Resistir el peso de la popularidad a los 21 años no es fácil. Y todo indica que Anish Giri, a pesar de estar muy bien preparado, acusó la presión de todo un país que espera mucho de él. El estadounidense Wesley So, de 22, se aprovechó con una victoria impecable sobre el holandés mientras el campeón del mundo, Magnus Carlsen, repartía el punto con David Navara en la primera jornada del torneo Tata Steel en Wijk aan Zee (Holanda).
Sostenía Jesús Hermida, difunto maestro de periodistas, que la fama tiene tres fases: “Al principio te gusta, luego la odias y finalmente la asumes y te adaptas”. No está claro si Giri está en la primera o segunda fase, pero sin duda se encuentra aún muy lejos de la tercera. Con más de mil aficionados presentes en la enorme sala de juego, y consciente de que muchos miles más seguían su partida en directo por Internet, la joven estrella holandesa rindió claramente por debajo de su nivel habitual con negras ante So.
Además de calificar a Giri como “imbatible en las aperturas”, y de explicar que por eso eligió una sin mucha teoría escrita, el estadounidense de origen filipino fue sumamente cortés tras su victoria: “Anish es un gran deportista, un verdadero embajador internacional del ajedrez, y yo he aprendido mucho de él. A pesar de esta derrota, sigue siendo uno de los favoritos del torneo”. Que lejos quedan los tiempos de Gari Kaspárov y Anatoli Kárpov, quienes jamás dijeron algo así en circunstancias similares.
El estreno de Carlsen fue con negras ante Navara, un checo de 30 años, 25º del mundo, cuyo talento es tan grande como débil su sistema nervioso. El noruego quedó algo peor tras la apertura y nunca tuvo una oportunidad de ganar. “Ha sido una lucha interesante, pero peligrosa para mí”, resumió.
El torneo ha empezado bien desde el punto de vista del aficionado que quiere emociones fuertes porque a la victoria de So se unieron dos de sendos aspirantes a amargarle la vida al campeón, Fabiano Caruana y Liren Ding, sobre Pável Eliánov y Michael Adams, respectivamente. Otros dos chinos se fueron contentos al hotel tras empatar con rivales superiores en teoría: Yi Wei, de 16 años, con Yevgueni Tomashevsky; y la número uno del mundo, Yifán Hou, con Serguéi Kariakin, mientras la partida restante, Mamediárov-Van Wely, también terminaba en tablas.
El plato fuerte de la segunda ronda enfrentará a Carlsen con blancas frente a Caruana. El balance entre ambos de los dos últimos años favorece al escandinavo por seis victorias, tres derrotas y cuatro empates. Desde su estratosférica actuación en la Copa Sinquefield de 2014, el italo-estadounidense apenas ha vuelto a brillar. Wijk aan Zee es un buen lugar para hacerlo.
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