_
_
_
_
Tentaciones
_

El sentido homenaje de Jimmy Giménez-Arnau a la 'farlopa'

La película 'Cocaína' que dirigió el tertuliano en 1981 se proyecta esta noche por primera vez Madrid

Abraham Rivera

Crápula, vividor, mujeriego, juerguista, caradura, vicioso, noctámbulo, polémico, libertino, seductor, playboy, oportunista, hábil, salido, cachondo, degenerado, inmoral, perdido… Todo esto y mucho más se ha dicho de Jimmy Giménez-Arnau, una de las figuras más exuberantes que ha dado el mundo del corazón patrio. Conocido por casarse con la nieta de Franco en 1977, y tener una sonada ruptura dos años más tarde, la vida del tertuliano del Deluxe ha ido acompañada de otros muchos logros: fue finalista del premio Nadal con su primera novela Las islas transparentes en 1977, colaboró con el semanario satírico Hermano Lobo bajo el alter ego de Jimmy Corso, dio voz a la jet set en un volumen de entrevistas llamado Neón en vena, de 1987; y llegó a codirigir, junto a Julio Wizuete, una delirante película de título definitorio, Cocaína, en 1981. Un sentido homenaje a la 'farlopa' que llegaba a España en aquellos años.

La cinta, tras su estreno y proyección en el verano de aquel año, quedó olvidada y así hasta el día de hoy, cuando todavía permanece maldita y de difícil acceso. Catalogada como cine underground y cercana a otros ‘experimentos’ de aquellas fechas, se podrá ver por primera vez en Madrid, tras aquel estreno furtivo, este martes, dentro del ciclo Cinema Oh! Culto.

El proyecto cinematográfico, con sede en la sala Siroco y organizado por Paco Clavel y Juan Sánchez, celebra con esta obra su segundo aniversario. “Esta es una de las películas más difíciles de ver que hemos proyectado”, comenta Sánchez, que ha estado detrás de las 8 proyecciones previas y corrobora la rareza de la copia. “Hace poco volví a revisarla. Conseguí una cinta mejor de la que tenía y me di cuenta de que no estaba nada mal. Es una suerte que se acabara y se estrenara. A ratos parece una película muy personal”.

Cocaína es un filme excepcional y directamente enloquecido. La sinopsis dice así: “Un aristócrata millonario, fascinado con los movimientos juveniles y al que todos conocen como Mamón, se pone en contacto con la pandilla de Corso con el objeto de rodar una película sobre la cocaína. El grupo le da largas y trata de aprovecharse de su buena posición económica, mientras Mamón trata de conseguir droga por otros canales, con resultados igualmente desalentadores”. Una manera, como cualquier otra, de sacarle partido a un rodaje y utilizarlo para ponerse fino.

Sin embargo, aquí no termina la cosa, los protagonistas son un jovencísimo Josema Yuste, de Martes y Trece, el propio Jimmy Giménez-Arnau y otros personajes de la farándula de aquella época, entre ellos el escritor Alfonso Ussía, la modelo Mariona Rosell o Amalia García Obregón, hermana de Ana. “El reparto de Cocaína lo forman un grupo de amigos en el que cada uno hacía y aportaba todo lo que podía, como si de una cooperativa se tratara”, destaca uno de los organizadores. “Al proyecto se unieron músicos, diseñadores, modelos, escritores. Unos por amistad, otros por curiosidad, otros buscando divertirse. Puede decirse que Cocaína tiene uno de los equipos técnico-artísticos más extravagantes de nuestro cine”.

La película está rodada con restos de rollo virgen de otras producciones y, en muchos casos, a toma única, prescindiendo de unos mínimos criterios de raccord. Se mezclan imágenes de archivo -utilizadas para explicar la fabricación de la cocaína- junto a bacanales y fiestas en interiores, siempre con un consumo desinhibido de la droga. “Lo interesante de esta obra es que no tiene ningún tipo de moralina, se consume con un enorme descaro. No parece ese cine de denuncia tan típico en otras películas del género como Chocolate o Juventud drogada”, aclara Sánchez, quien en estos dos años ha proyectado otras joyas del cine carpetovetónico, como La tercera luna, una película que describe el ambiente de la noche en Barcelona, plagado de travestis, maricones y putas. En aquel filme, el primero que se exhibió del ciclo, invitaron a algunos de sus protagonistas a la proyección, entre ellos la actriz protagonista, Ana Valdi, y otros intérpretes como Juanito El Golosina, que tenía un pequeño papel. Para esta ocasión también contarán con algunos de los participantes del rodaje: “Hablamos con Jimmy, ya que Paco es amigo suyo, y al principio dijo que si, pero luego se echó para atrás. Pero tendremos a otros muchos participantes, como Pepe Vela Zanetti, uno de los protagonistas y, a su vez, la persona encargada de la dirección artística, entre otros”.

Cocaína, en todo caso, muestra a un Jimmy Giménez-Arnau pletórico, capaz de esnifarse muchos de los prejuicios de la época -solo habían pasado 5 años de la muerte del general Franco- y adelantando lo que será una constante en su vida, el uso y abuso de las drogas, por lo menos hasta 1994, fecha en la que es detenido por llevar encima diez gramos del polvo blanco. En la proyección también se piensa tratar el tema con el doctor Fernando Caudevilla, experto en cannabis, cocaína y drogas de síntesis, además de colaborador de Energy Control. Por último, como viene siendo habitual en los pases de  habrá una sesión musical relacionada con el tema de la película, una prolongación alucinógena y acelerada de lo visto en la gran pantalla.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Abraham Rivera
Escribe desde 2015 para EL PAÍS sobre gastronomía, buen beber, música y cultura. Antes ha sido comisario de diversos festivales, entre ellos Electrónica en Abril para La Casa Encendida, y ha colaborado con Museo Reina Sofía, CA2M y Matadero. También ha presentado el programa Retromanía, en Radio 3, durante una década.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_