Alaska: “Sé interpretar, yo no soy cantante”
Olvido Gara lleva en el candelero desde los años ochenta, siempre reinventándose fiel a su estilo y sin pelos en la lengua. Hoy se anima a enseñar su vida privada en televisión y en las redes sociales, y también a hablar de los nuevos políticos
Alaska (Ciudad de México, 1963) ha terminado de grabar su participación en el programa Levántate All Stars (Telecinco) y se dispone a realizar una gira para promover su disco más reciente, Canciones para robots románticos. Pero antes toca presentar la nueva línea de maquillaje de MAC Cosmetics en el madrileño parque del Retiro, a donde llegó con una lonchera infantil de ponis. La vocalista de Fangoria acaba de cumplir 53 años y no piensa celebrarlo.
Pregunta. Vengo de la Plaza de Toros de Las Ventas. ¿Quiere que le cuente?
Respuesta. Pues no. Ya sé lo que hubo. ¡Que soy antitaurina, malvado!
P. ¿Cuánto tarda en maquillarse?
R. Creo que de promedio 20 minutos.
P. ¿Su vida es tan divertida?
R. Es verdad que se ve, sobre todo, lo más divertido. Para el programa de MTV grabamos unas 60 horas a la semana y luego todo se queda en media hora. Pero mi vida es normal y es la que he elegido, ¿eh?
P. ¿Cuál es la diferencia entre ser petarda y ser frívola?
R. Para mí es lo mismo. Yo di una conferencia en la Universidad de Santander que se llamó El arte del petardeo o el petardeo en el arte y ahí expliqué que uno ha de ser razonablemente frívolo y que se puede hacer arte de la frivolidad.
P. ¿Es una musa de la movida?
R. No creo. Las musas inspiran y no fui inspiradora de nada. Yo fui ejecutante.
P. Por esa ejecución, ¿ya es patrimonio nacional?
R. A ver, cuando llegas a una determinada edad y tienes equis años de carrera, ya eres un clásico. Pero eso no es ningún mérito. Solo es cuestión de aguantar y seguir haciendo cosas.
P. ¿Sabe cantar o sabe interpretar?
R. Sé interpretar. Yo no soy cantante. Ni siquiera tengo el don. A mí la música me gusta mucho, pero no estoy en ella porque tenga dotes para ser cantante, sino por un conjunto enorme de cosas.
P. Va a muchos festivales de música. ¿En alguno ha identificado a su sucesora?
R. No. Pero no me gusta ese concepto aplicado a mí o a alguien en particular. Yo siempre digo que la iconografía se acabó con el siglo XX. El fenómeno Lady Gaga es, probablemente, el último.
P. ¿Cómo se reinventa?
R. Pues no pensándolo. Es una cuestión de hacer lo que te gusta y seguir adelante.
P. Francisco Umbral decía que usted se vestía “como una Nefertiti hortera”.
R. A muchos les parece una horterada cómo se vestía Nefertiti. Pero hay que entender los condicionantes culturales y estéticos de uno. Para mí, vestirme como me vestía y me visto, no es una horterada.
P. ¿Qué le parece el look de los que quieren conformar la nueva clase política?
R. No es distinto al de la vieja clase política. Una coleta, por ejemplo, no es algo moderno. A mí no me sorprende, me parece normal. Todavía no he visto a alguien como Marilyn Manson haciendo campaña política. ¡Eso sería algo distinto!
P. Desempolve La Bola de Cristal y díganos qué deparará el 26J.
R. No habrá una gran diferencia. Los partidos tenían que haberse arreglado para no llegar, otra vez, a lo mismo.
P. ¿Ya terminó la carrera de Historia?
R. No. Y no la voy a acabar. Voy tomando conciencia de que seré la eterna matriculada. Este año estoy matriculada en Cultura Material del Mediterráneo Antiguo.
P. ¿Qué efecto ha tenido en su vida la sobreexposición pública?
R. Siempre la he tenido, siempre. Pero ahora, con las redes sociales, parece que todo tiene más repercusión. Compartir tu vida es mejor que tener un caparazón.
P. Pero no le gustan las redes sociales.
R. Las detesto.
P. ¿No es eso una contradicción?
R. No, en absoluto. ¿Quién es uno para, con cuatro frases, sentar jurisprudencia? Mario y yo nos hicimos un Instagram porque nos gusta la imagen. Pero nada más.
P. ¿En esta vida lucha contra algo más que su sobrepeso?
R. No. Es mi única adicción y mi única lucha. Bueno, últimamente lucho por que me cundan las horas como me cundían antes. He perdido capacidad de organización.
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