Así es como un 'bot' se convertirá en tu mejor amigo
La ciencia ficción nos enseñó la inteligencia artificial pero la tecnología del s. XXI la hizo realidad. Los hermanos pequeños de Siri llegan para escucharnos y para hacernos la vida más fácil
Ni móviles transparentes, ni realidad virtual, ni coches autónomos; la próxima gran frontera –que ya se está cruzando, lentamente– en el mundo de la tecnología es la de los bots. Los programas informáticos que simulan el comportamiento humano nos van a ayudar a comprar y a relacionarnos con los aparatos electrónicos de una manera completamente nueva.
Si hasta ahora los bots más populares, como Siri (Apple) y Cortana (Microsoft), son unos asistentes virtuales que obedecen las órdenes de los propietarios de los móviles, la nueva generación funcionará como una especie de vendedores que nos guiarán en el proceso de compra de objetos o servicios. Solo hará falta chatear con ellos, tal y como ahora hacemos con nuestros amigos, a través de una aplicación de mensajería como Kik, Messenger de Facebook, WeChat, Telegram o Line.
Ted Livingston, fundador de Kik, explica el futuro de las compras en un artículo de la web Medium: "En vez de invertir millones en aplicaciones que solo venden sus productos, las empresas gastarán solo unos miles en bots sencillos". Livingston lo ilustra con un ejemplo: "En un estadio, durante el partido, un código daría acceso a un chat, y con el móvil se podría escribir un mensaje para pedir una cerveza y que la enviaran directamente al asiento". De esta forma, no haría falta descargarse ningún software ni introducir el número de la tarjeta de crédito: los datos de pago ya estarían almacenados en la app de mensajería.
Algunas empresas ya se han sumado a este futuro. Uber, por ejemplo, permite reservar viajes en sus coches desde un chat. La aerolínea KLM informará próximamente de sus vuelos y de posibles retrasos de la misma forma. Las dos compañías han elegido la misma aplicación para dar el salto: el Messenger de Facebook. Y parece cuestión de tiempo que podamos acudir al bot de Amazon para comprar un ordenador, un libro o una película. La inteligencia artificial nos preguntará nuestros gustos y nuestro presupuesto y, en función de las respuestas, nos recomendará una u otra opción.
La conversación no tendrá que realizarse con frases prefijadas; de hecho, podremos chatear como si hablásemos con un amigo y el bot nos entenderá a la perfección. Pero, para Livingston, esa 'humanización' no será el motivo de su éxito: "La clave es la inmediatez. No hará falta aprender unos pasos ni familiarizarse con un diseño nuevo. Solo será necesario abrir una app y chatear".
Facebook quiere liderar la revolución bot a través de Messenger. Sus 800 millones de usuarios van a ver en los próximos meses cómo marcas de todo tipo van a promocionar sus bots para venderles pro- ductos a base de chats. Esta opción esta- rá disponible en una 'tienda bot' que, según la web TechCrunch, "tendrá el mismo impacto que tuvo la App Store de Apple".
Los bots no solo sirven para vender o facilitarnos la vida. También hay experimentos que terminan como el rosario de la aurora. Un buen ejemplo es Tay, un bot con personalidad de adolescente creado por Microsoft para interactuar con usuarios de Twitter y aprender de las conversaciones. La compañía tuvo que detener temporal- mente la prueba tras algunas reacciones de su inteligencia artificial, que tuiteó frases como "Hitler tenía razón, odio a los judíos" o "las feministas deberían ser quemadas en el infierno". Mejor que vendan cervezas y ordenadores. El libre albedrío no está hecho para ellos. De momento.
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