diga miente. Son muchas horas, y estás con cara de culo muchos días. Así que es como todo, hay partes de la promo que son un coñazo, partes del rodaje que son un coñazo… Como en cualquier matrimonio.

Presentar los Goya, créeme que no se hace por dinero, es un reto artístico, salir de tu círculo de confort…

¿Disfrutabas más haciendo monólogos, aunque estuviera peor pagado?

No me muevo mucho por lo monetario, porque por suerte me va bien. Ya me iba muy bien haciendo monólogos. Es como presentar los Goya, créeme que no se hace por dinero, es un reto artístico, salir de tu círculo de confort… Si no, ¿vaya aburrimiento no? La vida va de eso.

Me estás obligando a preguntarte precisamente por la gala de los Goya…

Ya ya (risas), la culpa es mía.

¿Volverías a presentar los Goya pese a las críticas en la última edición? (La entrevista se realizó justo antes de que se confirmase que presentará la próxima gala)

Sí, sí, me lo pasé muy bien. Es una oportunidad muy bonita de conocer a gente del gremio con la que no has trabajado. Y para mí es una aportación a la industria, echar una mano a la Academia pudiéndolo presentar… ¡Es que parece que es la puñetera patata caliente que nadie quiere hacer! Yo encantado. Me las he visto mucho peor, en pueblos de Andalucía, actuando con un público bastante más hostil (risas). Para mí sería de cobardes y de necios rechazarlo.

Hablamos del trabajo físico que has tenido que hacer para 100 metros, ¿te ha servido un poco para meterte en la piel de Súper López, uno de tus próximos proyectos?

En teoría Súper López empezaría en abril o mayo. Me ha ayudado mucho porque soy muy aficionado al deporte, pero me he tenido que adaptar a la disciplina del triatlón, que nunca había hecho. Además yo estaba preparando un medio Iron Man, así que las escenas físicas no me suponían ningún extra. Ha sido más el frío. Estar rodando con la bicicleta en el Montseny en febrero, a dos grados, en manga corta y lleno de glicerina… Yo prefería subir pedaleando para entrar en calor.

También se habla de una tercera parte de Ocho apellidos a medio plazo…

Yo pongo como tres premisas: que haya una buena historia que contar; que podamos estar los que siempre estamos, los cinco, incluyendo a Emilio Martínez-Lázaro; y que pasaran por lo menos cinco o seis años, porque me parecería más interesante que los personajes evolucionaran un poco más, que la gente descansase… Si se cumplieran esos tres requisitos diría ¿por qué no? Pero el efecto de alargar el chicle, de meter prisas… Ya ha pasado.

100 metros se estrena el 4 de noviembre en cines.

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