Solo es una pregunta
Solo quisiera formular una pregunta a nuestro Gobierno: ¿Qué sienten ustedes cuando el padre Ángel tiene que hacer un llamamiento a los ciudadanos para que colaboremos en la entrega de alimentos para los más necesitados, los niños?
Si yo perteneciese al Gobierno sentiría vergüenza. ¿Cómo es posible que nuestros niños pasen hambre? Niños que mañana serán los médicos que curen nuestras heridas o los científicos que descubran una vacuna, eso si llegan a hacerse mayores. Acabo de llegar de la plaza de España y emociona ver cómo niños portan bolsas cargadas de alimentos para aquellos que no tienen su misma suerte. ¿Qué sería de esos niños si no tuvieran al padre Ángel o a cualquiera de las ONG que velan por ellos? Contéstenme, señores del Gobierno.— Concha Porres Farías.
