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Cañones de agua contra una manifestación por la reforma laboral del Gobierno belga

Diez personas, entre ellas dos policías, resultaron heridas este martes al final de la marcha

Vídeo: Le Soir (LENA)

Diez personas, entre ellas dos policías, resultaron heridas este martes al final de una marcha convocada en Bruselas por los sindicatos para protestar por la política laboral del Gobierno belga, en la que participaron miles de manifestantes. La marcha, que había transcurrido sin incidentes desde su inicio en la Estación del Norte de Bruselas, derivó en disturbios violentos a su término en la estación de Mediodía, cuando una decena de personas lanzó diferentes objetos contra la policía, que respondió con cañones de agua.

Dos agentes resultaron heridos, uno de ellos el comisario encargado del dispositivo de seguridad de la manifestación, informó la agencia belga. Entre 37.500 manifestantes, según la policía, y más de 50.000, de acuerdo con los organizadores, marcharon este martes en Bruselas en protesta por la política del Gobierno federal en materia de empleo, que incluye una modificación de la jornada laboral. El acto, convocado por los sindicatos socialista (FGTB), democristiano (CSC) y liberal (CGSLB), precede a una huelga general que tendrá lugar el próximo 24 de junio en toda Bélgica.

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En un comunicado, el sindicato socialista condenó los altercados y, en particular, a quienes "aprovechan cada manifestación no solo para dañar los objetivos de nuestras acciones, sino también y sobre todo a las personas". "Esperamos que la justicia pueda identificar con prontitud a la decena de individuos enmascarados que se ha infiltrado en la manifestación y ha causado heridos", añadió. Bajo el lema "La copa está llena", como se leía en la pancarta de cabecera de la manifestación, el frente común sindical recorrió el centro de Bruselas para protestar en especial por los recortes llevados a cabo por el Gobierno en los servicios públicos y la enseñanza, así como la ausencia de concertación social.

La protesta se dirigió también contra la llamada Ley Peeters (por el nombre de su promotor, el ministro de Empleo, Kris Peeters), que modifica la jornada laboral al prever que para su cómputo se tenga en cuenta todo el año, en lugar de la semana como hasta ahora. La marcha salió de la estación del Norte en torno a las 11.30 hora local (09.30 GMT) y atravesó la ciudad hasta llegar a la de Mediodía, donde los responsables sindicales pronunciaron discursos. "Queremos una política que tenga sentido y ofrezca perspectivas a la población, lo que hoy no es el caso", declaró la secretaria general del democristiano CSC, Marie-Hélène Ska, según la agencia Belga.

El secretario federal del socialista FGTB, Marc Goblet, dijo que, pese a que el Gobierno hace referencia siempre a la concertación social, no tiene en cuenta los argumentos de los sindicatos ni respeta la dignidad de los trabajadores. Representantes de los partidos socialista (PS), verde Ecolo-Groen y de extrema izquierda PTB acudieron también a la marcha. "Participo en la manifestación para demostrar y convencer a los ciudadanos de que son posibles soluciones más justas. En contra de la política de destrucción del Gobierno de los liberales y los nacionalistas flamencos MR/N-VA", explicó el ex primer ministro belga Elio Di Rupo, presidente del PS.

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